Jose Blas García Pérez. Con la tecnología de Blogger.

I FORO NACIONAL ALMA SOCIAL: INSPIRANDO EL CAMBIO SOCIAL Y EDUCATIVO

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Hoy quiero hablaros de un evento que se celebrará los próximos 8 y 9 de mayo en Murcia: el I Foro Nacional Alma Social. Este foro promete ser un espacio fundamental para reflexionar sobre el futuro de la educación, la inclusión y la innovación social. 
En él, se reunirán profesionales de distintos ámbitos, incluyendo la educación, el cine social, la tecnología y el tercer sector, para compartir ideas, experiencias y estrategias que pueden transformar nuestras prácticas cotidianas.
Como parte activa de este evento, compartiré con los asistentes cómo transformar la escuela y promover la inclusión de manera tangible, alineado con mi labor de divulgación educativa y activismo inclusivo y social. 
Hoy,  más que nunca, quiero aprovechar esta ocasión para reflexionar sobre cómo poseemos a nuestro alcance herramientas poderosas para la transformación  y cómo eventos como este pueden contribuir a la reflexión colectiva  para un cambio social tan necesario en la sociedad actual 


Un Foro para la transformación social y educativa

El Foro Nacional Alma Social se presenta como una plataforma donde los proyectos sociales innovadores se encuentran con empresas, instituciones y agentes educativos, creando un espacio de colaboración y aprendizaje mutuo. 
En primer lugar quiero destacar la labor incansable de Luisa Fe.  Luisa Fe,  cabeza pensante y directora del foro, es el alma de este evento. Con él quiere vivir la responsabilidad y la belleza de reunir a personas comprometidas con valores y propósitos sociales que buscan cambiar el mundo desde sus respectivas áreas de acción.
Este evento no es un evento cerrado a un sector determinado porque no solo está dirigido a agentes socioeconómicos, docentes y familias, sino a todos aquellos que desean comprometerse con las causas sociales y contribuir al cambio desde su entorno, ya sea escolar, laboral o comunitario.
Entre los ponentes más destacados se encuentran figuras como Miguel Ángel Tobías, director de la película "Me llamo Gennet", que nos ofrecerá una conferencia inaugural, y Lucía Viñuela, hija de la eminente científica e investigadora Margarita Salas y  presidenta de la Fundación Margarita Salas, que pondrá  en el Foro evidencias de cómo la ciencia y la investigación son herramientas poderosas para impulsar el cambio social.

Educación y cine: Herramientas para la inclusión

Si hace unos días os hablaba de #Sorda eu este mismo blog, hoy voy a seguir ahondando en uno de los temas clave que abordaré en el foro: la relación entre la educación y el cine. 
La tarde del jueves se  proyectará la película “Me llamo Gennet”en la Filmoteca Regional.  A menudo, subestimamos el poder de la pantalla como herramienta educativa, pero el cine puede ser un espejo, una ventana y un motor de cambio. 
Esta película  será una oportunidad para abrir una conversación esencial sobre accesibilidad, inclusión y respeto a la diversidad, ya que en este foro, y como parte de mi contribución, coordinaré una mesa redonda sobre la película “Me llamo Gennet”. Una mesa para conversar de lujo, compuesta por  Miguel Angel Tobias (director del film); Raúl García Fernández (Empresario -CEO de Volvo Murcia- y Presidente de Fundación Legado Humano Natural ; Nacho Ros: presidente del Festival Internacional de Cine de Cartagena desde el año 2014 y colaborador en Onda Regional y otros medios de comunicación escrita) y Ángel Cruz, Director de la Filmoteca Regional. Hablaremos de Gennet como una de esas películas que no solo reflejan la realidad de la inclusión y necesidad de crear una sociedad accesible en lo natural, sin adaptaciones posteriores ni forzadas, sino como un relato que también sirve para educar nuestra mirada sobre la diversidad y el derecho a la participación de todos los ciudadanos, sin exclusiones.
"Me llamo Gennet" narra la vida de Gennet Corcuera, la primera persona sordociega en obtener un título universitario en España. Su historia es un reflejo claro de lo que significa ser parte de la sociedad desde una perspectiva inclusiva, y cómo la educación y el cine tienen la capacidad de transformarnos, abriendo el camino para una sociedad más respetuosa y empática.

Conferencias y propuestas inspiradoras

En el marco del foro, tendré  la suerte y la oportunidad de compartir un espacio con grandes figuras de la innovación social. Otra de las participaciones clave es la de  Zineb Rimi. Jugadora Baloncesto y Fundadora “Zinet Social Basket”. Social Basket, una escuela de baloncesto para niñas y niños donde la misión es la de promover el deporte y los valores positivos para a su vez fomentar la autoestima, confianza y respeto hacia sí mismos y hacia los demás. una asociación solidaria que lleva el baloncesto a países desfavorecidos y comparte su experiencia de vida y profesional con el objetivo de inspirar y motivar a otros.  Zineb Rimi, nos hablará sobre el enfoque de “Educar Jugando”, una iniciativa que pone en el centro la creatividad y el aprendizaje a través de la gamificación. 


Como defensor del aprendizaje lúdico, sostengo que el juego es una herramienta inclusiva por excelencia, capaz de adaptarse a diferentes preferencias de aprendizaje y necesidades individuales, mientras fomenta la cooperación y la empatía entre los participantes.  En mi experiencia, en el contexto hospitalario o educativo, el juego se convierte en un punto de conexión entre el conocimiento académico y el bienestar emocional, dos componentes esenciales para el desarrollo integral de las personas.

Redes de apoyo y colaboración para el cambio

El foro también dará voz a proyectos sociales muy interesantes y necesarios, como la Fundación Ambulancia del Deseo, AFACMUR, Teléfono de la Esperanza, Dentro de mí, Impulso Mujer y Sembrando Vida Grupo Duelo. Todos ellos trabajan desde un enfoque solidario y humano, buscando crear redes de apoyo para aquellos que más lo necesitan. Este tipo de colaboración, donde las instituciones educativas se vinculan con otras áreas del ámbito social, es lo que permite, y lo digo por miexperiencia eb Aula Hospitalarias, que los proyectos inclusivos sean más efectivos y puedan transformar realmente las comunidades. 

Transformemos la sociedad juntos

En este foro, tendremos la oportunidad de aprender de experiencias reales, dialogar sobre lo que funciona y lo que aún debemos mejorar, y comprometernos con los valores de la inclusión, el respeto y la solidaridad. Como digo en ocasiones anteriores, la transformación de la escuela es la transformación de la sociedad. Cada uno de nosotros, desde su lugar de acción, tiene el poder de ser parte de ese cambio.

Para mi, una de las inspirciones más poderosas de este foro es que, para transformar la escuela, necesitamos trabajar juntos. La escuela no es un espacio aislado, sino un reflejo de la sociedad, y debe ser un lugar donde los valores de inclusión, respeto y empatía estén presentes en cada acción, en cada proyecto y en cada interacción. 
Este foro es un ejemplo claro de cómo la colaboración entre instituciones, profesionales y la comunidad puede generar cambios reales en la forma en que educamos y vivimos.

Así que no os perdáis esta oportunidad de inspiraración, conexión y transformación . El Foro Nacional Alma Social no solo es un evento, es el comienzo de un proceso de cambio que todos podemos contribuir a construir. ¡Nos vemos en mayo en Murcia!

Si te ha interesado el tema, te invito inscribirte y a seguir los detalles del foro en www.foroalmasocial.com y no perder la oportunidad de seguir siendo parte del cambio.

Aquí puedes encontar el programa completo y los patrocinadores del evento. 

El cambio comienza contigo. Sé parte del futuro educativo que deseamos construir.

MICROAGRESIONES . EL VENENO SILENCIOSO QUE VALIDA EL BULLYING EN EDUCACIÓN

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En las últimas semanas, la noticia de una agresión en un centro educativo de Santander ha puesto de nuevo sobre la mesa una pregunta que nos afecta a todos: ¿son las escuelas lugares seguros para nuestros hijos? Cuatro estudiantes agredieron, insultaron y vejaron a un compañero con parálisis cerebral, un hecho lamentable que nos obliga a reflexionar sobre el tipo de sociedad que estamos construyendo, especialmente en lo que respecta a la inclusión y el respeto en nuestras aulas.
Mi respuesta, rotunda y clara, es que sí, las escuelas siguen siendo los lugares más seguros para los niños y niñas, especialmente para aquellos que tienen alguna discapacidad. Las escuelas son, en la gran mayoría de los casos, espacios donde se fomenta el aprendizaje, la convivencia y el respeto por la diversidad. Sin embargo, es fundamental que se sigan creando estrategias proactivas para que estos incidentes no se repitan, y que sigamos avanzando en el camino hacia una educación inclusiva.

