UN POCO DE CODOCENCIA ...ES MUCHO

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Estamos a final de curso y es necesario, además de cerrar el curso 22/23, ir repensando la organización de los centros para el nuevo año académico…que ya está ubicándose en septiembre dispuesto a salir (de hecho, ya están publicadas las fechas de inicio de curso para las diferentes etapas). ¡¡Qué calor me sube!!

No exagero cuando escribo que ya está preparándose, porque, en definitiva, hacer la memoria administrativa y pedagógica del presente curso, si para algo sirve, debe ser para detectar errores y necesidades para no repetirlas en el próximo y para dejar claros cuales son los posibles objetivos que debemos perseguir en el 23/24. (con la memoria de un curso se deja bastante despejada el planteamiento de la PGA del siguiente).

Entre esas necesidades siempre está presente la ansiada mejora de la calidad del aprendizaje del todo el alumnado desde una perspectiva inclusiva, es decir, que los planteamientos de mejora que se hagan en el aula deben ir dirigidos en este sentido de entender que la "atención a la diversidad" desde una definición inclusiva es proporcionar ( o proveer no individualmente. sino como posibilidad de elección y alternativa) a cada alumno lo que necesita desde una perspectiva personalizadora del aprendizaje. Esto implica que todo el alumnado debe encontrar en las propuestas de aprendizaje de su aula la posibilidad y el reto de aprendizaje que le haga mejorar desde sus posición y características individuales.

Esto es, no me cabe duda, una misión compleja. Por ello los y las profes cada día planteamos la necesidad de que esto no lo podemos hacer solos, que necesitamos más recursos humanos, más personal para llevar a cabo esta empresa.

La idea de más profesorado coincide con él, ya tomado como un mantra de la mejora, “bajar la ratio”. ¿Y qué significa esto de la ratio? Disminuir el número resultante de la razón matemática de profesorado por alumno, que a veces coincide con la idea de que haya menos alumnado por aula , pero otras veces no. 

Supuestamente el descenso de alumnos por aula o por docente, debe implicar que se mejoren las posibilidades de aprendizaje de todo el alumnado. Otro día hablaremos de ratios, pero hoy nos vamos a centrar en "codocencia".

Si esta idea de la personalización es complicada, hace muchos años, uno de los mejores conferenciantes que he escuchado nunca, el profesor Santos Guerra, autor de el blog el Adarve en la Opinión de Málaga, ya exponía esta situación y la relataba de las dos formas que se puede afrontar. Decía:

Es evidente que hay situaciones donde el profesorado, como no puede afrontar la situación de atención personalizada a todo el alumnado por la complejidad que esto entraña, utilizan el recurso de la separación en grupos pequeños: "como no puedo con todos… sacadme unos cuantos del aula y, por favor, atenderlos otros compañeros o compañeras, para hacerlo mejor. Surgen así, los docentes de apoyo, las aulas flexibles, los desdobles...y otros modelos organizativos que están presentes en la distribución de alumnado/aulas/profesorado.
Otros, sin embargo, utilizan una frase parecida, pero con un gran matiz, y así dicen:
..."puesto que no puedo afrontar la situación de atención personalizada a todo el alumnado por la complejidad que esto entraña, venid otros maestros y maestras al aula y trabajemos juntos, para atender mejor mediante la personalización de su aprendizaje".

 Se dibujan 2 modelos diferenciados:

  • Por un lado, el de atención por subgrupos segregados de una misma clase
  • Por otro, bajo la idea inclusiva de que todo el alumnado permanezca en su aula y sean los profesores los que colaboran y suman sus esfuerzos para apoyar al grupo, al proceso y a la gestión del aula…y no tanto al individuo. En ambos casos, la reducción de la ratio es evidente porque habrá los mismos alumnos, para más profesores.
PIXABAY- Imagen de Violonchelo, Composición y Eternidad. De uso gratuito.


Codocencia

Es en el segundo caso donde aparece el concepto pleno de codocencia, También conocido como #DocenciaCompartida #DosDocentesYUnAula, un modelo incluso, compatible con otras modalidades como la de varios adultos en un aula, sin que alguno de ellos deba ser necesariamente docente, como sucede en las denominadas comunidades de aprendizaje.

Todos hemos trabajado con otros profesionales, ¿Qué ventajas has encontrado? Aprovechar al máximo los recursos personales y las competencias profesionales de cada uno para complementarnos en el objetivo profesional.

Eso mismo persigue la codocencia: unir fortalezas individuales docentes para colaborar simultáneamente en los aprendizajes de uno o más grupos-clase, en el mismo espacio, sobre un mismo programa, proyecto o instrucción educativa.

¿Qué modelos organizativos la componen?

