Jose Blas García Pérez. Con la tecnología de Blogger.

LA MAESTRA . UN LIBRO DE JOSE ANTONIO LUCERO PARA DISFRUTAR ESTE VERANO

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Quiero comenzar este post disculpándome sinceramente contigo, José Antonio. Ha pasado más tiempo del que hubiera deseado desde que me regalaste La maestra, y lamento no haber podido leerla, pero deseaba hacerlo  con la calma y la atención que merece. Quizás los libros —como las personas— también encuentran su momento. Y el de esta novela me ha llegado ahora, con la pausa y la disposición adecuada para saborearla como merece.

De todo corazón, gracias por ese regalo tan especial y por tu preciosa dedicatoria, que empieza con una frase que hoy hago mía: “mi admiración es mutua”.


Tu obsequio se ha convertido en la auténtica joya del verano de 25. He disfrutado enormemente de su lectura: ágil, amable y emocionante. Me ha atrapado ese estilo tan envolvente que, con sus constantes saltos temporales, va tejiendo encuentros entre pasado y presente, y ha mantendo en vilo  mi interés de lector. Las descripciones —especialmente de las personas— son tan vívidas y profundas que han logrado traerme a los personajes al lado. Los he sentido cerca, incluso en cuerpo  ( pues pretedia encontrar a Lali en cada maestra que conozco) y , especialmente, en mente.

Los personajes de esta novel son de los te dejan huella: Entrañables, complejos, humanos.... Nada de caricaturas ni de maniqueísmos. Aunque la historia se posiciona con claridad del lado de una maestra republicana —Lali—, la mirada que ofrece la novela es profundamente humana. No hay buenos ni malos absolutos. Hay personas, con sus contradicciones, sus heridas y sus esperanzas. Y eso, en una novela ambientada en uno de los episodios más trágicos de nuestra historia, es un logro admirable. Entrañable el alumno travieso Roque (el “peor de la clase”, se queda contigo); sor María, las mujeres republicanas compañeras de la cárcel, Salvador ... todos tienen una fuerza narrativa única;Lali, (cómo no)  atrapada entre la vocación y la guerra,un corazón , un alma moral, el personaje de fuerza del libro; y Juana, con su alma guerrera, dispuesta a sacrificarlo todo menos sus valores más íntimos... 

A partir de la mitad, la historia se acelera. Y ya no puedes soltarla. Avanzas capítulo tras capítulo queriendo descubrir cómo terminará esa vida atravesada por la vocación y el compromiso. Un final entrañable, que quizá se insinúa en las últimas páginas, pero que aun así emociona profundamente.

Como lectura para un maestro Lali encarna a las maestras de la Institución Libre de Enseñanza, reflejo de una escuela progresista, humanista y comprometida. La maestra transmite algo muy valioso: el sentido profundo de la labor docente. Lo hace con sensibilidad, con emoción y con justicia. 

Y por eso, querido José Antonio, gracias otra vez por este regalo. No solo por el libro en sí, sino por la historia que cuenta, por los recuerdos que evoca y por el respeto que contagia hacia quienes decidieron enseñar, incluso en los tiempos más oscuros.

LA IMPLENTACIÓN DEL DUA ¿ ES UNA AMENAZA PARA LOS Y LAS ESPECIALISTAS EN ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD O UN REFUERZO A SU ROL INCLUSIVO?

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 Una de las preguntas más frecuentes de los especiliastas en atención a la diversidad cuando hablamos de Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) en contextos reales es:

¿Y entonces qué papel jugamos los especialistas en atención a la diversidad?
Esta duda, que aparece de forma reiterativa, pero muy honesta en muchos claustros, no es una. preocupación menor en el profesorado. Sabemos que quienes ejercen como especialistas —en Pedagogía Terapéutica, Audición y Lenguaje u otras figuras de apoyo— han sido durante años el sostén de muchos alumnos y alumnas que no podían acceder al currículo por sí solos. Y también sabemos que sienten, a veces, que el enfoque DUA parece diluir su función o desplazar su intervención. Pero, desde nnuestro punto de vista y la experiencia en Aula Desigual tanto en formación como en profundización de los argumentos, nada más lejos de la realidad.

El DUA no es una metodología: es una mirada para diseñar sin barreras

Como explicamos en nuestras acciones formativas, el DUA no es una moda ni una técnica o metodología  concreta.
Además de todo una concepción teórica sobre el currículo e investigador de cómo implementarlo, es un marco educativo de diseño, que propone anticiparse a las barreras del aprendizaje y eliminarlas desde el principio, para que todo el alumnado pueda estar presente, acceder, participar y progresar.
Es un hecho constatado por todo el proesorado que diseña desde la perspectiva DUA, que cuando se aplica de forma coherente, muchos obstáculos que antes requerían medidas específicas desaparecen. 
Es aquí cuando surgen las dudas: ¿eso no elimina el papel de los especialistas en los centros? Al contrario: lo transforma, refuerza  y lo enriquece.

Agentes estratégicos del diseño inclusivo

¿Cuál es entonces el nuevo rol del profesorado especialista? Los especialistas dejan de ser “parches” que aparecen cuando algo falla, para convertirse en agentes estratégicos del diseño inclusivo. Su trabajo se vuelve más preventivo que correctivo. Y eso requiere una participación más profunda en el diseño y la planificación conjunta del aula entre especialistas y tutores/as:


Lejos de desaparecer, el especialista se convierte en imprescindible para que las medidas universales no borren, sino que integren y optimicen los apoyos específicos.
Ahora llega la segunda duda: ¿Y qué pasa con los apoyos individuales o las intervenciones más específicas?
El DUA no sustituye las medidas específicas derivadas de un dictamen, ni elimina los espacios de intervención individualizada cuando son necesarios. Pero sí reduce la necesidad de que estos apoyos sean constantes, porque propone una base común más accesible.
En aquellos casos en los que el alumnado necesite apoyos intensivos en áreas propias del desarrollo—como una reeducación del lenguaje, un programa específico sobre funciones ejecutivas- o sobre autorregulación y acceso, estos seguirán dándose. Y ahí es donde el equipo educativo, en su conjunto, decide y justifica los ajustes razonables que cada persona requiere.

Más allá de los números, la especilización en educación inclusiva es una figura imprescindible para transformar la escuela

Uno de los errores más frecuentes —y más peligrosos— en la organización de los apoyos educativos es vincular la necesidad de especialistas únicamente al número de alumnos con necesidades educativas especiales (NEE). Este enfoque cuantitativo reduce la intervención a una lógica asistencialista, donde el especialista “aparece” solo cuando hay un dictamen. 
Pero con DUA los números desaparecen. Si aspiramos a construir una escuela inclusiva de verdad, los especialistas no deben ser “recursos humanos asociados a diagnósticos”, sino figuras clave en los procesos de transformación educativa.
Porque los desafíos de la inclusión no se resuelven aula por aula, caso por caso, sino como proyecto colectivo de centro. Y en ese proyecto, el rol del profesorado especialista es estratégico, tal como describe la siguiente infografía: 

No se trata, por tanto, de “si hay muchos o pocos niños con NEE”, sino de si el centro quiere y sabe hacer escuela inclusiva. Y para eso, contar con docentes especialistas no es un lujo: es una necesidad estructural.

Solo así dejaremos atrás el modelo de “remediar lo que no funciona” para avanzar hacia otro más potente: diseñar con visión, actuar en equipo, transformar desde dentro.

¿Qué gana el sistema educativo con esta mirada?

Gana eficacia. Gana coherencia. Gana en inclusión. Y sobre todo, gana una colaboración mucho más profunda entre tutores y especialistas, que deja atrás el modelo de intervención puntual o segregada.
El especialista ya no trabaja “para” el alumno, ni “fuera” del aula. Trabaja con el equipo, con el tutor, con el grupo, desde el principio y desde dentro. Así,  DUA no debilita el papel del especialista. Lo fortalece.
Porque ya no se trata de “venir a adaptar lo que otros han diseñado”, sino de diseñar juntos desde el origen.Porque no es lo mismo llegar a resolver problemas que detectar barreras y evitarlas desde el principio.
El DUA no es una medida específica.
Es una estrategia organizativa general, que ayuda a optimizar todas las demás.

Y en ese camino, el profesorado especialista no pierde protagonismo. Gana voz, gana impacto, gana futuro.

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Transformando el concepto de individualización de la enseñanza y de personalización del aprendizaje en las aulas inclusivas

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En el ámbito educativo, los términos individualización y personalización a menudo se usan de manera intercambiable, pero lejos de esta percepción, entre ellos existe una diferencia profunda que tiene grandes implicaciones en el diseño instruccional y en su desarrollo porque está relacionado en cómo estructuramos las actividades y cómo favorecemos el aprendizaje en nuestras aulas.

Este post trata, fundamentalmente, de cómo al transformar nuestra forma de entender estos dos conceptos, podemos crear entornos mucho más inclusivos donde todos los aprendices, estudiantes o alumnado en general, sin importar sus necesidades, sus habilidades o condiciones personales o sociales, tengan las mismas oportunidades para aprender y crecer en sus aprendizajes.

Este post ha sido publicado en Escuelas Inclusivas el 25/07/25

¿Qué es la individualización de la enseñanza?