Bullying En El Colegio, Escuela
Autor, LeandroDeCarvalhoDe uso gratuito bajo la Licencia de contenido de Pixabay

El debate sobre bullying

Este mismo domingo, en el marco de las #CharlasConIngrid, Ingrid Mosquera y un grupo de docentes y educadores nos reunimos para discutir cómo la sociedad está cambiando y, lamentablemente, cómo muchas veces normalizamos las agresiones, el bullying y la exclusión, sobre todo cuando las redes sociales amplifican estos comportamientos.
Lo que quedó claro en este espacio participativo es que la prevención es clave. No basta con reaccionar cuando ya ha ocurrido el daño. Es necesario actuar en los centros educativos desde la base, con programas de concienciación, con la implicación de las familias y de la comunidad educativa en general. Es urgente un cambio de mentalidad, un cambio cultural en el que el respeto y la inclusión sean la norma, no la excepción.


Microagresiones: Un veneno silencioso en la educación

Aquí quiero detenerme en un concepto que me parece fundamental: las microagresiones. A menudo, nos centramos en los grandes actos de bullying, en las agresiones físicas o verbales evidentes, pero las microagresiones son el veneno silencioso que se cuela en la vida diaria de nuestros estudiantes, muchas veces sin darnos cuenta. Estos pequeños gestos, comentarios o actitudes pueden tener un impacto devastador en el desarrollo emocional y en el aprendizaje de los estudiantes, especialmente aquellos que ya son vulnerables.

Pongamos algunos ejemplos:

El comentario "¡Pobrecico, qué pena!" cuando un niño con parálisis cerebral se muestra en público. Este tipo de comentario, aparentemente inocente, refuerza la visión paternalista y capacitista sobre la discapacidad, sin tener en cuenta que este niño es mucho más que su discapacidad.
El gesto condescendiente de un profesor al referirse a un alumno brillante con el término "ahí está el listillo", simplemente porque hace preguntas adicionales o muestra un interés intenso por un tema. Este comentario no solo minimiza el esfuerzo del alumno o alumna en concreto, sino que también puede fomentar el rechazo de los demás compañeros, sembrando las semillas de la exclusión y del bullyng directo o cómplice,
El silencio ante la exclusión. ¿Cuántas veces hemos visto a un alumno quedar al margen de una actividad o proyecto sin que nadie intervenga? El simple hecho de no actuar en esos momentos valida la microagresión y perpetúa el ambiente de desconfianza y rechazo en las aulas.
Lo más grave es que las microagresiones no se ven. Son invisibles, pero su impacto es real. A menudo validamos estas actitudes sin querer, lo que dinamita cualquier esfuerzo por crear un entorno de aprendizaje inclusivo y equitativo. Los profesores, las familias, todos los miembros de la comunidad educativa, debemos ser modelos a seguir. Si no damos ejemplo, si no actuamos de manera proactiva para evitar estas situaciones, estamos siendo cómplices de la exclusión. El silencio es también una forma de validación.

El DUA es un enfoque proactivo para combatir las amenazas en el aula

Es en este contexto donde entra el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA), un modelo que nos invita a repensar cómo estructuramos nuestras aulas para que todos los estudiantes tengan acceso, participación y progreso en su aprendizaje, independientemente de sus necesidades o características.

El DUA nos habla de minimizar las amenazas que puedan surgir cuando un estudiante se siente excluido o no comprende el contenido. Según DUA, en la consideración 7.4, debemos estar atentos a esos momentos cuando un alumno se enfrenta a un contenido que no comprende o cuando se siente incapaz de participar en la actividad. Estas amenazas, invisibles pero presentes, se producen constantemente y pueden estar relacionadas con el sistema de evaluación, con la falta de recursos o con la exclusión social dentro del aula.

No podemos seguir permitiendo que esas microagresiones socaven los esfuerzos de inclusión que tanto buscamos. Es necesario crear aulas donde cada alumno, con sus dificultades y fortalezas, pueda expresar, participar y progresar sin sentirse juzgado, sin ser minimizado y, sobre todo, sin sentirse excluido del derecho a aprender. La respuesta no está solo en planes de prevención, sino en un enfoque proactivo que empodere tanto a docentes como a alumnado y familias para ser conscientes de las microagresiones y erradicarlas de forma colectiva.

Proactividad, modelos y acción

Lo que necesitamos es un cambio cultural, una educación inclusiva de verdad. Este cambio no se logra solo con programas grandes de prevención, sino con la construcción de un clima educativo que se base en la inclusión, el respeto y la empatía. Y para eso, necesitamos que todos seamos parte activa en el proceso. No podemos seguir esperando que el sistema cambie por sí mismo o a través de grnade s programas institucionales, Cada uno de nosotros y nosotras, somos agentes desde nuestra posición, para poder de transformar la educación, para poder trnasformar la escuela.
Así es que, profes, familias, alumnado, estudiantes, aprendices de todo tipo… actuemos desde dentro, desde lo más cotidiano, desde esas microacciones que, día a día, validan o cuestionan nuestras prácticas.
Que no sean nuestras palabras las que marquen la diferencia, sino nuestras acciones y comportamientos.

No es suficiente con pedir que la escuela sea inclusiva, debemos vivirla en cada gesto, en cada clase, en cada interacción.






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SORDA. EL CINE COMO HERRAMIENTA PARA LEER LA EDUCACIÓN DESDE OTROS ESPACIOS

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Este es un post diferente. En esta ocasión, nos alejamos de nuestras habituales reflexiones sobre neuroeducación y prácticas de aula para traeros una experiencia diferente, pero igualmente transformadora.
Hoy vamos a hablar de una película, sí, de cine. Y no de cualquier película: hablamos de Sorda, una ópera prima de mi tierra que ha conseguido un éxito rotundo tanto en crítica como en público. Con premios tan relevantes como el del Público en Berlín y la Biznaga de Oro en el Festival de Málaga, Sorda nos invita a reflexionar sobre temas tan fundamentales como la discapacidad, la maternidad, el amor y, sobre todo, la participación, entendida como "ser parte de". Una película que va más allá de la sordera, que nos hace cuestionarnos cómo creamos nuestros entornos, cómo nos comunicamos y, especialmente, cómo la educación puede y debe transformar la manera en la que nos relacionamos con el otro.


Inclusión: Sorda es una llamada a la reflexión educativa

¿Por qué hablar de esta película en un blog educativo? La respuesta es clara: Sorda no es solo una historia de una mujer sorda enfrentándose a la maternidad. Es una reflexión profunda sobre cómo la sociedad y el sistema educativo, entre otros, no están diseñados para todos. 
cómo la sociedad y el sistema educativo, entre otros, no están diseñados para todos. 
La protagonista, Ángela, se enfrenta a un mundo que no la escucha. Un mundo que no está preparado para ella, que parece que no fuera el suyo y que la obliga a adaptarse a él. Un mudo  que se ofrece como  una concesión en lugar de como un derecho. 
Este mensaje no solo es potente en la vida cotidiana, sino que tiene una implicación directa para la educación inclusiva:
La educación no puede seguir viendo a las personas con discapacidad como "necesarias de adaptación", sino como parte integral del mundo al que debemos hacer accesible y equitativo.
En nuestras aulas, seguimos buscando formas de asegurar que todos los estudiantes, sin importar sus características, puedan participar plenamente. Sorda nos recuerda que la participación es clave, y que esa participación no debe depender de las características personales, sino de la construcción de entornos que garanticen que todos puedan formar parte de una comunidad educativa sin barreras.
una comunidad educativa sin barreras.  

El lenguaje visual como puente hacia la inclusión

Una de las maravillas de Sorda es su capacidad para enseñarnos a través del lenguaje visual. Miriam Garlo, la actriz protagonista, sorda en la vida real, no solo actúa con la voz, sino con el cuerpo, la mirada, los gestos, y la respiración. Esta es una llamada a la reflexión sobre cómo nos expresamos y cómo nos relacionamos con los demás. En el contexto educativo, nos hace pensar: ¿cómo nos expresamos en el aula? ¿Cómo interpretamos a los demás?

Lo que ocurre cuando un  alummno o alumna  no puede seguir la conversación como el resto de sus compañeros y compañeras, ya sea por barreras auditivas, lingüísticas o cognitivas, es algo que muchas veces damos por sentado. Pero Sorda nos invita a hacernos una pregunta crítica: ¿realmente nuestras aulas son para todos y todas?

Escuchar todas las voces.

