El conocimiento previo es un factor esencial a la hora de eliminar barreras para la representación de la información. La detección de ideas previas es una estrategia que todas las metodologías citan como necesaria ya que permite el "aprendizaje visible",
La detección de ideas previas es una estrategia que todas las metodologías citan como necesaria. No en vano se trata de una de las evidencias destacadas en la investigación del «aprendizaje visible», de Hattie, sobre «las cosas que funcionan en educación». Pero, cuando hacemos detección de ideas previas, ¿tenemos en cuenta a todo el alumnado?
También la evidencia práctica nos orienta a los docentes a la necesidad de planificar actividades que nos ayuden a detectar los conocimientos previos y, con ello, a «hacer visibles» las partes de la estructura cognitiva que nuestro alumnado tiene sobre un determinado conocimiento, en la que poder anclar, con ciertas garantías de solidez, nuevos conceptos o ideas. Por ello está comúnmente aceptado comenzar una nueva unidad de enseñanza/aprendizaje a través de la acción que llamamos «detección de ideas previas».
Desde la perspectiva de la educación inclusiva, el conocimiento previo es un factor esencial a la hora de la eliminación de barreras para la representación de la información, porque allana el camino a todos los estudiantes en los procesos de acceso hacia el aprendizaje, una acción que, desde la mirada del diseño universal para el aprendizaje (DUA), debe abordarse a través de múltiples formas de acción y expresión.
Obviamente no existe una estrategia única cuyo diseño pueda indagar y revelar ideas anteriores sobre un contenido compartibles para lo que podemos entender como un aprendizaje para todos. Sin embargo, sí hay una acción que debe ser común en todos ellos: tomar decisiones sobre el conocimiento, el proceso o la información «subyacente» al conocimiento previo que buscamos y al contenido posterior que precede.
La investigación indica para qué es necesaria la detección, pero no cómo llegar a las ideas previas del alumnado sobre cualquier conocimiento o información. Sería absurdo establecerlas sin la contextualización del alumnado.
Aun así, Héctor Ruíz, investigador de «cómo aprendemos», señala la evocación como la estrategia que más refuerza el aprendizaje; por lo tanto, utilizarla como estrategia para la detección de conocimientos previos puede ser un buena plan. Diseñar evocación es un reto más efectivo que «traer las ideas a la memoria», por ejemplo, realizando un examen, porque es en la acción competencial donde se recuerda el conocimiento que se ostenta para «hacer algo».
Así, una estrategia de estaciones de aprendizaje con narraciones inventadas o reales, mesas de debate, juegos de analogías, ruletas, bingos o puzles, visual thinking de lluvia de ideas, cocreación de mapas conceptuales, dramatización o «muralización» pueden ser excelentes activadores de ideas previas, determinantes para el acceso al aprendizaje profundo.
Este artículo ha sido publicado en
Sección "En vos Alta": Editorial Graò
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