En un modelo individualizado, el enfoque se centra en adaptar el proceso de enseñanza a las características de cada alumno o alumna, teniendo en cuenta sus ritmos de aprendizaje, sus competencias y sus necesidades educativas, que entendemos como especiales o específicas. En muchos casos, este modelo se traduce en la práctica en acciones como ofrecer otros materiales adaptados, ofrecer más tiempo para ciertos alumnos en algunas actividades o aplicar referentes competenciales o/y criterios de evaluación diferenciados, dependiendo de sus características observadas o diagnosticadas.

El modo de actuar es muy común entre el profesorado. Por ejemplo, si un alumno o alumna vemos que presenta dificultades en la lecto-escritura, a la hora de leer, el profesorado desde la individualización le ofrece, a ese alumno o alumna en particular, materiales con menos texto y más apoyo visual, le dedica más tiempo a la lectura guiada y evalúa sus progresos con criterios adaptados.

Aunque parece que estas acciones tienen como objetivo garantizar la participación y el aprendizaje del alumnado dentro del aula, en realidad, para una escuela inclusiva este modelo de individualización queda limitado. ¿Por qué? Al centrarse en las dificultades individuales se traslada la idea de que ese aprendiz es alguien que «no puede hacer» algo y la acción educativa se enfoca en lo que “falta o lo que no puede hacer”, dejando de lado las oportunidades que le podría brindar el propio proceso de aprendizaje, limitando, por tanto, sus posibilidades de aprender. Una visión altamente capacitista.

El problema más sangrante es cuando esta acción la presentamos como un modelo inclusivo, Aquí es donde urge la reflexión crítica: ¿realmente estamos promoviendo un ambiente inclusivo si seguimos enfocándonos únicamente en lo que nuestros alumnos no pueden hacer?

El modelo de personalización debería ir un paso más allá de esta individualización que hemos descrito, porque en su perspectiva busca, no solo adaptar la enseñanza a las necesidades del alumnado, sino también involucrarlo activamente en su propio proceso de aprendizaje.

En un entorno verdaderamente personalizado, el alumnado debe tener la capacidad de tomar decisiones sobre cómo aprender, qué aprender y, a menudo también sobre el formato de su aprendizaje, siendo esa su diferencia sustancial entre un modelo y otro: el o la docente diseñan pero siempre es el alumno o la alumna quien decide entre opciones. Y, precisamente, que el alumnado tome decisiones por sí mismo se ha convertido en una barrera tradicional al no proponerse entornos de aprendizaje donde se les enseñe a conocerse a sí mismos, a conocer la naturaleza de la tareas, las propias capacidades disponibles para solventarla y la, consiguiente, toma de decisiones. La solución para la personalización pasa por la autorregulación en el aprendizaje.

La personalización como agencia, autorregulación y contexto: una visión alejada de los “estilos de aprendizaje”:

En el debate sobre la personalización del aprendizaje, a menudo se cuela un viejo mito educativo: el de los estilos de aprendizaje. Bajo esta creencia desacreditada, se afirma que cada alumno o alumna aprende mejor de una forma concreta (visual, auditiva, kinestésica…), y que deberíamos adaptar la enseñanza a ese estilo.

Sin embargo, las investigaciones más rigurosas en neuroeducación y psicología cognitiva han demostrado que no hay evidencias que respalden los estilos de aprendizaje como base efectiva para la mejora del rendimiento académico (Pashler et al., 2008; Kirschner, 2017). Todos y todas aprendemos a través de múltiples canales, dependiendo del contenido, el contexto y nuestras experiencias previas.

Por eso, la verdadera personalización no consiste en adaptar la actividad a un estilo preferente de aprendizaje, sino en diseñar entornos flexibles donde el alumnado pueda tomar decisiones informadas sobre cómo abordar una tarea, desde el desarrollo progresivo de la competencia «para aprender a aprender».

Aquí es donde entra en juego una mirada más rica y fundada: la que considera el funcionamiento ejecutivo (memoria de trabajo, atención sostenida, planificación…), el bagaje cultural y personal del aprendiz, sus experiencias previas y sus condiciones cognitivas, sociales o emocionales. No se trata de preferencia, sino de condiciones personales de acceso y expresión.

Por ejemplo, una alumna con dificultades de procesamiento auditivo no aprende “porque su estilo de aprendizaje es visual”, sino porque su acceso al lenguaje está limitado por una afectación o déficit en la ruta fonoarticulatoria que va a compensar con su menor afectación de la ruta visual. Por ello, necesita una vía alternativa (gráfica, textual o pictográfica) para comprender la misma información. Aunque el proceso de aprendizaje se realizará de la misma forma que el resto de estudiantes, la forma de enfrentarse a él será diferente.

Así, el diseño flexible (no rígido) permite múltiples caminos de entrada al contenido, distintas formas de participación y variedad de medios para expresar lo aprendido. Esto no responde a un edumito, sino a una estrategia pedagógica basada en la justicia, la equidad y el reconocimiento de la diversidad funcional del cerebro humano.

La falsa personalización: un protagonismo pseudo-real

En este sentido, y con muy buena intención, muchos docentes toman esta característica del modelo y dan un paso positivo más allá en la individualización con lo que denominamos en este post «la engañosa personalización». Por ejemplo, en un grupo ordinario se plantea un diseño instruccional único para el alumnado, supuestamente homogéneo, y tenemos un alumno diagnosticado con…, que se sale de esa homogeneización, y sabemos que es apasionado por los animales acuáticos. Así, mientras que sus compañeros trabajan los tipos de animales, su clasificación y características (tal como indica su competencia o criterio de evaluación) desde un diseño único, lo que hacen algunos docentes es crear una actividad adaptada para ese alumno “especial” donde pueda elegir un animal acuático y realice una investigación sobre el animal de su preferencia, mientras los demás siguen un proceso de aprendizaje diferente.

Es un modelo de pseudo-personalización, ya que sigue siendo la, o el docente. el que elige la actividad y el modo que ese alumno la realizará sin ofrecer flexibilidad o diversidad de enfoques.

Aquí, la personalización sigue estando limitada por el docente, que define el marco de acción y las opciones del estudiante.

En este entorno de aprendizaje pesudo personalizado, el alumnado tiene un papel pseudo protagonista, porque el docente siempre es el que marca el camino ajustado a sus preferencias, pero único.

Transformación del diseño de actividades hacia un enfoque inclusivo

¿Hay posibilidades de que una actividad en sí misma pueda garantizar que todos los estudiantes puedan acceder de manera equitativa al aprendizaje, sin necesidad de adaptaciones o concesiones?

Esta es la reflexión sobre la que deseamos incidir, porque la inclusión no se trata de adaptar actividades a las características de alumnos concretos, sino de transformar las actividades para que todo el alumnado pueda participar y aprender sin barreras. Se trata de no partir del diseño pensando en que algunos estudiantes “no podrán” realizar ciertas tareas, sino que el reto está en diseñar actividades que “permitan” que cada alumno o alumna participe, aprenda y demuestre lo que sabe de manera personalizada, porque el alumnado elige su preferencias) y equitativa (porque posibilita que cada cual lo haga desde sus propias condiciones).

Y esto ¿cómo se traduce en realidad? Por ejemplo, supongamos que tenemos una actividad de lectoescritura en la que se entrega un único texto a todos los alumnos.

Si para un alumno con dificultades en la lecto-escritura adaptamos una versión simplificada de este texto, estamos aplicando un modelo de individualización de la enseñanza.

Si lo que hacemos es adaptar la actividad para ese alumno en cuestión, dándole a elegir y teniendo en cuenta sus intereses y sus preferencias para aprender, estamos aplicando un modelo pseudo personalizado, dentro de una perspectiva de individualización de la enseñanza.

Entonces, cuál es el camino correcto a la personalización.

¿Cómo diseñar una estrategia de personalización del aprendizaje?

La primera decisión es diseñar una única actividad que sirva para todos ¿y cómo podemos diseñar esas actividades inclusivas (para todos) y personalizadas (donde cada alumno tiene la oportunidad de decidir cómo, qué y para qué aprender?

Las claves las encontramos en DUA. Está en ofrecer múltiples formas de acceso a la información, a la participación y a la expresión. que nos ayuda a pensar en múltiples caminos para que todos los estudiantes puedan avanzar hacia los mismos objetivos.

Estrategia 1: Ofrecer un formato multimodal de presentación de la actividad

Siguiendo el ejemplo de la actividad de lectoescritura, en lugar de ofrecer un solo formato de texto, podemos presentar ese contenido en tres versiones que se adapten a diferentes niveles de habilidad y que puedan ser elegibles por todo el alumnadoModo visual: Picto-texto, con palabras clave acompañadas de imágenes.
Bimodal: Texto con ilustraciones en cada párrafo, representando el contenido de forma visual.
Modo lectura fácil: Texto redactado con parámetros sintácticos, léxicos, ortográficos y visuales que facilita la comprensión sin distorsionar la información.
Modo multisensorial: Texto acompañado de formato audio, con opción de escuchar el vocabulario explicado.

Este enfoque flexibiliza el acceso y garantiza que todos los estudiantes, independientemente de sus dificultades, puedan no solo acceder a la información, sino también participar activamente en el proceso previsto de aprendizaje.

Estrategia 2: Aprendizaje cooperativo y uso de tecnologías de apoyo

A través del trabajo en equipo siempre podemos fomentar un aprendizaje más colaborativo. En este caso, el aula se puede organizar en pequeños equipos en los que se combinen diferentes roles por parejas (tutor de lectura / tutorado ) y habilidades relacionadas con la lectura (autónoma, guiada, colaborativa…). Además, también, en su caso, se pueden incorporar tecnologías de apoyo, como lectores digitales o herramientas de texto a voz, que faciliten la comprensión y apoyen el proceso.