¿Qué hacemos cuando no nos escuchan? En la educación, esto es algo que sucede más de lo que nos gustaría admitir. El sistema educativo, en muchos casos, no está diseñado para escuchar de verdad a todos los estudiantes. Como mencionamos en Transformar la Escuela en muchas otras ocasiones, la inclusión no es solo un tema de acceso físico, sino de participación real, de dar oportunidades siendo parte efectiva de lo que ocurre enel aula. Y eso, en la escuela, debe ser una prioridad. Cuando pensamos en inclusión, no solo hablamos de adaptar las condiciones de los estudiantes a lo que ya existe, sino de transformar la escuela en un lugar donde cada voz pueda ser escuchada. No solo los estudiantes que se adaptan al sistema tradicional de enseñanza, sino también aquellos cuyas voces han sido históricamente silenciadas.
¿qué hacemos cuando alguien no se siente escuchado?
Sorda plantea una pregunta crucial para todos aquellos que trabajamos en educación: ¿qué hacemos cuando alguien no se siente escuchado? La respuesta no está solo en la lengua de signos o en adaptar el currículum. Está en crear entornos de aprendizaje donde todos, sin importar su contexto o características, puedan participar plenamente y ser escuchados. Es un reto que debemos asumir todos los días.

El cine como herramienta educativa

Y aquí entra el valor educativo de #Sorda. Aunque no es una película escolar, es profundamente educativa. Nos invita a reflexionar sobre la comunicación, sobre cómo diseñar entornos donde la participación y la accesibilidad sean una prioridad. Nos muestra la importancia de adaptar los entornos para que todos puedan ser parte de ellos, no solo para que "otros" puedan integrarse. Y nos recuerda que el proceso de inclusión empieza por reconocer que cada individuo tiene derecho a formar parte de la sociedad tal cual es, con sus fortalezas, con sus necesidades y con sus peculiaridades.
¡Una Tarea para Todos!



Ir al cine

Sorda se estrena el 4 de abril en los cines, y desde aquí, queremos invitar a todos los docentes, equipos directivos, familias y estudiantes de magisterio a verla. Pero no solo a verla, sino a dialogar sobre ella. A llevarla a las redes, a las aulas, a las tutorías, a los proyectos interdisciplinares. Porque este no es solo un estreno cinematográfico; es una oportunidad de iniciar conversaciones profundas sobre la accesibilidad, la participación y el respeto a las diferencias.

El cine tiene un poder único para educar la mirada. Sorda nos muestra cómo podemos transformar nuestras perspectivas y construir una educación en la que nadie se quede fuera. Porque, como dijo alguien en el preestreno de la película en Murcia: “No es una peli sobre sordera. Es una peli sobre cómo nos sentimos cuando el mundo no está preparado para nosotros”.

PD: Agradezco a  A Contracorreiente Films la gentileza de invitarme a ver este estreno adelantado.

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EL MAESTRO INDOLENTE: MONOLOGO CRÍTICO Y HUMOR SOBRE LA EDUCACIÓN, LAS ETIQUETAS Y NUESTRAS PROPIAS RESISTENCIAS

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Hoy celebramos el poder del teatro para provocar, conmover y hacernos pensar.
Y desde la escuela, también necesitamos escenarios donde cuestionar lo que hacemos y cómo lo hacemos.
#DíaMundialdelTeatro. #27demarzo

Por eso, presentamos esta pieza teatral breve:

EL MAESTRO INDOLENTE

(Monólogo crítico y con humor sobre la educación, las etiquetas y nuestras propias resistencias)

Un maestro o una maestra de aula ordinaria, con bata raída, taza de café frío en mano y actitud entre resignada y sarcástica.

(Se levanta el telón. El personaje entra al escenario, se acomoda el cuerpo como quien ya lo ha visto todo, toma un sorbo de café frío y comienza su parlamento mirando al público.)

Ay... ¿Tercer ciclo de Primaria? ¿Primer ciclo de ESO?
¡Esto es supervivencia, no docencia!
Veintitrés, veinticinco personitas…
Cada una con su historia, su mochila emocional, su familia…
Y, por supuesto, su diagnóstico.
Porque ahora todos vienen con “papelito”.
Como si fueran electrodomésticos:
Con garantía, pero sin instrucciones claras de uso.
A nosotros nos dicen:
- Aquí tenéis a Óscar, que tiene TDAH.
Pues ya está. ¡Diagnóstico hecho! ¿Para qué más?
Si se levanta, si grita, si da vueltas como un ventilador… es “lo suyo”.
Acéptalo, que no es que la clase esté pensada para estatuas, no.
¡Es él, pobrecico! ¡Bastante tiene!

(Mirada cómplice, gesto de aprobación al público.)

Pero no pasa nada, porque luego viene la orientadora con sus “sugerencias didácticas”.
Ella sugiere... nunca impone... ¡claro!
Grupos cooperativos, aprendizaje multinivel, ajustes razonables...
Y yo pienso: "Pero tú, aconsejadora, ¿has estado en una clase en mayo, con 27 grados y 23 criaturas sudando y discutiendo por un rotulador rojo?"
¡Ven tú, lo multinivelas, lo ajustas y luego me aconsejas!
O que se los lleve la PT, que para eso está, ¿no?

(Se cruza de brazos.)

A mí no me engañan.
Estas modas de la educación inclusiva… lo que quieren es que trabajemos más.
¡Eso sí! No bajan las ratios, pero sí el listón.
Que al final vamos a empezar a enseñar a leer… ¡en Bachillerato!
¿Personalizar el aprendizaje? ¿Diseñar tareas variadas?
¿Permitir diferentes formas de expresión?
¡Menudas milongas!
Con lo bien que van las fichas de lengua de la editorial.
¡Eso sí es sostenibilidad!
Yo las fotocopio y las reciclo.
¡Rediseñar, dice! ¡Patrañas!

(Con tono sarcástico.)

Y ojo, que no me voy a quejar…
Los diagnósticos vienen muy bien, ¿eh?
A las familias, para explicar por qué su hijo no hace nada y ellos no pueden ayudarle.
A los críos, para decir: “Yo no puedo, es que tengo dislexia”.
Y a mí… para no tener que inventarme nada nuevo.
Y justificar por qué el niño no progresa.

(Se sienta, suspira con cansancio teatral.)

¿Para qué tanto lío?
Total, ya sé lo que van a dar de sí:
Martina escribe mal porque es disléxica. ¿Qué quiere que haga?
Carlos habla mucho porque es de altas capacidades ,- vamos, un listillo-.
Ainara no mira a los ojos porque tiene TEA.- ¡¡¡Vaga!!! - eso es lo que es.
Y Óscar… bueno, Óscar es “el caso”.

(Pausa dramática. Se vuelve más reflexivo.

Y claro, luego vienen las quejas:
- "Es que no aprenden, es que interrumpen, es que molestan..."
Pero no vemos que muchas veces lo que estamos castigando no es su conducta, sino su manera de estar en el mundo.
Porque lo que hacen no encaja, y entonces lo censuramos con informes, con frases lapidarias, con ese “pobrecico, bastante tiene”…
Y así, les quitamos hasta el derecho a intentar.

(Se levanta, camina unos pasos.)

Al final, la etiqueta funciona como un calmante institucional.
Le ponemos nombre a la diferencia, la explicamos, y ya no hay que cambiar nada.
¿Para qué mirar el contexto?
¿Para qué revisar la metodología, los tiempos, los espacios?
No hay esfuerzo por cambiar el medio. Solo controlarlo.
Eso sí: el niño “viene así”.

(Pausa. Sonríe con cierta tristeza.)

Y las familias... también tienen lo suyo.
El otro día, la madre de Óscar me esperó a la salida —como si yo tuviera atención 24 horas— y me dice:
- Sé que mi hijo a veces se pierde, pero tiene muchas ganas de aprender. Solo necesita que alguien lo acompañe.
Y yo, claro, le solté mi frase de siempre:
- Con el diagnóstico que tiene... ya hacemos lo que podemos, señora.
Y ella me respondió:
- Yo también tengo diagnóstico, maestro.
Soy madre. Y ese no se archiva. Se lleva las 24 horas del día, los 365 días del año.

(Silencio. Una mosca. Me quedo helado.)

Y ahí…
me dio un pinchazo.
Pequeñito. Como de conciencia.
Pero se me pasó enseguida cuando recordé que tenía que corregir 23 exámenes de sociales.
Que eso sí que es importante: saber quién se ha esforzado y quién no.
Como si el esfuerzo fuera igual para todos.

(Mira al público, la ironía disminuye.)

La verdad es que a veces me asomo al aula de Elisa.
La joven. La entusiasta.
Ella trabaja por estaciones de aprendizaje… ¡vamos a poner el Metro en la escuela!
Rincones, materiales variados, estrategias diferentes para acceder y expresar, tiempos flexibles…
Da opciones para que la actividad se adapte al alumno y no al revés.
Los alumnos hablan, comparten, aprenden entre ellos…
Como si fuera… ¿cómo se llama?
¡Ah, sí! Una escuela cooperativa.
Óscar la mira desde la puerta.
Le brillan los ojos.
Y yo pienso:
-“Qué peligro esa inclusión para el nivel educativo.”

(Silencio. Vuelve el humor, más ácido.)

Bueno, yo cierro la puerta a las 14:05.
Que a mí no me pagan horas extras.
Y otro día sin partes.
Sin lloros.
Y, sobre todo, sin pensar demasiado.
Eso también es inclusión, ¿no?
Todos felices.