A parte de los desdobles, que son una medida organizativa que perite dividir un grupo clase con un segundo docente, de manera que la mitad de un grupo está en clase y la otra con el otro docente. Pueden estar realizando la misma actividad o actividades diferentes. Muy utilizado, por ejemplo, en enseñanza de lenguas, se trata de un modo organizativo muy creativo, y por tanto variado, pero lo vamos a resumir en brevemente en estas modalidades: 


  1. MODELO PARALELO: dos o más profesores trabajan con diferentes grupos de alumnos en diferentes secciones del aula. Los profesores pueden ir rotando por los grupos y es un modelo que indicado para comenzar a implementar codocencia.
  2. MODELO DE DOCENTE-MONITOR un docente asume la responsabilidad de instruir a todo el grupo, mientras el otro circula por el aula observando y realizando un seguimiento de la comprensión, trabajo y comportamiento del alumnado.
  3. MODELO COMPLEMENTARIO Un docente complementa al otro. Cada profesor o profesora se centra en un rol, área o trabajo concreto o especializado, pero ambos actúan con toda el aula.
  4. MODELO DE EQUIPO que implica una enseñanza en equipo de 2 o más profesionales que realizan conjuntamente todas las tareas:
  • Programar, planear y enseñar los contenidos.
  • Evaluar el progreso del alumnado.
  • Asumir la responsabilidad sobre todo el alumnado.


Es obvio que cada modelo tiene unas características propias…pero que no todos sirven para las mismas situaciones…sino que el contexto, el grupo de alumnos y el perfil de cada docente, la materia y el saber a aprender /enseñar... decidirán un modelo u otro e incluso, las actividades a desarrollar serán las que tengan un peso importante para decidir el modelo.

Como vemos, el sentido clásico de apoyo cambia extraordinariamente desde este modelo pues implica la coordinación para el logro de objetivos compartidos y definidos como equitativos.

PIXABAY. Imagen de Velero, Mar báltico y Dos maestros. De uso gratuito.

"Si quieres ir rápido, camina solo; si quieres llegar lejos, ve acompañado" 

Proverbio

NOTA:

Este post es la transcripción del Podcast radiofónico; Transformando Escuela en Plaza Pública  , de Onda regional de Murcia que puedes escuchar en este capítulo:

3 comentarios

  1. Con todo mi respeto y sin ninguna acritud y porque el tema me interesa, me permito aportar una visión alternativa.

    Detecto un sesgo ideológico o de confirmación (tanto en las palabras del autor que se cita, como en la propia entrada) que, creo que le quita cierta validez a la entrada. Como es una línea de argumentación que escucho a menudo acerca de la codocencia, al final me motivé a aportar mi visión acerca de este interesante tema:

    Para empezar, los docentes no optan tanto por una codocencia o un desdoblamiento por si quieren o no, o cómo quieren, o cuándo quieren, sino porque lo determina su marco horario y los recursos.
    Por otro lado, se parte de lo que creo que es una falsa premisa: dividir en grupo en 2 excluye, y no dividirlo, incluye. Se puede ser inclusivo y segregador, en ambos modelos. Depende más del enfoque metodológico del/los docente/s.
    Es más, creo que se plantea un dilema como el buen docente (que quiere codocencia, que no le importa que le entren en clase, que no tiene nada que ocultar) y el mal docente (que no la quiere, y que no quiere que le entren en clase y que quiere sacar-se alumnos). Esto no es hacer un análisis objetivo…En la cita, solo le faltaba decir: sacadme "de encima"!

    En muchas ocasiones no se considera codocencia un soporte en el aula, o una ayuda auxiliar. Creo que la razón es puramente ideológica, porque se pretende influir en un tipo muy concreto de codocencia. Dividir al grupo en dos podría ser, perfectamente, una codocencia en paralelo; un profesor que asiste a un alumno o a unos pocos en concreto, encajaría con una codocencia docente-monitor. Incluso un "vetllador" (no sé como le llaman fuera de Catalunya) -me refiero a un profesional auxiliar que atiende un alumno con unas necesidades muy específicas-, desde la lógica de la comunidad de aprendizaje que expones y que comparto, podría ser también un modelo de codocencia. O un experto que entra en el aula también podría serlo. A mi modo de verlo, dependerá del rol que establezca con el docente.

    Por otra parte, los alumnos prefieren el desdoblamiento a la codocencia (cierto, no puedo demostrarlo; de momento, sólo tengo cuestonarios informales de los dos últimos dos cursos donde he tenido la suerte de hacer muchas codocencias y desdoblamientos): menos ruido y se sienten mejor atendidos. Las codocencias sólo funcionan con determinados modelos docentes. Si no, son un desperdicio de recursos.

    Los beneficios de la codocencia son, a mi modo de verlo, sobre todo, para el docente: muestra otras formas de dar clase y otras formas de gestionar el aula, que es muy enriquecedor y educativo. Y eso revierte, evidentemente en el alumnado. Y es cierto, que, asimismo, regula la actitud del docente, que se ve observado. Pero sólo transforma bajo unas circunstancias muy concretas: buen vínculo entre docentes, tener voluntad y capacidad reflexiva…

    Creo que hay que dejar de culpabilizar el profesorado. A veces, las peores codocencias las ejerce el que las promueve en su discurso, desde el poder y a modo de ejemplo (eso sí cuando viene porque no tiene reuniones!) y rebienta el ritmo de la clase porque no sabe ni lo que se está haciendo.

    Para mí, el gran tema sería: qué beneficios puede aportarnos la codocencia, y como creamos el contexto para que esto ocurra?