Pero no solo las estrategias de aprendizaje directo tiene que ser inclusivas, también las que acompañan en su consolidación:Las estrategias de expresar lo aprendido, permitiendo que todos y cada uno de los alumnos y alumnas expresen lo aprendido de manera variada: mediante dibujos, narraciones orales, esquemas visuales o incluso en un mini vídeo. Esto no solo favorece la personalización, sino que también permite que el alumnado ponga en juego su creatividad y su pensamiento crítico. Además, requiere que el alumnado se conozca a sí mismo y valore cuál de esas formas variadas de expresión se ajusta mejor a sus propias capacidades.
Las estrategias de evaluación, que también sean inclusivas, es decir, además de calificativa, en su caso, sea siempre formativa, flexible y ajustada razonablemente cuando sea necesario. En lugar de aplicar un “examen tradicional para todos”, se pueden utilizar evaluaciones formativas que tengan en cuenta, no solo los resultados finales de aprendizaje, sino también los niveles de logro en proceso, siempre con referencia a criterios de evaluación, que deben ser comunes a través de diferentes evidencias de logro. Así, cada alumno o alumna puede demostrar su comprensión de manera que se ajuste a su forma de expresar, como manera justa y equitativa de obtener evidencias.

Esta flexibilización del diseño instruccional (como antónimo de enseñanza directiva) es lo que lo hace equitativo, inclusivo, universal y de calidad, porque favorece el acceso y la participación; aumenta la motivación y la dirección a meta, fomenta la autonomía y la autorregulación, y sitúa el conocimiento en todo el alumnado de manera equitativa.

Individualización de la enseñanza/personalización del aprendizaje

¿Es lo mismo? ¿Son realmente complementarios? ¿O son antagónicos? Aquí es donde la reflexión toma un giro importante.La individualización (de la enseñanza) y la personalización (del aprendizaje) difieren diametralmente en dónde se deposita la acción de enseñar/aprender, en los docentes o en el alumnado.
La individualización es limitante, y por lo tanto no inclusiva, porque no provee de caminos hacia el objetivo con puentes y recursos para transitarlos con la potencia de cada “caminante”, sino que establece caminos diferentes para destinos diferenciados.
La individualización se considera como una concesión, un “trabajo extra” que el profesorado hace para algunos alumnos de segundo nivel con acciones de segundo nivel, lo que llena a este trabajo de prejuicios y de dosis de voluntad, al no ser considerado como un derecho de todos a una enseñanza y aprendizaje de calidad.
La actividad que se adapta a las preferencias o intereses de un alumno/a en concreto, no es personalización, sino pseudo-personalización. Si bien, plantear alguna posibilidad de elección a un alumno ofrece más posibilidades de autorregulación que la individualización pura, y lo que es una adaptación para hacer accesible la enseñanza siempre queda atrapado en la cultura de “lo que el alumno etiquetado no puede hacer”, lo verdaderamente importante debe centrarse en la cultura de la barrera de la actividad, es decir, “lo que la actividad no proporciona”.
La personalización se comienza a forjar desde el momento que diseñamos no solo pensando en todos, sino para que todos los estudiantes puedan participar y avanzar con éxito desde una misma actividad. Es decir, la clave está en transformar la manera en que diseñamos las actividades, no solo para adaptarnos a las necesidades del alumno, sino para potenciarlas. No es que algunos alumnos “no puedan” hacer ciertas cosas. El reto está en crear actividades y contextos que les permitan a todos los estudiantes participar, aprender y mostrar lo que saben de manera personalizada.

Así, individualización de la enseñanza y personalización del aprendizaje no son perspectivas iguales, ni siquiera complementarias, nos atrevemos a decir que son antagónicas desde la mirada inclusiva.

La personalización, lejos de la individualización tratada como una concesión y utilizada de manera limitante, se convierte en un derecho de diseño y desarrollo instruccional inclusivo, porque reconoce las diferencias entre el alumnado pero sin dejar a nadie fuera de juego; porque cada actividad debe se concierte en un puente y no una barrera, y porque se ofrece a cada alumno la posibilidad de aprender al transformar las aulas en un lugar donde todos podemos enseñar y aprender desde nuestras condiciones personales, habilidades y capacidades, con el apoyo del diseño, las estrategias y los recursos necesarios.


El giro inclusivo no es una adaptación, es una transformación.


José Blas García.
Antonio Márquez.

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ME LLAMO GENNET: LA INCLUSIÓN Y EL CINE EN CONGRESO "ALMA SOCIAL 2025"

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Hoy quiero compartir con vosotros una experiencia personal muy especial que tendrá lugar en los próximos días. Os hablo del Congreso Alma Social, que se celebrará en Murcia los dias 8 y 9 de Mayo, en 
Fundación Mediterráneo. 

Alma Social 2025

Hace unos días, como avanzadilla del Congreso, participamos en una edición muy especial del programa "Radio Social Corporativa",   desde  Metropolitan radio RM , donde varios participantes en el Congreso hablamos del “Alma Social”. 
Este evento  reunirá a expertos de diferentes disciplinas para reflexionar y compartir sobre cómo transformar nuestra sociedad a través de las iniciativas sociales. María Meseguer y Luisa Fe, impulsora del foro, nos trnasmitieron la emoción y los desafíos de orquestar un proyecto de esta envergadura.Lucía Viñuela Salas, presidenta de la Fundación Margarita Salas, compartió su misión personal y profesional de mantener y potenciar el legado educativo y científico que su madre dejó.  Desde una perspectiva amplia, evocó la necesidad de modelos inclusivos que reconozcan el talento, independientemente del género o del lugar de origen, resaltando cómo otros países han logrado facilitar la conciliación personal y profesional. Nieves Pavón, líder en robótica aplicada al bienestar social y profesora de la UPCT,  desde Juno Smart Digital Solutions, nos ilusionón con una misión que se ha propuesto: desarrollar robots que transformen la vida de los más vulnerables. y para finalizar, yo mismo comenté desde mi activismo por la educación inclusiva, sobre  la importancia de adaptar los contextos educativos para acoger a todas las personas, incluyendo aquellas con discapacidades. También avanzamos información sobre el poder transformador del cine para aprender y enseñar sobre la inclusión, señalando la proyección de «Me llamo Gennet» como un ejemplo inspirador. Esta película que podremos visualizar en la Filmacoteca Francisco Rabal, con entrada libre hasta completar aforo, y disfrutar de una mesa redonda con presencia de Migeul Angel Tobías , su director,  y otras personalidades relevantes del cine en nuestra Región.


Me llamo Gennet

En esta línea, durante el congreso, como ya he comentado, estaremos presentando y discutiendo la película “Me llamo Gennet”, un poderoso documental dirigido por Miguel Ángel Tobías sobre la vida de Gennet Corcuera, la primera persona sordociega en obtener un título universitario en España. A través de esta película, construiremos una reflexión crítica sobre la inclusión, la accesibilidad y la participación plena de todas las personas en la sociedad, y especialmente en el ámbito educativo.

El Cine como herramienta para educar la mirada sobre la inclusión

El cine, como medio de comunicación visual, tiene un poder transformador que nos permite replantearnos nuestras perspectivas sobre temas tan complejos como la inclusión y la discapacidad. En el caso de “Me llamo Gennet”, el cine se convierte en una herramienta educativa útil, eficaz y valios  para ver más allá de las barreras físicas y abrir espacios para la empatía y el entendimiento. La película nos permite, de una manera emocionalmente poderosa, experimentar lo que es ser una persona con discapacidad y, a la vez, muestra el derecho universal de todos a participar en la sociedad, sin excepciones.

En el contexto del Congreso Alma Social, una de las claves será resaltar cómo el cine puede ayudarnos a reflexionar sobre nuestras propias prácticas educativas. ¿Cómo creamos espacios educativos inclusivos si no sabemos escuchar y comprender verdaderamente las experiencias de quienes viven con discapacidades? Y, sobre todo, ¿cómo transformamos nuestra manera de enseñar para asegurar que ningún alumno, alumna o persona se quede atrás? 
Desde miperspectiva , la película “Me llamo Gennet” no es solo una historia de superación personal, sino también una invitación a replantear nuestros modelos educativos y nuestras actitudes frente a la diferencia.
Sin llevar el mismo mensaje, tiene muchas lineas de convergencia con la pelicula, actualmente en cartelera,"#Sorda",  de la que ya hemos hablado en este blog.