(Se encoge de hombros.)

Y si no… siempre me quedará el informe:
- “El alumno no sabe, no puede, no hace”.
La fotocopia como recurso para atender a la diversidad.
Los PTs y ALs para que me saquen a los críos y me liberen un rato.
Porque, claro…
“Cada alumno ya viene con lo suyo.”

(Se pone de pie. Mira al público. Media sonrisa triste.)

Lo que nunca digo es que, en el fondo,
los que tenemos “lo nuestro”…somos nosotros y nuestras propias resistncias.

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SABEMOS LO QUE FUNCIONA … ¿POR QUÉ NO LO HACEMOS? LA GRAN PARADOJA EDUCATIVA

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Hace poco, preparando una formación con docentes, me volví a topar con una de esas preguntas incómodas que llevo años haciéndome:
Si la investigación educativa nos dice claramente qué estrategias funcionan mejor… ¿por qué no las implementamos sistemáticamente en nuestras aulas?

Lo cierto es que esta paradoja no deja de asombrarme. En otras profesiones, como la medicina, sería impensable ignorar la evidencia científica. Nadie aceptaría un tratamiento basado en la intuición o en la costumbre. Pero en educación… todavía sucede.

Hoy quiero compartir algunas de las respuestas que he ido encontrando a lo largo de mi trayectoria y, sobre todo, las estrategias que he podido comprobar que funcionan. Y no lo digo yo, lo dicen más de 50.000 estudios analizados en los metaanálisis de John Hattie, que involucraron a más de 240 millones de estudiantes de todo el mundo.

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Tamaño de efecto

Hattie consiguió poner sobre la mesa lo que llamamos tamaño del efecto, una medida que nos dice cuánto impacto real tiene una estrategia educativa en el aprendizaje de los estudiantes. Para que nos entendamos:
  • Un tamaño de efecto superior a 0,4 es altamente significativo y se sitúa en la llamada zona de impacto deseada.
  • Por debajo de 0,4, el impacto es menor o irrelevante.
¿Y sabéis qué? Hay prácticas habituales que incluso tienen efectos negativos. Por ejemplo, las expulsiones o suspensiones temporales tienen un tamaño de efecto de -0,25. Es decir: no solo no ayudan, sino que perjudican.

Las 5 estrategias con impacto, que me gustan y que siempre recomiendo  usar mucho más

Después de mucho leer, aplicar  (todas ellas las cotempla DUA ) y reflexionar con otros docentes, me quedo ( por estensión del post) con  cinco estrategias que, según la evidencia, funcionan y que, además, con las que yo he visto transformar aulas y alumnos:

1. Enseñanza recíproca (tamaño del efecto: 0,73) 

Aprender enseñando a otros. Cuando los alumnos explican a sus compañeros, formulan preguntas, resumen y aclaran dudas, no solo ayudan al otro, sino que consolidan su propio aprendizaje.
Recuerdo un grupo segundo de ESO resolver problemas de geometría o de ecuaciones de manera ccooperativa en equipo. Cuando lo hacíamoscomo tutoría entre iguales, casda pareja se explicaba mutuamente el procedimiento ( mediante una dinámica establecida y conocida por ambos). Los errores se convertían en oportunidades para reforzar conceptos. Eso es aprendizaje auténtico.

2. Retroalimentación eficaz (tamaño del efecto: 0,74)

Cuando las profes o los maestros hacemos evaluación formativa por medio de la retroalimentación efectiva, que no es corregir o puntuar tras un examen sino … sino proporcionar a nuestros alumnos información clara, específica y orientada a la acción sobre qué se está haciendo, si se ha hecho bien y cómo mejorar. Es una evaluación en proceso, una evaluación para aprender, no para sancionar. .
¿Por qué no la damos siempre? Porque requiere sistematicidad, entrenamiento docente, tiempo, un tiempo que no tenemos en esta porque estamos acostumbrados al aprendizaje mcdonalds, al fast learning en lugar del slow learning , escucha activa y entrenamiento docente. La retroalimentación superficial es rápida; la buena retroalimentación lleva trabajo. 

3. Autoverbalización y autocuestionamiento (tamaño del efecto: 0,64)

Consiste en que el alumno verbalice su proceso de pensamiento, en voz alta o por escrito. Preguntarse: ¿qué estoy haciendo? ¿por qué elijo este camino?
En una clase, pedí a los alumnos que resolvieran un problema matemático y, lo hieran oral para "obligarles" a narrar sus pasos, a escucharse durante el proceso. Fue una lección sobre pensamiento estratégico, mucho más valiosa que llegar a la respuesta correcta sin entender el proceso.
¿Por qué no lo fomentamos más? Porque en la escuela muchas veces premiamos solo la respuesta correcta y no el proceso de pensamiento. Parece que entrenamos a nuestros alumnos para hacer test, o para sacarse oposiciones …y no para desarrollar su mente.
Las autoverbalizaciones son un ejercicio espléndido para desarrollar esa función ejecutiva de monitoreo que es tan importante para el aprendizaje.

4. Metacognición (tamaño del efecto: 0,69)

Pensar sobre cómo pensamos. La metacognición es la clave para que los alumnos sean aprendices autónomos y fomentar la autorregulación.
Si al final de cada proyectopreguntáramos sobre lo que ha funcionado mejor; lo qu e cambiaríais la próxima vez; cómo resolvimos tal dificulta....haríamos visible el aprendizaje para el alumando.  Se trata, y exige, un cambio cultural: pasar del “hacer por hacer” a la reflexión continua sobre el propio aprendizaje.

5. Resolución de problemas (tamaño del efecto: 0,61)

Plantear, investigar y encontrar soluciones. Esto va más allá de resolver ejercicios: es pensar, crear, experimentar.
Recuerdo a un proyecto con un grupo de alumnos al que se le pedía que diseñaran un plan para reducir el consumo de papel en el colegio. No solo aprendieron contenidos, sino que desarrollaron habilidades de pensamiento crítico, trabajo colaborativo y responsabilidad social. ¿Por qué no es el eje central en los diseños instruccionales? Porque a veces la presión por "llegar a todo el temario" impide detenernos en procesos de indagación más largos y ricos
 

¿Por qué no se enseñan estas estrategias en la formación inicial del profesorado?

Esta es otra de esas preguntas del millón de euros. La respuesta tiene que ver con varios factores:
  • La formación docente sigue centrada, en muchos casos, en contenidos teóricos, planificación y normativa. Poco sobre cómo enseñar, cómo retroalimentar, cómo diseñar tareas que enseñen a pensar.
  • Falta de modelos reales: muchos futuros docentes salen de la universidad sin haber visto ni practicado una retroalimentación efectiva o una sesión de enseñanza recíproca.
  • La desconexión entre universidad y aula real sigue siendo un muro difícil de derribar.
Y así, muchos profesores aprenden "a base de ensayo y error", con el consiguiente desgaste personal y profesional.
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¿Qué podemos hacer?

Este post no sería completo si no incluyera propuestas:
  • Para los docentes: Atrevámonos a probar. Empezar poco a poco: una sesión de enseñanza recíproca, un feedback más elaborado, un tiempo de reflexión metacognitiva al final de clase.
  • Para las familias: Preguntar a nuestros hijos: ¿Qué has aprendido hoy? y, sobre todo, ¿cómo lo has aprendido? Ayudarles a entender que el error forma parte del proceso.
  • Para las facultades de Educaión y responsables de la formación inicial y continua: Diseñar programas centrados en la práctica real, con estrategias contrastadas. No más formación que solo se queda en la teoría; necesitamos formarnos en metacognición, retroalimentación y resolución de problemas, en escenarios auténticos y supervisados.

Para terminar…

La investigación educativa ya ha hecho su parte: nos ha mostrado qué funciona. El reto ahora es que cada uno de nosotros, desde nuestras aulas, centros y equipos de trabajo, dé el paso. La transformación no vendrá de grandes discursos, sino de pequeñas decisiones cotidianas que cambien la forma en que enseñamos y evaluamos.
Como me gusta recordar, parafraseando a Hattie:
El aprendizaje debe ser visible para el alumno, y la enseñanza visible para el docente.

¿Y tú? ¿Qué estrategia vas a probar mañana en tu aula?

Te leo en los comentarios. ¡Sigamos transformando la escuela!




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¿ES POSIBLE CONSTRUIR UNA EDUCACIÓN INCLUSIVA SIN RENUNCIAR A LA CALIDAD?