    Muchas gracias de antemano y, de nuevo felicitaciones y agradecimiento por su aportación que, en algunos aspectos, también comparto.

    Joan Escoda (profesor de música en secundaria, en Catalunya)

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  2. (Parte 1 )
    Gracias Joan por tu cometario y te agradezco que aportes una visión alternativa, en la que te adelanto que al tratarse de opinión, tampoco está exenta del sesgo de confirmación. Reitero mi agradecimiento por tu interacción.

    Es cierto que los docentes no optamos por una codocencia "real", (no hablo de desdoble, que desde mi punto de vista no es codocencia por argumentos que comentaré más adelante) y en los centros que se plantea este modelo organizativo sí que se les pregunta al profesorado sobre su "predisposición a la misma, teniendo en cuanta el rechazo de muchos profesores/as a trabajar conjuntamente con otros. A veces los recursos no acompañan pero seguro que codocencia con el profesorado de Pt o apoyo, sí que es siempre una opción posible. En alguna Comunidades legislado así por Normativa.

    Que la inclusión requiere Presencia, Participación y Progreso, no es una "falsa premisa", es partir de un concepto diferente al que tú partes. Si el desdoble lo hacemos con criterios de "homogeneidad" estamos obviando la que la variabilidad cerebral humana existe; si partimos de criterios de división en grupos heterogéneos, partimos también de una "falsa premisa" pues pensamos que en grupos más pequeños el éxito es mayor´( desde modelos de individualización en lugar de modelos de personalización) ... y si esto fuera así, en los "grupos de apoyo" conseguiríamos éxitos asegurado y no así, como lo demuestra la experiencia y las investigaciones que lo evidencian.

    Comparto absolutamente contigo que se puede ser inclusivo y segregador, en ambos modelos, e incluso se puede ser desde cualquier enfoque metodológico . La inclusión es, esencialmente, una actitud. Quererla es crearla...pero, en mi opinión y en la literatura científica hay modelos que la organizativos como el que comentamos que la propician y otros que...lo hacen más complicado.
    (Por su longitud, continua en otro comentario seguido a este)

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    1. Parte 2

      Comentas que " se plantea un dilema como el buen docente (que quiere codocencia, que no le importa que le entren en clase, que no tiene nada que ocultar) y el mal docente (que no la quiere, y que no quiere que le entren en clase y que quiere sacar-se alumnos). Esto no es hacer un análisis objetivo…En la cita, solo le faltaba decir: sacadme "de encima"!.. esto son, permíteme, interpretaciones personales que haces y que en ningún caso se pretenden ni se explicitan así en el post. Jamás haré una división por buenos y malos docentes. Hablará de lo que en "mi opinión" es más eficaz o menos eficaz para el aprendizaje de calidad.

      La entrada sí considera codocencia ( dos docentes en un aula, planeando, desarrollando y, en definitiva, trabajando juntos ) las opciones de un soporte en el aula, o una ayuda auxiliar en cualquiera de las modalidades ( monitor, complementario o equipo), y es obvio que no hay ideología en estas afirmaciones, insisto que es opinión basada en la información sobre el tema y la experiencia.

      Dividir al grupo en dos (podríamos llamarles, grupos flexibles) podría ser una acción de codocencia siempre que se cumpla que el todo el alumnado es de ambos; que los grupos se crean para cada situación de aprendizaje, no son permanentes y se trabaje con un plan de trabajo consensuado, planificado ( con una buena evaluación de proceso permanente) y revisable en cualquier momento.

      El caso de profesor sombra o "vetllador" con alumnado al que las actividades del aula les suponen una barreras infranqueables-, desde la lógica anterior (participación en las tareas de aula) podría ser también, por supuesto, un modelo de codocencia.

      Igual a la idea de un experto que entra en el aula también podría serlo. Dependerá, no solo del rol que se adopte, sino de la planificación previa generada en la que habrán roles asignados a cada momento, actividad o acción.

      En cuanto a la preferencia del alumnado la respeto, pero prefiero la mirada profesional.

      Los beneficios de la codocencia no deben ser para el docente, siempre deben ser para el alumnado. Bien es cierto que trabajar en codocencia te ayuda a "ver otras formas de dar clase y otras formas de gestionar el aula, que es muy enriquecedor" y que eso revierte, evidentemente en el alumnado., que será positivo si tiene objetivos concretos de mejora de la docencia del profesorado, si es evaluado, en un ejercicio conjunto metacognitivo y de autorregulación de la enseñanza.

      En ningún caso culpabilizo al profesorado ni elaboro discursos en este sentido. Está bien , de todas formas, que nos sintamos reflejados en algunos casos y reconfirmemos o no nuestra opinión. Pero nada más lejos de mi intención acción, de crear culpable.

      Para finalizar, comparto también contigo que la codocencia peor es esa que se promueve ( pero no en mi discurso , y escribo esto para que quede claro) y se dejan a expensas de " hacerlas porque no tiene reuniones, aleatorias o si no hay sustituciones.

      Reitero mi agradecimiento por tu comentario.
      Saludos

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