Redordad:




  PD. Si está interesada o interesado, puedes comprar tu entrada al Congreso en COMPRA TU ENTRADA
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I FORO NACIONAL ALMA SOCIAL: INSPIRANDO EL CAMBIO SOCIAL Y EDUCATIVO

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Hoy quiero hablaros de un evento que se celebrará los próximos 8 y 9 de mayo en Murcia: el I Foro Nacional Alma Social. Este foro promete ser un espacio fundamental para reflexionar sobre el futuro de la educación, la inclusión y la innovación social. 
En él, se reunirán profesionales de distintos ámbitos, incluyendo la educación, el cine social, la tecnología y el tercer sector, para compartir ideas, experiencias y estrategias que pueden transformar nuestras prácticas cotidianas.
Como parte activa de este evento, compartiré con los asistentes cómo transformar la escuela y promover la inclusión de manera tangible, alineado con mi labor de divulgación educativa y activismo inclusivo y social. 
Hoy,  más que nunca, quiero aprovechar esta ocasión para reflexionar sobre cómo poseemos a nuestro alcance herramientas poderosas para la transformación  y cómo eventos como este pueden contribuir a la reflexión colectiva  para un cambio social tan necesario en la sociedad actual 


Un Foro para la transformación social y educativa

El Foro Nacional Alma Social se presenta como una plataforma donde los proyectos sociales innovadores se encuentran con empresas, instituciones y agentes educativos, creando un espacio de colaboración y aprendizaje mutuo. 
En primer lugar quiero destacar la labor incansable de Luisa Fe.  Luisa Fe,  cabeza pensante y directora del foro, es el alma de este evento. Con él quiere vivir la responsabilidad y la belleza de reunir a personas comprometidas con valores y propósitos sociales que buscan cambiar el mundo desde sus respectivas áreas de acción.
Este evento no es un evento cerrado a un sector determinado porque no solo está dirigido a agentes socioeconómicos, docentes y familias, sino a todos aquellos que desean comprometerse con las causas sociales y contribuir al cambio desde su entorno, ya sea escolar, laboral o comunitario.
Entre los ponentes más destacados se encuentran figuras como Miguel Ángel Tobías, director de la película "Me llamo Gennet", que nos ofrecerá una conferencia inaugural, y Lucía Viñuela, hija de la eminente científica e investigadora Margarita Salas y  presidenta de la Fundación Margarita Salas, que pondrá  en el Foro evidencias de cómo la ciencia y la investigación son herramientas poderosas para impulsar el cambio social.

Educación y cine: Herramientas para la inclusión

Si hace unos días os hablaba de #Sorda eu este mismo blog, hoy voy a seguir ahondando en uno de los temas clave que abordaré en el foro: la relación entre la educación y el cine. 
La tarde del jueves se  proyectará la película “Me llamo Gennet”en la Filmoteca Regional.  A menudo, subestimamos el poder de la pantalla como herramienta educativa, pero el cine puede ser un espejo, una ventana y un motor de cambio. 
Esta película  será una oportunidad para abrir una conversación esencial sobre accesibilidad, inclusión y respeto a la diversidad, ya que en este foro, y como parte de mi contribución, coordinaré una mesa redonda sobre la película “Me llamo Gennet”. Una mesa para conversar de lujo, compuesta por  Miguel Angel Tobias (director del film); Raúl García Fernández (Empresario -CEO de Volvo Murcia- y Presidente de Fundación Legado Humano Natural ; Nacho Ros: presidente del Festival Internacional de Cine de Cartagena desde el año 2014 y colaborador en Onda Regional y otros medios de comunicación escrita) y Ángel Cruz, Director de la Filmoteca Regional. Hablaremos de Gennet como una de esas películas que no solo reflejan la realidad de la inclusión y necesidad de crear una sociedad accesible en lo natural, sin adaptaciones posteriores ni forzadas, sino como un relato que también sirve para educar nuestra mirada sobre la diversidad y el derecho a la participación de todos los ciudadanos, sin exclusiones.
"Me llamo Gennet" narra la vida de Gennet Corcuera, la primera persona sordociega en obtener un título universitario en España. Su historia es un reflejo claro de lo que significa ser parte de la sociedad desde una perspectiva inclusiva, y cómo la educación y el cine tienen la capacidad de transformarnos, abriendo el camino para una sociedad más respetuosa y empática.

Conferencias y propuestas inspiradoras

En el marco del foro, tendré  la suerte y la oportunidad de compartir un espacio con grandes figuras de la innovación social. Otra de las participaciones clave es la de  Zineb Rimi. Jugadora Baloncesto y Fundadora “Zinet Social Basket”. Social Basket, una escuela de baloncesto para niñas y niños donde la misión es la de promover el deporte y los valores positivos para a su vez fomentar la autoestima, confianza y respeto hacia sí mismos y hacia los demás. una asociación solidaria que lleva el baloncesto a países desfavorecidos y comparte su experiencia de vida y profesional con el objetivo de inspirar y motivar a otros.  Zineb Rimi, nos hablará sobre el enfoque de “Educar Jugando”, una iniciativa que pone en el centro la creatividad y el aprendizaje a través de la gamificación. 


Como defensor del aprendizaje lúdico, sostengo que el juego es una herramienta inclusiva por excelencia, capaz de adaptarse a diferentes preferencias de aprendizaje y necesidades individuales, mientras fomenta la cooperación y la empatía entre los participantes.  En mi experiencia, en el contexto hospitalario o educativo, el juego se convierte en un punto de conexión entre el conocimiento académico y el bienestar emocional, dos componentes esenciales para el desarrollo integral de las personas.

Redes de apoyo y colaboración para el cambio

El foro también dará voz a proyectos sociales muy interesantes y necesarios, como la Fundación Ambulancia del Deseo, AFACMUR, Teléfono de la Esperanza, Dentro de mí, Impulso Mujer y Sembrando Vida Grupo Duelo. Todos ellos trabajan desde un enfoque solidario y humano, buscando crear redes de apoyo para aquellos que más lo necesitan. Este tipo de colaboración, donde las instituciones educativas se vinculan con otras áreas del ámbito social, es lo que permite, y lo digo por miexperiencia eb Aula Hospitalarias, que los proyectos inclusivos sean más efectivos y puedan transformar realmente las comunidades. 

Transformemos la sociedad juntos

En este foro, tendremos la oportunidad de aprender de experiencias reales, dialogar sobre lo que funciona y lo que aún debemos mejorar, y comprometernos con los valores de la inclusión, el respeto y la solidaridad. Como digo en ocasiones anteriores, la transformación de la escuela es la transformación de la sociedad. Cada uno de nosotros, desde su lugar de acción, tiene el poder de ser parte de ese cambio.

Para mi, una de las inspirciones más poderosas de este foro es que, para transformar la escuela, necesitamos trabajar juntos. La escuela no es un espacio aislado, sino un reflejo de la sociedad, y debe ser un lugar donde los valores de inclusión, respeto y empatía estén presentes en cada acción, en cada proyecto y en cada interacción. 
Este foro es un ejemplo claro de cómo la colaboración entre instituciones, profesionales y la comunidad puede generar cambios reales en la forma en que educamos y vivimos.

Así que no os perdáis esta oportunidad de inspiraración, conexión y transformación . El Foro Nacional Alma Social no solo es un evento, es el comienzo de un proceso de cambio que todos podemos contribuir a construir. ¡Nos vemos en mayo en Murcia!

Si te ha interesado el tema, te invito inscribirte y a seguir los detalles del foro en www.foroalmasocial.com y no perder la oportunidad de seguir siendo parte del cambio.

Aquí puedes encontar el programa completo y los patrocinadores del evento. 

El cambio comienza contigo. Sé parte del futuro educativo que deseamos construir.


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MICROAGRESIONES . EL VENENO SILENCIOSO QUE VALIDA EL BULLYING EN EDUCACIÓN

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En las últimas semanas, la noticia de una agresión en un centro educativo de Santander ha puesto de nuevo sobre la mesa una pregunta que nos afecta a todos: ¿son las escuelas lugares seguros para nuestros hijos? Cuatro estudiantes agredieron, insultaron y vejaron a un compañero con parálisis cerebral, un hecho lamentable que nos obliga a reflexionar sobre el tipo de sociedad que estamos construyendo, especialmente en lo que respecta a la inclusión y el respeto en nuestras aulas.
Mi respuesta, rotunda y clara, es que sí, las escuelas siguen siendo los lugares más seguros para los niños y niñas, especialmente para aquellos que tienen alguna discapacidad. Las escuelas son, en la gran mayoría de los casos, espacios donde se fomenta el aprendizaje, la convivencia y el respeto por la diversidad. Sin embargo, es fundamental que se sigan creando estrategias proactivas para que estos incidentes no se repitan, y que sigamos avanzando en el camino hacia una educación inclusiva.

Bullying En El Colegio, Escuela
Autor, LeandroDeCarvalhoDe uso gratuito bajo la Licencia de contenido de Pixabay

El debate sobre bullying

Este mismo domingo, en el marco de las #CharlasConIngrid, Ingrid Mosquera y un grupo de docentes y educadores nos reunimos para discutir cómo la sociedad está cambiando y, lamentablemente, cómo muchas veces normalizamos las agresiones, el bullying y la exclusión, sobre todo cuando las redes sociales amplifican estos comportamientos.
Lo que quedó claro en este espacio participativo es que la prevención es clave. No basta con reaccionar cuando ya ha ocurrido el daño. Es necesario actuar en los centros educativos desde la base, con programas de concienciación, con la implicación de las familias y de la comunidad educativa en general. Es urgente un cambio de mentalidad, un cambio cultural en el que el respeto y la inclusión sean la norma, no la excepción.


Microagresiones: Un veneno silencioso en la educación

Aquí quiero detenerme en un concepto que me parece fundamental: las microagresiones. A menudo, nos centramos en los grandes actos de bullying, en las agresiones físicas o verbales evidentes, pero las microagresiones son el veneno silencioso que se cuela en la vida diaria de nuestros estudiantes, muchas veces sin darnos cuenta. Estos pequeños gestos, comentarios o actitudes pueden tener un impacto devastador en el desarrollo emocional y en el aprendizaje de los estudiantes, especialmente aquellos que ya son vulnerables.