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Hace unas semanas, en el I Congreso de Educación Inclusiva incluyoYO, celebrado en mi ciudad , Murcia, figuras como Mel Ainscow, Gerardo Echeita y Pilar Arnaiz abordaron la importancia de garantizar el derecho a una educación equitativa y de calidad para todo el alumnado en la escuela del siglo XXI
Sin embargo, un compañero asistente al Congreso me pidio que comentáramos una cuestión que resuena con fuerza en el debate educativo actual: ¿es posible una educación inclusiva sin que esto implique rebajar el nivel de exigencia? 
¿Flexibilidad y rigor pueden coexistir en la escuela inclusiva? 
Se trata de una de las preocupaciones recurrentes entre docentes y familias: esa mirada que iguala flexibilidad a rebajar "el nivel"; esa mirada que traduce enseñanza para todos en menores expectativas para "los mejores".
Este dilema, que parece colocar la accesibilidad y la exigencia en polos opuestos, es una construcción errónea que necesitamos desmontar. Permitidme argumentar esta tesis.

Lupa, Flexibilidad, Personalidad
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¿Flexibilidad o exigencia? Un debate mal planteado.

Uno de los mayores obstáculos para avanzar hacia una educación verdaderamente inclusiva es la idea de que adaptarse a la diversidad supone reducir los estándares (de lo que algunos entienden como calidad) en educación. La realidad es justo la contraria: un sistema rígido e inflexible es el que realmente impide que todo el alumando alcance su máximo potencial.
Si observamos las investigaciones en educación inclusiva y equidad, encontramos que un diseño de enseñanza flexible no significa bajar el nivel, sino proporcionar diferentes caminos para alcanzar objetivos comunes (CAST, 2018). Como bien me comentó Mel (Ainscow)  durante la conversación de la cena celebrad en honor a los ponentes en el Congreso  
la clave está en transformar las barreras del sistema, no en ajustar las expectativas del alumno
Practicando mi entrenamiento funcioanl en MuiFit, el gimnasode mi barrio, vi unametáfora válida para eenteder esto. Cada persona que entramos al gimnasio, tenemos diferentes niveles de condición física y nivel de objetivos. Sin embargo, el sistema de entrenamiento no nos impone la misma rutina: unos trabajamos con pesas, otros con ejercicios funcionales o cardiovasculares, pero a todos y todas se nos permite el acceso, se nos flexibiliza la partcicipación y recibimos los apoyos  necesarios para progresar sin que nadie cuestione nuestro esfuerzo y sin dejarnos fuera de lo que ocurre allí. En educación, debería suceder algo parecido : no se trata de que algunos estudiantes carguen con menos peso, sino de que todos tengan acceso a estrategias que les permitan desarrollar su máximo potencial. 

Estrategias para crear diseños instruccionales flexibles y exigentes

Es necesario que entendamos que flexibilidad es el antónimo de rigidez. Tambien que accesibidad y facilitar son sinónimo de "dar posibilidades y oportundades". Y por último, que apoyar, guiar, mediar, modelar y andamiar no sólo son estrategias reconocidas en la pedagogía, sino que constituyen prácticas esenciales para el aprendizaje significativo, ya que permiten a los aprendices avanzar con seguridad, autonomía y comprensión profunda y, además, son prácticas reconocidas en la pedagogía como elementos clave para una educación de calidad. Echemos un vistazo a todas ellas:

  • Lev Vygotsky, ya en 1978, planteó que el aprendizaje ocurre en la Zona de Desarrollo Próximo, donde el aprendiz necesita apoyo externo y andamiaje para alcanzar niveles superiores de conocimiento. También que estrategias como la mediación y el modelado permiten que el docente, o el compañero más avanzado, guíe los aprendizajes hasta que el estudiante logre autonomía.
  • Aprendizaje Basado en la Indagación (ABI) es una metodología activa donde los estudiantes desarrollan conocimiento mediante la exploración de preguntas, la formulación de hipótesis y la búsqueda de soluciones y requiere que el docente adopte un rol de facilitador, ofreciendo apoyo gradual en función de las necesidades del estudiante. El Aprendizaje Basado en la Indagación (ABI) y el Método Científico comparten una estructura y un enfoque común: ambos promueven la exploración, la formulación de preguntas, la experimentación y la construcción del conocimientoa poyados en evidencias .
  • Albert Bandura en los años 80, en su teoría del aprendizaje social, demostró que los estudiantes aprenden observando, imitando y modelando comportamientos y habilidades. Los docentes podemos modelar procesos cognitivos como por ejemplo la autorregulación, la resolución de problemas, el pensamiento crítico ...
  • La mediación educativa implica que el docente facilita el aprendizaje a través del juego, el diálogo, el cuestionamiento y la retroalimentación efectiva. Según Mercer y Littleton (2007) , el aprendizaje dialógico mejora la comprensión conceptual y la capacidad argumentativa de los estudiantes. 

Si queremos que flexibilidad y exigencia convivan en nuestras aulas, debemos estructurar el aprendizaje con enfoques que permitan a cada estudiante acceder a los contenidos y avanzar con altos estándares. Aquí es donde metodologías como el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) y la enseñanza multinivel juegan un papel clave.
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1. Enseñanza multinivel: Diferentes caminos, mismos objetivos

Diseñar actividades con distintos niveles de profundidad permite que cada estudiante progrese dentro del mismo marco de aprendizaje. No todos llegarán al conocimiento por la misma vía ni de la misma forma, pero todos tendrán la oportunidad de alcanzarlo a su máximo potencial individual.
Ejemplo en el aula: Un profesor de matemáticas que trabaja ecuaciones, puede proponer cuatro niveles de actividad: 
  • Nivel 1: Resolver ecuaciones básicas con apoyo visual.
  • Nivel 2: Resolver ecuaciones básicas desde aplicaciones como Mathigon
  • Nivel 3: Aplicar ecuaciones a problemas de la vida cotidiana.
  • Nivel 4: Diseñar un problema matemático y resolverlo con diferentes métodos de ecuaciones.
La taxonomía de Bloom (Creada por Bemjamin Bloom y sus colaboradores en 1956 y revisada por Lorin Anderson y David R. Krathwohl, en 2001, nos porporciona un marco educativo para la multinivelacion en la cual  todo el alumando trabaja el mismo concepto, pero desde niveles de complejidad cognitiva ajustados a sus capacidades, asegurando que nadie quede excluido.

Así, a medida que los estudiantes trabajan para desarrollar una variedad de fluidez (por ejemplo, visual, auditiva, matemática, lectura, etc.), múltiples andamiajes pueden servir de apoyo y ayudarlos a explorar, experimentar, practicar y desarrollar confianza. Esta experiencia de participar en la exploración, la experimentación y la práctica ocurre cuando puede tener lugar un aprendizaje significativo y auténtico.

2. Modelos de enseñanza flexibles sin perder estructura: Las estaciones de aprendizaje

Las estrategias de aprendizaje activo, como la rotación por estaciones, permiten adaptar la enseñanza sin perder el rigor académico.
Ejemplo en el aula: En una clase de historia sobre la Revolución Francesa, el aula se divide en estaciones de aprendizaje:
  • En una, un o una docente explica mediante una instrucción directa y oral los conceptos clave.
  • En otra, el alumando  trabaja en equipo utilizando fuentes históricas.
  • En una tercera, gruposa de apredices reflexionan individualmente y elaboran preguntas a partir de varios textos ofrecidos por el docente.
Así, cada estudiante encuentra un espacio adecuado a su forma de aprender, sin que el nivel de exigencia disminuya.

3. Aprendizaje Basado en Proyectos: Exigencia a través del trabajo en equipo, la indagación y la creatividad

El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) permite trabajar desde la investigación, la indagación, la resolución de problemas y la producción de resultados de calidad.

Ejemplo en el aula: En una unidad sobre medio ambiente, se pueden seguir las siguientes fases:
  1. Presentar el proyecto de aprendizaje, los objetivos y la finalidad del proyecto .
  2. Analizar datos sobre contaminación para conectar con las ideas previas,
  3. Explorar, investigar, debatir y prototipar ideas meiante acciones de ensayo -error. 
  4. Diseñar propuestas sostenibles, basadas en el rigor conceptual y cientñifico.
  5. Presentar sus soluciones a la comunidad educativa.
  6. Extraer  conclusiones y realizar procesos de transferencia.
Este tipo de aprendizaje requiere rigor, pensamiento crítico y autonomía, y esto se puede hacer sin excluir a nadie. La estructura de las aulas del futuro, por ejemplo,  están diseñadas como espacios para a desarrollar un aprendizaje desde estos modelos.

La consideración 5.3 del DUA: Desarrolle fluidez con apoyo gradual para la práctica y el desempeño.
nos orienta a que, en el  ABP en lugar de enfatizar el producto final, el aprendizaje más valioso puede tener lugar durante el proceso mismo. Los entornos de aprendizaje pueden apoyar el desarrollo de la fluidez incorporando una variedad de oportunidades de evaluación formativa, así como andamiajes que pueden implementarse gradualmente con el paso del tiempo. Estas evaluaciones formativas y andamiajes pueden ofrecer flexibilidad en términos de andamiajes y apoyos dependiendo de los objetivos y los contextos. 
Es cierto que una cuestión no elimina otra. Es decir, si bien participar en el proceso de aprendizaje en sí es fundamental, el producto final o la interpretación también pueden ser una forma significativa de desarrollar fluidez, ya sea en forma de ensayo, producción dramática o alguna otra forma de expresión. El desempeño puede ofrecer a los estudiantes la oportunidad de sintetizar su aprendizaje de maneras personalmente relevantes y compartirlo con otros.