Pongamos algunos ejemplos:

El comentario "¡Pobrecico, qué pena!" cuando un niño con parálisis cerebral se muestra en público. Este tipo de comentario, aparentemente inocente, refuerza la visión paternalista y capacitista sobre la discapacidad, sin tener en cuenta que este niño es mucho más que su discapacidad.
El gesto condescendiente de un profesor al referirse a un alumno brillante con el término "ahí está el listillo", simplemente porque hace preguntas adicionales o muestra un interés intenso por un tema. Este comentario no solo minimiza el esfuerzo del alumno o alumna en concreto, sino que también puede fomentar el rechazo de los demás compañeros, sembrando las semillas de la exclusión y del bullyng directo o cómplice,
El silencio ante la exclusión. ¿Cuántas veces hemos visto a un alumno quedar al margen de una actividad o proyecto sin que nadie intervenga? El simple hecho de no actuar en esos momentos valida la microagresión y perpetúa el ambiente de desconfianza y rechazo en las aulas.
Lo más grave es que las microagresiones no se ven. Son invisibles, pero su impacto es real. A menudo validamos estas actitudes sin querer, lo que dinamita cualquier esfuerzo por crear un entorno de aprendizaje inclusivo y equitativo. Los profesores, las familias, todos los miembros de la comunidad educativa, debemos ser modelos a seguir. Si no damos ejemplo, si no actuamos de manera proactiva para evitar estas situaciones, estamos siendo cómplices de la exclusión. El silencio es también una forma de validación.

El DUA es un enfoque proactivo para combatir las amenazas en el aula

Es en este contexto donde entra el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA), un modelo que nos invita a repensar cómo estructuramos nuestras aulas para que todos los estudiantes tengan acceso, participación y progreso en su aprendizaje, independientemente de sus necesidades o características.

El DUA nos habla de minimizar las amenazas que puedan surgir cuando un estudiante se siente excluido o no comprende el contenido. Según DUA, en la consideración 7.4, debemos estar atentos a esos momentos cuando un alumno se enfrenta a un contenido que no comprende o cuando se siente incapaz de participar en la actividad. Estas amenazas, invisibles pero presentes, se producen constantemente y pueden estar relacionadas con el sistema de evaluación, con la falta de recursos o con la exclusión social dentro del aula.

No podemos seguir permitiendo que esas microagresiones socaven los esfuerzos de inclusión que tanto buscamos. Es necesario crear aulas donde cada alumno, con sus dificultades y fortalezas, pueda expresar, participar y progresar sin sentirse juzgado, sin ser minimizado y, sobre todo, sin sentirse excluido del derecho a aprender. La respuesta no está solo en planes de prevención, sino en un enfoque proactivo que empodere tanto a docentes como a alumnado y familias para ser conscientes de las microagresiones y erradicarlas de forma colectiva.

Proactividad, modelos y acción

Lo que necesitamos es un cambio cultural, una educación inclusiva de verdad. Este cambio no se logra solo con programas grandes de prevención, sino con la construcción de un clima educativo que se base en la inclusión, el respeto y la empatía. Y para eso, necesitamos que todos seamos parte activa en el proceso. No podemos seguir esperando que el sistema cambie por sí mismo o a través de grnade s programas institucionales, Cada uno de nosotros y nosotras, somos agentes desde nuestra posición, para poder de transformar la educación, para poder trnasformar la escuela.
Así es que, profes, familias, alumnado, estudiantes, aprendices de todo tipo… actuemos desde dentro, desde lo más cotidiano, desde esas microacciones que, día a día, validan o cuestionan nuestras prácticas.
Que no sean nuestras palabras las que marquen la diferencia, sino nuestras acciones y comportamientos.

No es suficiente con pedir que la escuela sea inclusiva, debemos vivirla en cada gesto, en cada clase, en cada interacción.






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SORDA. EL CINE COMO HERRAMIENTA PARA LEER LA EDUCACIÓN DESDE OTROS ESPACIOS

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Este es un post diferente. En esta ocasión, nos alejamos de nuestras habituales reflexiones sobre neuroeducación y prácticas de aula para traeros una experiencia diferente, pero igualmente transformadora.
Hoy vamos a hablar de una película, sí, de cine. Y no de cualquier película: hablamos de Sorda, una ópera prima de mi tierra que ha conseguido un éxito rotundo tanto en crítica como en público. Con premios tan relevantes como el del Público en Berlín y la Biznaga de Oro en el Festival de Málaga, Sorda nos invita a reflexionar sobre temas tan fundamentales como la discapacidad, la maternidad, el amor y, sobre todo, la participación, entendida como "ser parte de". Una película que va más allá de la sordera, que nos hace cuestionarnos cómo creamos nuestros entornos, cómo nos comunicamos y, especialmente, cómo la educación puede y debe transformar la manera en la que nos relacionamos con el otro.


Inclusión: Sorda es una llamada a la reflexión educativa

¿Por qué hablar de esta película en un blog educativo? La respuesta es clara: Sorda no es solo una historia de una mujer sorda enfrentándose a la maternidad. Es una reflexión profunda sobre cómo la sociedad y el sistema educativo, entre otros, no están diseñados para todos. 
cómo la sociedad y el sistema educativo, entre otros, no están diseñados para todos. 
La protagonista, Ángela, se enfrenta a un mundo que no la escucha. Un mundo que no está preparado para ella, que parece que no fuera el suyo y que la obliga a adaptarse a él. Un mudo  que se ofrece como  una concesión en lugar de como un derecho. 
Este mensaje no solo es potente en la vida cotidiana, sino que tiene una implicación directa para la educación inclusiva:
La educación no puede seguir viendo a las personas con discapacidad como "necesarias de adaptación", sino como parte integral del mundo al que debemos hacer accesible y equitativo.
En nuestras aulas, seguimos buscando formas de asegurar que todos los estudiantes, sin importar sus características, puedan participar plenamente. Sorda nos recuerda que la participación es clave, y que esa participación no debe depender de las características personales, sino de la construcción de entornos que garanticen que todos puedan formar parte de una comunidad educativa sin barreras.
una comunidad educativa sin barreras.  

El lenguaje visual como puente hacia la inclusión

Una de las maravillas de Sorda es su capacidad para enseñarnos a través del lenguaje visual. Miriam Garlo, la actriz protagonista, sorda en la vida real, no solo actúa con la voz, sino con el cuerpo, la mirada, los gestos, y la respiración. Esta es una llamada a la reflexión sobre cómo nos expresamos y cómo nos relacionamos con los demás. En el contexto educativo, nos hace pensar: ¿cómo nos expresamos en el aula? ¿Cómo interpretamos a los demás?

Lo que ocurre cuando un  alummno o alumna  no puede seguir la conversación como el resto de sus compañeros y compañeras, ya sea por barreras auditivas, lingüísticas o cognitivas, es algo que muchas veces damos por sentado. Pero Sorda nos invita a hacernos una pregunta crítica: ¿realmente nuestras aulas son para todos y todas?

Escuchar todas las voces.

¿Qué hacemos cuando no nos escuchan? En la educación, esto es algo que sucede más de lo que nos gustaría admitir. El sistema educativo, en muchos casos, no está diseñado para escuchar de verdad a todos los estudiantes. Como mencionamos en Transformar la Escuela en muchas otras ocasiones, la inclusión no es solo un tema de acceso físico, sino de participación real, de dar oportunidades siendo parte efectiva de lo que ocurre enel aula. Y eso, en la escuela, debe ser una prioridad. Cuando pensamos en inclusión, no solo hablamos de adaptar las condiciones de los estudiantes a lo que ya existe, sino de transformar la escuela en un lugar donde cada voz pueda ser escuchada. No solo los estudiantes que se adaptan al sistema tradicional de enseñanza, sino también aquellos cuyas voces han sido históricamente silenciadas.
¿qué hacemos cuando alguien no se siente escuchado?
Sorda plantea una pregunta crucial para todos aquellos que trabajamos en educación: ¿qué hacemos cuando alguien no se siente escuchado? La respuesta no está solo en la lengua de signos o en adaptar el currículum. Está en crear entornos de aprendizaje donde todos, sin importar su contexto o características, puedan participar plenamente y ser escuchados. Es un reto que debemos asumir todos los días.

El cine como herramienta educativa

Y aquí entra el valor educativo de #Sorda. Aunque no es una película escolar, es profundamente educativa. Nos invita a reflexionar sobre la comunicación, sobre cómo diseñar entornos donde la participación y la accesibilidad sean una prioridad. Nos muestra la importancia de adaptar los entornos para que todos puedan ser parte de ellos, no solo para que "otros" puedan integrarse. Y nos recuerda que el proceso de inclusión empieza por reconocer que cada individuo tiene derecho a formar parte de la sociedad tal cual es, con sus fortalezas, con sus necesidades y con sus peculiaridades.
¡Una Tarea para Todos!



Ir al cine

Sorda se estrena el 4 de abril en los cines, y desde aquí, queremos invitar a todos los docentes, equipos directivos, familias y estudiantes de magisterio a verla. Pero no solo a verla, sino a dialogar sobre ella. A llevarla a las redes, a las aulas, a las tutorías, a los proyectos interdisciplinares. Porque este no es solo un estreno cinematográfico; es una oportunidad de iniciar conversaciones profundas sobre la accesibilidad, la participación y el respeto a las diferencias.

El cine tiene un poder único para educar la mirada. Sorda nos muestra cómo podemos transformar nuestras perspectivas y construir una educación en la que nadie se quede fuera. Porque, como dijo alguien en el preestreno de la película en Murcia: “No es una peli sobre sordera. Es una peli sobre cómo nos sentimos cuando el mundo no está preparado para nosotros”.

PD: Agradezco a  A Contracorreiente Films la gentileza de invitarme a ver este estreno adelantado.

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EL MAESTRO INDOLENTE: MONOLOGO CRÍTICO Y HUMOR SOBRE LA EDUCACIÓN, LAS ETIQUETAS Y NUESTRAS PROPIAS RESISTENCIAS

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Hoy celebramos el poder del teatro para provocar, conmover y hacernos pensar.
Y desde la escuela, también necesitamos escenarios donde cuestionar lo que hacemos y cómo lo hacemos.
#DíaMundialdelTeatro. #27demarzo

Por eso, presentamos esta pieza teatral breve:

EL MAESTRO INDOLENTE

(Monólogo crítico y con humor sobre la educación, las etiquetas y nuestras propias resistencias)

Un maestro o una maestra de aula ordinaria, con bata raída, taza de café frío en mano y actitud entre resignada y sarcástica.

(Se levanta el telón. El personaje entra al escenario, se acomoda el cuerpo como quien ya lo ha visto todo, toma un sorbo de café frío y comienza su parlamento mirando al público.)

Ay... ¿Tercer ciclo de Primaria? ¿Primer ciclo de ESO?
¡Esto es supervivencia, no docencia!
Veintitrés, veinticinco personitas…
Cada una con su historia, su mochila emocional, su familia…
Y, por supuesto, su diagnóstico.
Porque ahora todos vienen con “papelito”.
Como si fueran electrodomésticos:
Con garantía, pero sin instrucciones claras de uso.
A nosotros nos dicen:
- Aquí tenéis a Óscar, que tiene TDAH.
Pues ya está. ¡Diagnóstico hecho! ¿Para qué más?
Si se levanta, si grita, si da vueltas como un ventilador… es “lo suyo”.
Acéptalo, que no es que la clase esté pensada para estatuas, no.
¡Es él, pobrecico! ¡Bastante tiene!

(Mirada cómplice, gesto de aprobación al público.)

Pero no pasa nada, porque luego viene la orientadora con sus “sugerencias didácticas”.
Ella sugiere... nunca impone... ¡claro!
Grupos cooperativos, aprendizaje multinivel, ajustes razonables...
Y yo pienso: "Pero tú, aconsejadora, ¿has estado en una clase en mayo, con 27 grados y 23 criaturas sudando y discutiendo por un rotulador rojo?"
¡Ven tú, lo multinivelas, lo ajustas y luego me aconsejas!
O que se los lleve la PT, que para eso está, ¿no?

(Se cruza de brazos.)

A mí no me engañan.
Estas modas de la educación inclusiva… lo que quieren es que trabajemos más.
¡Eso sí! No bajan las ratios, pero sí el listón.
Que al final vamos a empezar a enseñar a leer… ¡en Bachillerato!
¿Personalizar el aprendizaje? ¿Diseñar tareas variadas?
¿Permitir diferentes formas de expresión?
¡Menudas milongas!
Con lo bien que van las fichas de lengua de la editorial.
¡Eso sí es sostenibilidad!
Yo las fotocopio y las reciclo.
¡Rediseñar, dice! ¡Patrañas!

(Con tono sarcástico.)

Y ojo, que no me voy a quejar…
Los diagnósticos vienen muy bien, ¿eh?
A las familias, para explicar por qué su hijo no hace nada y ellos no pueden ayudarle.
A los críos, para decir: “Yo no puedo, es que tengo dislexia”.
Y a mí… para no tener que inventarme nada nuevo.
Y justificar por qué el niño no progresa.

(Se sienta, suspira con cansancio teatral.)

¿Para qué tanto lío?
Total, ya sé lo que van a dar de sí:
Martina escribe mal porque es disléxica. ¿Qué quiere que haga?
Carlos habla mucho porque es de altas capacidades ,- vamos, un listillo-.
Ainara no mira a los ojos porque tiene TEA.- ¡¡¡Vaga!!! - eso es lo que es.
Y Óscar… bueno, Óscar es “el caso”.

(Pausa dramática. Se vuelve más reflexivo.

Y claro, luego vienen las quejas:
- "Es que no aprenden, es que interrumpen, es que molestan..."
Pero no vemos que muchas veces lo que estamos castigando no es su conducta, sino su manera de estar en el mundo.
Porque lo que hacen no encaja, y entonces lo censuramos con informes, con frases lapidarias, con ese “pobrecico, bastante tiene”…
Y así, les quitamos hasta el derecho a intentar.

(Se levanta, camina unos pasos.)

Al final, la etiqueta funciona como un calmante institucional.
Le ponemos nombre a la diferencia, la explicamos, y ya no hay que cambiar nada.
¿Para qué mirar el contexto?
¿Para qué revisar la metodología, los tiempos, los espacios?
No hay esfuerzo por cambiar el medio. Solo controlarlo.
Eso sí: el niño “viene así”.

(Pausa. Sonríe con cierta tristeza.)

Y las familias... también tienen lo suyo.
El otro día, la madre de Óscar me esperó a la salida —como si yo tuviera atención 24 horas— y me dice:
- Sé que mi hijo a veces se pierde, pero tiene muchas ganas de aprender. Solo necesita que alguien lo acompañe.
Y yo, claro, le solté mi frase de siempre:
- Con el diagnóstico que tiene... ya hacemos lo que podemos, señora.
Y ella me respondió:
- Yo también tengo diagnóstico, maestro.
Soy madre. Y ese no se archiva. Se lleva las 24 horas del día, los 365 días del año.

(Silencio. Una mosca. Me quedo helado.)

Y ahí…
me dio un pinchazo.
Pequeñito. Como de conciencia.
Pero se me pasó enseguida cuando recordé que tenía que corregir 23 exámenes de sociales.
Que eso sí que es importante: saber quién se ha esforzado y quién no.
Como si el esfuerzo fuera igual para todos.

(Mira al público, la ironía disminuye.)

La verdad es que a veces me asomo al aula de Elisa.
La joven. La entusiasta.
Ella trabaja por estaciones de aprendizaje… ¡vamos a poner el Metro en la escuela!
Rincones, materiales variados, estrategias diferentes para acceder y expresar, tiempos flexibles…
Da opciones para que la actividad se adapte al alumno y no al revés.
Los alumnos hablan, comparten, aprenden entre ellos…
Como si fuera… ¿cómo se llama?
¡Ah, sí! Una escuela cooperativa.
Óscar la mira desde la puerta.
Le brillan los ojos.
Y yo pienso:
-“Qué peligro esa inclusión para el nivel educativo.”

(Silencio. Vuelve el humor, más ácido.)

Bueno, yo cierro la puerta a las 14:05.
Que a mí no me pagan horas extras.
Y otro día sin partes.
Sin lloros.
Y, sobre todo, sin pensar demasiado.
Eso también es inclusión, ¿no?
Todos felices.

(Se encoge de hombros.)

Y si no… siempre me quedará el informe:
- “El alumno no sabe, no puede, no hace”.
La fotocopia como recurso para atender a la diversidad.
Los PTs y ALs para que me saquen a los críos y me liberen un rato.
Porque, claro…
“Cada alumno ya viene con lo suyo.”

(Se pone de pie. Mira al público. Media sonrisa triste.)

Lo que nunca digo es que, en el fondo,
los que tenemos “lo nuestro”…somos nosotros y nuestras propias resistncias.

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SABEMOS LO QUE FUNCIONA … ¿POR QUÉ NO LO HACEMOS? LA GRAN PARADOJA EDUCATIVA

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Hace poco, preparando una formación con docentes, me volví a topar con una de esas preguntas incómodas que llevo años haciéndome:
Si la investigación educativa nos dice claramente qué estrategias funcionan mejor… ¿por qué no las implementamos sistemáticamente en nuestras aulas?

Lo cierto es que esta paradoja no deja de asombrarme. En otras profesiones, como la medicina, sería impensable ignorar la evidencia científica. Nadie aceptaría un tratamiento basado en la intuición o en la costumbre. Pero en educación… todavía sucede.

Hoy quiero compartir algunas de las respuestas que he ido encontrando a lo largo de mi trayectoria y, sobre todo, las estrategias que he podido comprobar que funcionan. Y no lo digo yo, lo dicen más de 50.000 estudios analizados en los metaanálisis de John Hattie, que involucraron a más de 240 millones de estudiantes de todo el mundo.

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Tamaño de efecto

Hattie consiguió poner sobre la mesa lo que llamamos tamaño del efecto, una medida que nos dice cuánto impacto real tiene una estrategia educativa en el aprendizaje de los estudiantes. Para que nos entendamos:
  • Un tamaño de efecto superior a 0,4 es altamente significativo y se sitúa en la llamada zona de impacto deseada.
  • Por debajo de 0,4, el impacto es menor o irrelevante.
¿Y sabéis qué? Hay prácticas habituales que incluso tienen efectos negativos. Por ejemplo, las expulsiones o suspensiones temporales tienen un tamaño de efecto de -0,25. Es decir: no solo no ayudan, sino que perjudican.