¿Qué apoyos, modelos, andamiajes, mediadores o recursos se pueden utilizar  sin rebajar la exigencia?

  • Modelos diferenciados para emular (por ejemplo, modelos que demuestren los mismos resultados pero utilicen diferentes enfoques, estrategias, habilidades, etc.).
  • Mentores diferenciados (por ejemplo, profesores/tutores que utilicen diferentes enfoques para motivar, guiar, dar retroalimentación o informar).
  • Andamiajes que puedan liberarse gradualmente a medida que aumenta la independencia y las habilidades (por ejemplo, integrados en software de lectura y escritura digital).
  • Retroalimentación diferenciada (por ejemplo, retroalimentación que sea accesible porque se puede personalizar para cada alumno). En este terreno la Inteligencia artificaial posee cada vez más herramienta para este tipo de apoyos.
  • Ejemplificiones de soluciones novedosas a problemas auténticos.

El cambio de mentalidad que implica que la inclusión no es una concesión

La pregunta clave me la hicieron hace ya algunos años mis estudiantes de Grado en Educacion Primaria. Si estas estrategias son efectivas ¿por qué no se aplican más en los centros educativos? 
Porque aún persiste la idea de que la inclusión es una concesión y no una estrategia para mejorar la educación de todos. 
En palabras de Mel Ainscow (2020)  "todos los estudiantes importan y lo hacen por igual" . Esto no significa tratar a todos iguales, sino dar a cada uno lo que necesita para alcanzar su máximo potencial.

La educación inclusiva es una miradaa educativa que no trata de bajar el nivel, sino de ofrecer las herramientas adecuadas para que todos los estudiantes puedan alcanzarlo. No podemos seguir viendo la flexibilidad como una concesión; debemos asumirla como el camino para eliminar las barreras que impone el sistema.
Para lograrlo, necesitamos un diseño educativo  y un compromiso para:
  • Mantener altas expectativas para todos los estudiantes.
  • Adaptar la enseñanza a la diversidad y no adaptar la diversidad a la enseñanza .
  • Asegurar que todos los estudiantes, independientemente de sus circunstancias, tengan acceso a oportunidades de participación y aprendizaje equitativo y de calidad.

Si conseguimos integrar estos principios en nuestra práctica educativa, lograremos una escuela donde la exigencia no sea un privilegio de unos pocos, sino un derecho de todos.

Y tú, en tu aula o en tu centro educativo, ¿cómo equilibras la flexibilidad con la exigencia? Déjanos tu reflexión en los comentarios. 

¡Sigamos transformando la escuela!

Referencias:

  • Mercer, N., y Littleton, K. (2007). Dialogue and the development of children’s thinking: a sociocultural approach. Londres, Reino Unido: Routledge.
  • Ainscow, M. (2020) Inclusión y equidad en la educación: cómo dar sentido a los desafíos globales. Prospects 49 , 123–134. https://doi.org/10.1007/s11125-020-09506-w



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MÁS ALLÁ DE LOS ESTILOS DE APRENDIZAJE : DESARROLLAR LA FLUIDEZ PARA LA EXPRESIÓN Y LA COMUNICACIÓN

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En muchas ocasiones surgen dudas en mis conversaciones con docentes relacionadas con la creencia de que el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) potencia centrarse en los "puntos fuertes" de los estudiantes, favoreciendo exclusivamente aquellas formas de expresión con las que se sienten más cómodas. Sin embargo, el DUA nos muestra un camino distinto: en lugar de encasillar a los alumnos en un único modo de expresión, nos orienta en fomentar la viedad en la fluidez , permitiendo que el alumnado desarrolle habilidades en diferentes formas para la comunicación y ra expresión del conocimiento.

Esta idea, reforzada en la pausa 5.3 del DUA (ver Pauta para el Diseño Universal para el Aprendizaje , Versión 3.0) nos invita a alejarnos de los enfoques basados ​​en "estilos de aprendizaje" –un concepto ampliamente cuestionado por la investigación educativa (Kirschner, Sweller & Clark, 2013)– ya centrarnos en la importancia de la práctica guiada, la experimentación y el desempeño gradual con apoyos adecuados.
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Fluidez es experimentar, practicar y , esencialmente, desarrollar la expresión

Fomentar la fluidez en el aprendizaje implica algo más que ofrecer opciones para que cada estudiante exprese su conocimiento de la forma en la que se sienta más cómodo. La verdadera meta es proporcionar múltiples oportunidades para que experimenten con diversas formas de expresión—ya sea visual, auditiva, matemática o escrita—y que, a través de la práctica, ganen confianza y destreza en cada una de ellas.

Un entorno de aprendizaje verdaderamente inclusivo no se limita a validar la preferencia de un estudiante por escribir o dibujar, sino que lo guía para que explore otras formas de expresión con apoyo gradual. Se trata de un proceso en el que el alumnado transite  desde el descubrimiento inicial hasta la autonomía, utilizando estrategias como el andamiaje, la mentoría y la retroalimentación diferenciada.

En el aprendizje, como en la cida, el viaje es más trascendental que el destino.

En  un enfoque DUA paara el Aprendizaje BAsado en Proyectos (ABP)  el proceso cobra más importancia que el producto final. Si bien una presentación oral, un ensayo o una producción audiovisual pueden ser formas de evidenciar el aprendizaje, el aprendizaje  verdaderamente valioso sucede durante la exploración y la construcción del conocimiento.

Dsde este enfoques , un diseño desde modelos de el ABP puede jugar un papel clave para generar inclusión, ya que permiten que los aprendices, de manera autónoma ( pero guiada) :

  • Exploren distintas formas de expresión y representación.
  • Refuercen su aprendizaje a través de la práctica activa.
  • Reciban apoyos y retroalimentación en el camino.

Como vemos , los modelos de evaluación formativa, basada en el feedback o retroalimentación  adquieren un rol fundamental, ya que brindan la oportunidad de reajustar, mejorar y adaptar estrategias según las condiciones  individuales y contextuales  asegurando que todos y cada uno de los alumnos y alumnas  puedan avanzar en el desarrollo de la fluidez sin sentirse limitados por una única forma de expresión.

¿Y que estrategias nos recomieda DUA que tengamos en consideración para desarrollar en el aula la fluidez para la expresión y la comunicación ?

Para fomentar esta fluidez, es esencial diseñar experiencias de aprendizaje que permitan a nuestro alumanado practicar, equivocarse y mejorar gradualmente. Según las ecomendaciones de CAST , algunas estrategias de apoyo clave incluyen:
  • Proponer modelos: Mostrar distintos enfoques a través de modelos diferenciados para resolver una tarea o problema, permitiendo que los aprendice  vean diferentes maneras de llegar a una solución.
  • Mentoría diferenciada: Contar con alumnos mentores que en modelos de tutoría entre iguales  proporcionen  guías y ejemplos a sus iguales que facilitan la práctica , dando oportunidades de aprendizaje.
  • Codocencia: Contar con docentes, tutores o adultos en el aula que realizan una evaluación formativa permanete, que adoptatn distintas  su forma de instrucción para eliminar las barreras presentes ene el auala,  proporcionando guías y ejemplos que facilitan la práctica.
  • Utilización de modelos de inteligencia artificial (IA): Utilizar como recurso y apoyo , modelos de de retroalimentación elaborados por la IA para la tutoria y el feedback como interlocutores permanentes del alumando en su proceso de aprendizaje. 
  • Andamiaje: por medio de herramientas digitales, guías paso a paso o ejemplos prácticos que ayudan progresivamente al alumnado a desarrollar habilidades propias y crear agencia en aprendiz,  retirando también  progresivamente, el apoyo a medida que ganan independencia.
  • Retroalimentación: Establecer momentos de reflexion y diálogo sistematizados dentro de las secuencias didácticas que orienten y muestren variedad de soluciones a problemas reales, ajustando y variando  los comentarios según condiciones y contexto.

Construyendo un aprendizaje auténtico y significativo

Cuando promovemos la fluidez en la práctica y en el desempeño, estamos brindando a nuestros alumnos y alumnas  herramientas para enfrentarse a nuevos desafíos con confianza. 
No se trata de encasillar a cada aprendiz en una única forma de expresión, sino de ampliar su repertorio de habilidades y permitirles experimentar distintos caminos hasta encontrar el mejor se ajusta a cada situación.
Si queremos transformar la educación, debemos diseñar entornos donde la exploración, la experimentación y la síntesis del conocimiento formen parte del proceso de aprendizaje. Porque aprender no es solo demostrar lo que sabemos, sino descubrir nuevas maneras de expresarlo y hacerlo nuestro.