Las 5 estrategias con impacto, que me gustan y que siempre recomiendo  usar mucho más

Después de mucho leer, aplicar  (todas ellas las cotempla DUA ) y reflexionar con otros docentes, me quedo ( por estensión del post) con  cinco estrategias que, según la evidencia, funcionan y que, además, con las que yo he visto transformar aulas y alumnos:

1. Enseñanza recíproca (tamaño del efecto: 0,73) 

Aprender enseñando a otros. Cuando los alumnos explican a sus compañeros, formulan preguntas, resumen y aclaran dudas, no solo ayudan al otro, sino que consolidan su propio aprendizaje.
Recuerdo un grupo segundo de ESO resolver problemas de geometría o de ecuaciones de manera ccooperativa en equipo. Cuando lo hacíamoscomo tutoría entre iguales, casda pareja se explicaba mutuamente el procedimiento ( mediante una dinámica establecida y conocida por ambos). Los errores se convertían en oportunidades para reforzar conceptos. Eso es aprendizaje auténtico.

2. Retroalimentación eficaz (tamaño del efecto: 0,74)

Cuando las profes o los maestros hacemos evaluación formativa por medio de la retroalimentación efectiva, que no es corregir o puntuar tras un examen sino … sino proporcionar a nuestros alumnos información clara, específica y orientada a la acción sobre qué se está haciendo, si se ha hecho bien y cómo mejorar. Es una evaluación en proceso, una evaluación para aprender, no para sancionar. .
¿Por qué no la damos siempre? Porque requiere sistematicidad, entrenamiento docente, tiempo, un tiempo que no tenemos en esta porque estamos acostumbrados al aprendizaje mcdonalds, al fast learning en lugar del slow learning , escucha activa y entrenamiento docente. La retroalimentación superficial es rápida; la buena retroalimentación lleva trabajo. 

3. Autoverbalización y autocuestionamiento (tamaño del efecto: 0,64)

Consiste en que el alumno verbalice su proceso de pensamiento, en voz alta o por escrito. Preguntarse: ¿qué estoy haciendo? ¿por qué elijo este camino?
En una clase, pedí a los alumnos que resolvieran un problema matemático y, lo hieran oral para "obligarles" a narrar sus pasos, a escucharse durante el proceso. Fue una lección sobre pensamiento estratégico, mucho más valiosa que llegar a la respuesta correcta sin entender el proceso.
¿Por qué no lo fomentamos más? Porque en la escuela muchas veces premiamos solo la respuesta correcta y no el proceso de pensamiento. Parece que entrenamos a nuestros alumnos para hacer test, o para sacarse oposiciones …y no para desarrollar su mente.
Las autoverbalizaciones son un ejercicio espléndido para desarrollar esa función ejecutiva de monitoreo que es tan importante para el aprendizaje.

4. Metacognición (tamaño del efecto: 0,69)

Pensar sobre cómo pensamos. La metacognición es la clave para que los alumnos sean aprendices autónomos y fomentar la autorregulación.
Si al final de cada proyectopreguntáramos sobre lo que ha funcionado mejor; lo qu e cambiaríais la próxima vez; cómo resolvimos tal dificulta....haríamos visible el aprendizaje para el alumando.  Se trata, y exige, un cambio cultural: pasar del “hacer por hacer” a la reflexión continua sobre el propio aprendizaje.

5. Resolución de problemas (tamaño del efecto: 0,61)

Plantear, investigar y encontrar soluciones. Esto va más allá de resolver ejercicios: es pensar, crear, experimentar.
Recuerdo a un proyecto con un grupo de alumnos al que se le pedía que diseñaran un plan para reducir el consumo de papel en el colegio. No solo aprendieron contenidos, sino que desarrollaron habilidades de pensamiento crítico, trabajo colaborativo y responsabilidad social. ¿Por qué no es el eje central en los diseños instruccionales? Porque a veces la presión por "llegar a todo el temario" impide detenernos en procesos de indagación más largos y ricos
 

¿Por qué no se enseñan estas estrategias en la formación inicial del profesorado?

Esta es otra de esas preguntas del millón de euros. La respuesta tiene que ver con varios factores:
  • La formación docente sigue centrada, en muchos casos, en contenidos teóricos, planificación y normativa. Poco sobre cómo enseñar, cómo retroalimentar, cómo diseñar tareas que enseñen a pensar.
  • Falta de modelos reales: muchos futuros docentes salen de la universidad sin haber visto ni practicado una retroalimentación efectiva o una sesión de enseñanza recíproca.
  • La desconexión entre universidad y aula real sigue siendo un muro difícil de derribar.
Y así, muchos profesores aprenden "a base de ensayo y error", con el consiguiente desgaste personal y profesional.
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¿Qué podemos hacer?

Este post no sería completo si no incluyera propuestas:
  • Para los docentes: Atrevámonos a probar. Empezar poco a poco: una sesión de enseñanza recíproca, un feedback más elaborado, un tiempo de reflexión metacognitiva al final de clase.
  • Para las familias: Preguntar a nuestros hijos: ¿Qué has aprendido hoy? y, sobre todo, ¿cómo lo has aprendido? Ayudarles a entender que el error forma parte del proceso.
  • Para las facultades de Educaión y responsables de la formación inicial y continua: Diseñar programas centrados en la práctica real, con estrategias contrastadas. No más formación que solo se queda en la teoría; necesitamos formarnos en metacognición, retroalimentación y resolución de problemas, en escenarios auténticos y supervisados.

Para terminar…

La investigación educativa ya ha hecho su parte: nos ha mostrado qué funciona. El reto ahora es que cada uno de nosotros, desde nuestras aulas, centros y equipos de trabajo, dé el paso. La transformación no vendrá de grandes discursos, sino de pequeñas decisiones cotidianas que cambien la forma en que enseñamos y evaluamos.
Como me gusta recordar, parafraseando a Hattie:
El aprendizaje debe ser visible para el alumno, y la enseñanza visible para el docente.

¿Y tú? ¿Qué estrategia vas a probar mañana en tu aula?

Te leo en los comentarios. ¡Sigamos transformando la escuela!




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¿ES POSIBLE CONSTRUIR UNA EDUCACIÓN INCLUSIVA SIN RENUNCIAR A LA CALIDAD?

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Hace unas semanas, en el I Congreso de Educación Inclusiva incluyoYO, celebrado en mi ciudad , Murcia, figuras como Mel Ainscow, Gerardo Echeita y Pilar Arnaiz abordaron la importancia de garantizar el derecho a una educación equitativa y de calidad para todo el alumnado en la escuela del siglo XXI
Sin embargo, un compañero asistente al Congreso me pidio que comentáramos una cuestión que resuena con fuerza en el debate educativo actual: ¿es posible una educación inclusiva sin que esto implique rebajar el nivel de exigencia? 
¿Flexibilidad y rigor pueden coexistir en la escuela inclusiva? 
Se trata de una de las preocupaciones recurrentes entre docentes y familias: esa mirada que iguala flexibilidad a rebajar "el nivel"; esa mirada que traduce enseñanza para todos en menores expectativas para "los mejores".
Este dilema, que parece colocar la accesibilidad y la exigencia en polos opuestos, es una construcción errónea que necesitamos desmontar. Permitidme argumentar esta tesis.

Lupa, Flexibilidad, Personalidad
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¿Flexibilidad o exigencia? Un debate mal planteado.

Uno de los mayores obstáculos para avanzar hacia una educación verdaderamente inclusiva es la idea de que adaptarse a la diversidad supone reducir los estándares (de lo que algunos entienden como calidad) en educación. La realidad es justo la contraria: un sistema rígido e inflexible es el que realmente impide que todo el alumando alcance su máximo potencial.
Si observamos las investigaciones en educación inclusiva y equidad, encontramos que un diseño de enseñanza flexible no significa bajar el nivel, sino proporcionar diferentes caminos para alcanzar objetivos comunes (CAST, 2018). Como bien me comentó Mel (Ainscow)  durante la conversación de la cena celebrad en honor a los ponentes en el Congreso  
la clave está en transformar las barreras del sistema, no en ajustar las expectativas del alumno
Practicando mi entrenamiento funcioanl en MuiFit, el gimnasode mi barrio, vi unametáfora válida para eenteder esto. Cada persona que entramos al gimnasio, tenemos diferentes niveles de condición física y nivel de objetivos. Sin embargo, el sistema de entrenamiento no nos impone la misma rutina: unos trabajamos con pesas, otros con ejercicios funcionales o cardiovasculares, pero a todos y todas se nos permite el acceso, se nos flexibiliza la partcicipación y recibimos los apoyos  necesarios para progresar sin que nadie cuestione nuestro esfuerzo y sin dejarnos fuera de lo que ocurre allí. En educación, debería suceder algo parecido : no se trata de que algunos estudiantes carguen con menos peso, sino de que todos tengan acceso a estrategias que les permitan desarrollar su máximo potencial. 

Estrategias para crear diseños instruccionales flexibles y exigentes

Es necesario que entendamos que flexibilidad es el antónimo de rigidez. Tambien que accesibidad y facilitar son sinónimo de "dar posibilidades y oportundades". Y por último, que apoyar, guiar, mediar, modelar y andamiar no sólo son estrategias reconocidas en la pedagogía, sino que constituyen prácticas esenciales para el aprendizaje significativo, ya que permiten a los aprendices avanzar con seguridad, autonomía y comprensión profunda y, además, son prácticas reconocidas en la pedagogía como elementos clave para una educación de calidad. Echemos un vistazo a todas ellas:

  • Lev Vygotsky, ya en 1978, planteó que el aprendizaje ocurre en la Zona de Desarrollo Próximo, donde el aprendiz necesita apoyo externo y andamiaje para alcanzar niveles superiores de conocimiento. También que estrategias como la mediación y el modelado permiten que el docente, o el compañero más avanzado, guíe los aprendizajes hasta que el estudiante logre autonomía.
  • Aprendizaje Basado en la Indagación (ABI) es una metodología activa donde los estudiantes desarrollan conocimiento mediante la exploración de preguntas, la formulación de hipótesis y la búsqueda de soluciones y requiere que el docente adopte un rol de facilitador, ofreciendo apoyo gradual en función de las necesidades del estudiante. El Aprendizaje Basado en la Indagación (ABI) y el Método Científico comparten una estructura y un enfoque común: ambos promueven la exploración, la formulación de preguntas, la experimentación y la construcción del conocimientoa poyados en evidencias .
  • Albert Bandura en los años 80, en su teoría del aprendizaje social, demostró que los estudiantes aprenden observando, imitando y modelando comportamientos y habilidades. Los docentes podemos modelar procesos cognitivos como por ejemplo la autorregulación, la resolución de problemas, el pensamiento crítico ...
  • La mediación educativa implica que el docente facilita el aprendizaje a través del juego, el diálogo, el cuestionamiento y la retroalimentación efectiva. Según Mercer y Littleton (2007) , el aprendizaje dialógico mejora la comprensión conceptual y la capacidad argumentativa de los estudiantes. 

Si queremos que flexibilidad y exigencia convivan en nuestras aulas, debemos estructurar el aprendizaje con enfoques que permitan a cada estudiante acceder a los contenidos y avanzar con altos estándares. Aquí es donde metodologías como el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) y la enseñanza multinivel juegan un papel clave.
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1. Enseñanza multinivel: Diferentes caminos, mismos objetivos

Diseñar actividades con distintos niveles de profundidad permite que cada estudiante progrese dentro del mismo marco de aprendizaje. No todos llegarán al conocimiento por la misma vía ni de la misma forma, pero todos tendrán la oportunidad de alcanzarlo a su máximo potencial individual.
Ejemplo en el aula: Un profesor de matemáticas que trabaja ecuaciones, puede proponer cuatro niveles de actividad: 
  • Nivel 1: Resolver ecuaciones básicas con apoyo visual.
  • Nivel 2: Resolver ecuaciones básicas desde aplicaciones como Mathigon
  • Nivel 3: Aplicar ecuaciones a problemas de la vida cotidiana.
  • Nivel 4: Diseñar un problema matemático y resolverlo con diferentes métodos de ecuaciones.
La taxonomía de Bloom (Creada por Bemjamin Bloom y sus colaboradores en 1956 y revisada por Lorin Anderson y David R. Krathwohl, en 2001, nos porporciona un marco educativo para la multinivelacion en la cual  todo el alumando trabaja el mismo concepto, pero desde niveles de complejidad cognitiva ajustados a sus capacidades, asegurando que nadie quede excluido.

Así, a medida que los estudiantes trabajan para desarrollar una variedad de fluidez (por ejemplo, visual, auditiva, matemática, lectura, etc.), múltiples andamiajes pueden servir de apoyo y ayudarlos a explorar, experimentar, practicar y desarrollar confianza. Esta experiencia de participar en la exploración, la experimentación y la práctica ocurre cuando puede tener lugar un aprendizaje significativo y auténtico.

2. Modelos de enseñanza flexibles sin perder estructura: Las estaciones de aprendizaje

Las estrategias de aprendizaje activo, como la rotación por estaciones, permiten adaptar la enseñanza sin perder el rigor académico.
Ejemplo en el aula: En una clase de historia sobre la Revolución Francesa, el aula se divide en estaciones de aprendizaje:
  • En una, un o una docente explica mediante una instrucción directa y oral los conceptos clave.
  • En otra, el alumando  trabaja en equipo utilizando fuentes históricas.
  • En una tercera, gruposa de apredices reflexionan individualmente y elaboran preguntas a partir de varios textos ofrecidos por el docente.
Así, cada estudiante encuentra un espacio adecuado a su forma de aprender, sin que el nivel de exigencia disminuya.

3. Aprendizaje Basado en Proyectos: Exigencia a través del trabajo en equipo, la indagación y la creatividad

El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) permite trabajar desde la investigación, la indagación, la resolución de problemas y la producción de resultados de calidad.

Ejemplo en el aula: En una unidad sobre medio ambiente, se pueden seguir las siguientes fases:
  1. Presentar el proyecto de aprendizaje, los objetivos y la finalidad del proyecto .
  2. Analizar datos sobre contaminación para conectar con las ideas previas,
  3. Explorar, investigar, debatir y prototipar ideas meiante acciones de ensayo -error. 
  4. Diseñar propuestas sostenibles, basadas en el rigor conceptual y cientñifico.
  5. Presentar sus soluciones a la comunidad educativa.
  6. Extraer  conclusiones y realizar procesos de transferencia.
Este tipo de aprendizaje requiere rigor, pensamiento crítico y autonomía, y esto se puede hacer sin excluir a nadie. La estructura de las aulas del futuro, por ejemplo,  están diseñadas como espacios para a desarrollar un aprendizaje desde estos modelos.

La consideración 5.3 del DUA: Desarrolle fluidez con apoyo gradual para la práctica y el desempeño.
nos orienta a que, en el  ABP en lugar de enfatizar el producto final, el aprendizaje más valioso puede tener lugar durante el proceso mismo. Los entornos de aprendizaje pueden apoyar el desarrollo de la fluidez incorporando una variedad de oportunidades de evaluación formativa, así como andamiajes que pueden implementarse gradualmente con el paso del tiempo. Estas evaluaciones formativas y andamiajes pueden ofrecer flexibilidad en términos de andamiajes y apoyos dependiendo de los objetivos y los contextos. 
Es cierto que una cuestión no elimina otra. Es decir, si bien participar en el proceso de aprendizaje en sí es fundamental, el producto final o la interpretación también pueden ser una forma significativa de desarrollar fluidez, ya sea en forma de ensayo, producción dramática o alguna otra forma de expresión. El desempeño puede ofrecer a los estudiantes la oportunidad de sintetizar su aprendizaje de maneras personalmente relevantes y compartirlo con otros.

¿Qué apoyos, modelos, andamiajes, mediadores o recursos se pueden utilizar  sin rebajar la exigencia?

  • Modelos diferenciados para emular (por ejemplo, modelos que demuestren los mismos resultados pero utilicen diferentes enfoques, estrategias, habilidades, etc.).
  • Mentores diferenciados (por ejemplo, profesores/tutores que utilicen diferentes enfoques para motivar, guiar, dar retroalimentación o informar).
  • Andamiajes que puedan liberarse gradualmente a medida que aumenta la independencia y las habilidades (por ejemplo, integrados en software de lectura y escritura digital).
  • Retroalimentación diferenciada (por ejemplo, retroalimentación que sea accesible porque se puede personalizar para cada alumno). En este terreno la Inteligencia artificaial posee cada vez más herramienta para este tipo de apoyos.
  • Ejemplificiones de soluciones novedosas a problemas auténticos.

El cambio de mentalidad que implica que la inclusión no es una concesión

La pregunta clave me la hicieron hace ya algunos años mis estudiantes de Grado en Educacion Primaria. Si estas estrategias son efectivas ¿por qué no se aplican más en los centros educativos? 
Porque aún persiste la idea de que la inclusión es una concesión y no una estrategia para mejorar la educación de todos. 
En palabras de Mel Ainscow (2020)  "todos los estudiantes importan y lo hacen por igual" . Esto no significa tratar a todos iguales, sino dar a cada uno lo que necesita para alcanzar su máximo potencial.

La educación inclusiva es una miradaa educativa que no trata de bajar el nivel, sino de ofrecer las herramientas adecuadas para que todos los estudiantes puedan alcanzarlo. No podemos seguir viendo la flexibilidad como una concesión; debemos asumirla como el camino para eliminar las barreras que impone el sistema.
Para lograrlo, necesitamos un diseño educativo  y un compromiso para:
  • Mantener altas expectativas para todos los estudiantes.
  • Adaptar la enseñanza a la diversidad y no adaptar la diversidad a la enseñanza .
  • Asegurar que todos los estudiantes, independientemente de sus circunstancias, tengan acceso a oportunidades de participación y aprendizaje equitativo y de calidad.

Si conseguimos integrar estos principios en nuestra práctica educativa, lograremos una escuela donde la exigencia no sea un privilegio de unos pocos, sino un derecho de todos.

Y tú, en tu aula o en tu centro educativo, ¿cómo equilibras la flexibilidad con la exigencia? Déjanos tu reflexión en los comentarios. 

¡Sigamos transformando la escuela!

Referencias:

  • Mercer, N., y Littleton, K. (2007). Dialogue and the development of children’s thinking: a sociocultural approach. Londres, Reino Unido: Routledge.
  • Ainscow, M. (2020) Inclusión y equidad en la educación: cómo dar sentido a los desafíos globales. Prospects 49 , 123–134. https://doi.org/10.1007/s11125-020-09506-w



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