Y tú ¿Cómo promueves la fluidez en el aprendizaje en tu aula? Déjame tu comentario y sigamos construyendo juntos una educación más inclusiva , equittiva y de calidad . #DUA #EducaciónInnovadora #AprendizajeAuténtico

Referencias y consultas:

  1. Kirschner, P. A., & van Merriënboer, J. J. G. (2013). Do learners really know best? Urban legends in education. Educational Psychologist, 48(3), 169e183. http://dx.doi.org/10.1080/00461520.2013.804395.
  2. Web de las Directrices UDL 3.0 de CAST https://udlguidelines.cast.org/


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CREANDO NUESTRO PROPIO CAMINO EN LA PEDAGOGIA HOSPITALARIA: UN MODELO BASADO EN EJES TEMÁTICOS

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      Según la Asociación Europea de Pedagogos Hospitalarios –HOPE–, una de las principales dificultades en el desarrollo de la pedagogía hospitalaria es la falta de criterios comunes y de metodología específica que cree un cuerpo de conocimiento con unos rasgos identificables al contexto.

Hace unos años, mientras trabajaba en las aulas hospitalarias, me enfrenté a un desafío que marcó mi carrera y la de muchos de mis compañeros: la falta de un corpus de conocimiento propio para la educación en entornos hospitalarios. Recuerdo esos días en los que pensábamos que nuestras prácticas estaban desprovistas de un marco curricular adaptado a la compleja realidad de nuestros alumnos. La respuesta, en la EAEHD de la Región de Murcia, fue revolucionaria: decidimos crear un currículo anual, variable y flexible, que no solo respondiera a las demandas educativas actuales, sino que también dotara de sentido y singularidad a nuestra labor.


Esta experiencia  marcó profundamente nuestra labor en las aulas hospitlarias y, desde entonces, comparto y debato este modelo con colegas, convirtiéndolo en un eje de formación y consulta. 
Quiero contarles mi historia y los argumentos que sustentan este enfoque, basado en la creación de ejes temáticos que sirven de columna vertebral a un temario contextualizado para las aulas hospitalarias.

La necesidad de un currículo adaptado

Durante mi trabajo en el entorno hospitalario, observé que muchas veces nos veíamos obligados a adaptar contenidos de currículos generales, sin que estos reflejaran la realidad, las limitaciones y las particularidades del entorno en el que enseñábamos. Los espacios, la carga emocional, las necesidades específicas de nuestros alumnos  deribadas de su situación de enfermedad...exigían algo diferente, un currículo que emergiera desde la propia experiencia y contexto  hospitalario y que se apoyara en ejes temáticos cuidadosamente diseñados.
Para nuestro equipo crear este currículo implicó replantear el proceso educativo desde sus cimientos. No se trataba solo de  modificar actividades, sino de transformar el enfoque: dejar de ver las "necesidades educativas" como atributos de los alumnos para identificar las barreras que impone el contexto. 
Esta idea extarída de una perspectiva inclusiva y de autores como CAST y Ainscow han defendido esta perspectiva, orientada a detectar las barreras contextuales, en lugar de etiquetar a las personas. 
Este cambio de paradigma nos permitió repensar la educación hospitalaria como un proceso colectivo, donde el currículo se adapta al entorno y no al revés.

Ejes temáticos: La columna vertebral del conocimiento escolar  desarrolaldo en el entorno hospitalario

Antes de embarcarnos en la creación de este currículo adaptado, tuve la oportunidad de participar en el certamen literario "En mi verso soy libre", una experiencia anual que giraba en torno a una temática distinta y que nos impulsaba a explorar la libertad de expresión y la creatividad. Recuerdo con especial cariño cómo ese certamen no solo celebraba la poesía, sino que también nos ofrecía un marco para unir las artes con otras áreas del conocimiento. Inspirados por esa vivencia, decidimos fusionar ambas ideas y diseñar un temario basado en el eje temático que nos marcaba cada año el certamen. De este modo, no solo dotábamos de un sentido propio y único a nuestro trabajo, sino que también éramos capaces de integrar en proyectos de aprendizaje todos aquellos programas complementarios—como música, arte y tecnología—junto con las ramas esenciales de lengua, historia y matemáticas. 
Esta aproximación integral nos permitió transformar cada proyecto en una experiencia educativa multidisciplinaria, enriqueciendo el aprendizaje de nuestros alumnos de forma holística.
Para construir nuestro currículo, definimos una serie de ejes temáticos , de los que elegíamos el eje anual, que respondían a características fundamentales:
  • Contextualización: Cada eje se enraíza en la realidad del entorno hospitalario. Aquí se toma en cuenta no solo las limitaciones físicas, sino también el ambiente emocional y las necesidades particulares de los alumnos hospitalizados. Recuerdo cómo, en una sesión, adaptamos el contenido de ciencias para incluir ejemplos de la vida en el hospital: desde cómo funciona el cuerpo ante la enfermedad hasta el impacto del entorno en la recuperación.
  • Interdisciplinariedad: Sabíamos que para abordar la complejidad del aprendizaje en un hospital, debíamos integrar conocimientos de pedagogía, psicología, salud y tecnología. Así, en nuestras clases, un mismo proyecto podía incluir desde conceptos matemáticos hasta técnicas de relajación y cuidado personal, facilitando una visión holística que preparaba a los alumnos para afrontar los retos de su entorno.
  • Flexibilidad y adaptabilidad: El modelo debía ser tan dinámico como los contextos en los que se aplicaba. Cada eje permitía adaptaciones según el ritmo individual de los estudiantes, algo crucial en un entorno donde cada día puede presentar desafíos distintos. La flexibilidad nos permitió modificar actividades en función de la condición física y emocional de nuestros alumnos, asegurando que nadie quedará rezagado.
  • Enfoque en competencias: Más allá de la simple transmisión de contenido, los ejes se diseñan para desarrollar competencias clave: académicas, emocionales, sociales y tecnológicas. Así, por ejemplo, en un proyecto de ciencias, no solo se aprenderían conceptos, sino que se fomentaba la autonomía y la resiliencia para superar las dificultades propias del entorno hospitalario.
  • Orientación a la práctica e inclusión: Cada eje temático se vinculó a proyectos y actividades prácticas. Desde debates en grupo hasta actividades creativas, se buscaba siempre que el aprendizaje tuviera una aplicación real. Esto promovía una educación inclusiva, donde se valoraban las diferencias y se fomentaba la colaboración entre docentes, profesionales de la salud, familias y, por supuesto, los propios alumnos.
  • Innovación y uso de TIC: No podíamos dejar de lado la tecnología. Incorporamos herramientas digitales para facilitar la enseñanza y el seguimiento pedagógico. Desde aplicaciones interactivas hasta plataformas de aprendizaje colaborativo, la tecnología se convierte en un recurso esencial para transformar el aprendizaje en un entorno hospitalario.
  • Colaboración y redes de apoyo: Finalmente, creamos espacios para la colaboración interinstitucional y el intercambio de experiencias. La creación de redes de apoyo entre centros, familias y profesionales de la salud fue fundamental para enriquecer nuestro modelo y garantizar que cada alumno tuviera acceso a una educación de calidad, incluso en circunstancias tan desafiantes.

Un modelo que transforma mi experiencia personal: proyectos de bienestar.

Recuerdo con especial cariño una de las primeras veces que implementamos este modelo. Un grupo de alumnos, con estados de salud, con ritmos y capacidades muy diversas, se embarcaba en propuestas dentro de un proyecto que integraba varios conocimientos: ciencias, matemáticas y habilidades sociales. El objetivo era diseñar pequeños "proyectos de bienestar" que abordaran temas de salud, resiliencia, el desarrollo emocional y el cuidado personal.... Cada actividad se debía adaptar  a las condiciones del hospital y se orientría  a desarrollar competencias prácticas más allá del conocmiento académico.

Lo que supuso un impacto fue ver cómo, a través de este enfoque, cada alumno y cada alumna encontraba su espacio. Los que solían ser más reacios en venir a la escuela y abandonar su "confortable y protegida" cama al lado de su mamá, se involucraban de manera sorprendente y los más avispados y resueltos se sentían  motivados y felices por participar en clase. Los proyectos y la escuela del hospital eran "su sitio seguro", Con estos proyectos no es que mejoraran sus resultados académicos (es algo que era difícilmente constatable por los tiempos de permanencia en el hospital), pero sí fortalecían su identidad como alumno en el hospital,  mejoraban el sentido de comunidad  y pertenencia al grupo , algo que, en un entorno hospitalario, es tan esencial.





Reflexiones y perspectivas para el futuro

Compartir esta experiencia con mis colegas docentes hospitalarios y con la comunidad educativa ha sido, y sigue siendo, fundamental para promover un cambio real en la pedagogía hospitalaria. 
Por un lado, hemos desarrollado un currículo escolar formal que cumple el objetivo primordial de evitar la desventaja curricular del alumno en situación de enfermedad, proporcionando continuidad en su proceso educativo y reorientando su escolarización tras este período. Este currículo se plasma en una atención individualizada, adaptada a las necesidades y ritmos de aprendizaje propios de cada alumno, permitiendo que cada niño y niña avance de manera autónoma, recibiendo el apoyo específico que requiera.
Paralelamente, se implementa un currículo basado en el contexto hospitalario, materializado a través de proyectos compartidos que involucran a todo el alumno de forma internivelar. Este enfoque responde esencialmente a las necesidades emocionales y de bienestar de los estudiantes, complementando un currículo que, aunque no está explícitamente formalizado en la legislación, es indispensable en este contexto.
Este enfoque dual no solo enriquece el contenido académico, sino que también fomenta el trabajo colaborativo, la resiliencia y la integración de áreas complementarias como las artes, las tecnologías y las humanidades. De esta manera, se crea una experiencia educativa holística que transforma la crudeza del día a día en el entorno hospitalario en una experiencia de aprendizaje memorable. Este currículo dual se convierte en un verdadero proyecto de bienestar, destinado a mejorar tanto la experiencia emocional como la formación integral de cada alumno.

¡Gracias por acompañarme en este post! Espero que estas ideas inspiren nuevas estrategias tanto en las aulas ordinarias como en las hospitalarias.



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AUTORREGULACIÓN DEL APRENDIZAJE: CLAVE PARA EL ÉXITO ACADÉMICO Y PERSONAL


La nueva educación se ha decidido por pensar que aprender no es solo cuestión de asistir a clase, tomar apuntes y/o hacer los deberes. Aprender, de verdad, implica tomar el control de su propio proceso, decidir qué estrategias le funcionan, gestionar su tiempo y, sobre todo, enfrentarse a la frustración de no comprender algo a la primera. Este proceso, conocido como autorregulación del aprendizaje , es una de las habilidades más valiosas que podemos desarrollar en nuestros alumnos.
La autorregulación del aprendizaje es un proceso mediante el cual los estudiantes regulan su propia conducta, enfocándola en la adquisición de un contenido, habilidad o tarea académica (1).  Este proceso implica el uso selectivo de procesos específicos que deben adaptarse personalmente a cada tarea del aprendizaje (1). Según Zimmerman, la autorregulación del aprendizaje implica no solo un conocimiento detallado de una habilidad, sino que también involucra la autoconciencia, la automotivación y la habilidad de comportamiento para implementar ese conocimiento de manera apropiada (2)
Si miramos a nuestro alrededor, vemos ejemplos de autorregulación en muchos ámbitos de la vida cotidiana. Desde el músico que ajusta su técnica tras cada ensayo, hasta el atleta que modifica su entrenamiento según su rendimiento, la autorregulación es lo que permite a las personas mejorar de manera autónoma. En el aula, sucede lo mismo. Una niña o un niño que aprende a regular su conducta para lograr un objetivo académico tiene más posibilidades de éxito que aquellos que espera pasivamente la instrucción de su profesora.

6 Herramientas para aprender a aprender

Uno de los primeros pasos para que un aprendiz pueda autorregular su aprendizaje es que sea consciente de sus emociones, sus fortalezas y sus dificultades. 
La autoconciencia emocional es la capacidad básica para comprender nuestros propios procesos internos y para relacionarnos adecuadamente con los demás. En este contexto, la conciencia emocional es la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y es la base de la inteligencia emocional y las habilidades sociales. La autoconciencia emocional es un componente esencial, porque las emociones juegan un papel fundamental en la motivación y en la capacidad de afrontar desafíos.
Para desarrollar esta capacidad en el aula, podemos utilizar estrategias creativas. 
Por ejemplo, una actividad interesante consiste en pedir a los alumnos que dibujen un círculo dividido en ocho secciones, como un pastel (La tarta de las emociones)  y asignar un color o una imagen a cada emoción que experimentan con frecuencia. El tamaño de la porción dependerá de si experimentamos esa emoción en mayor o menor medida. Este ejercicio no solo les ayuda a conocer su estado global y a  identificar sus emociones, sino que también abre un espacio para poder hablar sobre cómo influyen en estas emociones en su rendimiento académico.poniéndoles ejemplos sobre ellas y resolviendo sus dudas.Una vez que el alumnado reconoce sus emociones, puede comenzar a gestionarlas de manera efectiva. 

Otra herramienta que ha demostrado ser efectiva en el desarrollo de la autorregulación es la conciencia plena. Esta técnica ayuda a los alumnos a estar presentes en el momento, a reconocer sus pensamientos sin juzgarlos ya enfocarse en la tarea con mayor claridad. En la práctica, podemos incorporar pausas de reflexión antes de comenzar una actividad compleja, para tener conciencia plena del para qué vamos aprender lo que vamos a aprender.


La reflexión también es clave. Cuando un aprendiz se toma un momento para analizar cómo ha trabajado en una tarea, qué le ha funcionado y qué puede mejorar, está entrenando su capacidad de monitorear su propio aprendizaje. Un ejercicio útil es realizar autoevaluaciones tras las tareas y autoresponderse preguntas como: 
¿Qué hice bien en esta tarea? ¿Qué dificultades encontré? ¿Cómo podría mejorar la próxima vez?

Existen diversas estrategias que puedes utilizar para ayudar a tus alumnos a desarrollar las funciones de monitoreo. Por ejemplo:

  • Revisar sistemáticamnte los objetivos claros: Ayuda a los estudiantes a establecer sus metas a corto y a largo plazo y a trabajar hacia ellas de manera constante moitoreando sus progresos y haciendo ajustes necesarios en el camino
  • Enseñar a los estudiantes a establecer prioridades: Enséñales a los estudiantes a establecer prioridades y a enfocarse en las tareas más importantes primero. Esto les ayudará a ser más eficientes y a completar sus tareas de manera más efectiva.
Estos momentos de metacognición no solo mejoran la capacidad de aprender de los errores, sino que refuerzan la autonomía y la confianza en sus propias estrategias de aprendizaje.
La motivación es otro pilar fundamental en la autorregulación. Un estudiante desmotivado difícilmente encontrará razones para organizar su tiempo, reflexionar sobre su progreso o ajustar su forma de aprender. Para fomentar la automotivación en el aula, son necesarias  tres  acciones clave: 
  • Establecer objetivos claros y alcanzables : Saber hacia dónde se dirige el aprendizaje da sentido a cada tarea.
  • Fomentar la creatividad y la exploración : Los estudiantes se comprometen más con lo que les interesa. Darles opciones en sus proyectos o permitirles elegir cómo presentar un trabajo puede aumentar su motivación intrínseca.
  • Proporcionar retroalimentación significativa : No basta con señalar errores, hay que mostrar caminos para mejorar. Es evidente que una corrección acompañada de una pregunta reflexiva ¿Cómo podrías haber enfocado esto de otra manera? es más valiosa que un simple "mal hecho".
Además, la gestión del tiempo es un factor determinante en la autorregulación. Cada vez más alumnado  tiene dificultades para organizarse, lo que les lleva a acumular tareas, a saturar la memori de trabajo  o a postergar el estudio. Una estrategia útil es enseñarles a dividir grandes tareas en pasos pequeños y manejables. Unos chicos que tienen que preparar una exposición pueden empezar por buscar información un día, estructurar sus ideas al siguiente y ensayar poco a poco, en lugar de hacerlo todo la noche anterior.

Cambiar el rol de transmisores de contenido a facilitadores del aprendizaje

Cuando enseñamos autorregulación, no solo estamos ayudando a los alumnos a mejorar sus resultados académicos, sino que les estamos dando una herramienta fundamental para la vida. Saber cómo enfrentarse a un problema, ajustar estrategias y perseverar ante la dificultad es una habilidad que les servirá en cualquier ámbito, ya sea en la universidad, en el trabajo o en su vida personal.
Para los docentes, esto implica cambiar el rol de transmisores de contenido a facilitadores del aprendizaje. Más que evaluar solo el producto final, debemos observar el proceso, guiando a los estudiantes para que comprendan cómo aprenden y cómo pueden mejorar.
Si logramos que lnestro alumnado sea más consciente de su propio aprendizaje, más reflexivo sobre sus emociones y más estratégico en la manera en que abordan sus tareas, no solo estaremos formando personas competentes, sino personas con las herramientas necesarias para afrontar los retos del futuro.

Porque aprender no es solo recibir información, es saber cómo utilizarla, y en ese camino, la autorregulación es el mejor aliado

Rueda de las emociones de Robert Plutchik

 Rueda de las emociones según Plutchik (2006)

Sobre todo esto hemos tambie hablado en Plaza Pública, en el podcast Transformando Escuela. Puedes ecuchar el programa AQUÍ























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