Cada inicio de curso me lo planteo como una nueva oportunidad de transformar mi práctica, reinventar la ilusión por iniciar un nuevo proyecto de vida laboral que "me toque" en lo emocional y personal. Me gusta ser docente que se emociona con lo que hace. Y no le llamemos vocacional. Le llamaremos profesional porque nadie puede amar lo que desconoce y para conocerlo hay que tener más profesión que vocación y más estudio que únicamente empatía.
Y esto de disfrutar me ocurre a principio de curso, cuando contemplo las aulas como espacios vacíos, pero los imagino para que se llenen de alumnado.
Aunque no cambie de centro, resulta que de un curso a otro necesito renovarlas. Desnudar las paredes, recolocar los recursos educativos, reorganizar los medios, rediseñar el espacio para que cumplan mejor su función, que no es otra que la de facilitar el aprendizaje.
Siempre ha sido una de mis tareas favoritas de principio de curso que me dura semanas. Voy ensayando en la acción una nueva organización espacial que me inspire en una re-novación metodológica. En este idear, espacio y metodología se retroalimentan sin remedio y me ayudan a resituarme como actor de esta acción educativa que se va a iniciar, que me ofrece la posibilidad de probar con un momento nuevo y único; de enlazar lo formal y lo informal y así, que el contexto alimente la escuela y la escuela salga a beber al contexto.
Este curso tengo toda la oportunidad de comenzar en un lugar distinto. Quiero aplicar lo aprendido y experimentado, pero no todo es sencillo. Esto no quiero que sea conformismo, sino todo lo contrario: es objetivo. Quiero tener paciencia.
En los centros de educación primaria, el modelo grupo-tutor y aula-curso, suele eliminar alguna de las dificultades que enumeraré a continuación, pues el tutor siente el aula como "suya" y la gestiona a su modo.
Los centros de educación secundaria es diferente. Se suele organizar en dos modelos de optimización de espacios-aulas y un modleo de supervivnecia: el modelo aula materia y el modelo aula curso y el modelo ¿qué aula queda libre? La escasez de recursos espaciales en centros hipersaturados es una dificultad seria para todo intento de renovación y mejora.
Las aulas, en un modelo o en otro, suelen estar "utilizadas" por varios docentes que no siempre tienen la misma visión de enseñanza. Respetable. Faltaría más. (Aunque en realidad...deberíamos ser capaces de ponernos de acuerdo en un modelo). Si no es así, organizarlas de un modo concreto a cada sesión, supone un cambio permanente de mobiliario no muy eficaz para el aprovechamiento del tiempo de aprendizaje, para el aprovechamiento de esas sesiones minúsculas de 50 minutos oficiales y unos 40 reales.
Aunque no cambie de centro, resulta que de un curso a otro necesito renovarlas. Desnudar las paredes, recolocar los recursos educativos, reorganizar los medios, rediseñar el espacio para que cumplan mejor su función, que no es otra que la de facilitar el aprendizaje.
Siempre ha sido una de mis tareas favoritas de principio de curso que me dura semanas. Voy ensayando en la acción una nueva organización espacial que me inspire en una re-novación metodológica. En este idear, espacio y metodología se retroalimentan sin remedio y me ayudan a resituarme como actor de esta acción educativa que se va a iniciar, que me ofrece la posibilidad de probar con un momento nuevo y único; de enlazar lo formal y lo informal y así, que el contexto alimente la escuela y la escuela salga a beber al contexto.
Este curso tengo toda la oportunidad de comenzar en un lugar distinto. Quiero aplicar lo aprendido y experimentado, pero no todo es sencillo. Esto no quiero que sea conformismo, sino todo lo contrario: es objetivo. Quiero tener paciencia.
En los centros de educación primaria, el modelo grupo-tutor y aula-curso, suele eliminar alguna de las dificultades que enumeraré a continuación, pues el tutor siente el aula como "suya" y la gestiona a su modo.
Los centros de educación secundaria es diferente. Se suele organizar en dos modelos de optimización de espacios-aulas y un modleo de supervivnecia: el modelo aula materia y el modelo aula curso y el modelo ¿qué aula queda libre? La escasez de recursos espaciales en centros hipersaturados es una dificultad seria para todo intento de renovación y mejora.
Las aulas, en un modelo o en otro, suelen estar "utilizadas" por varios docentes que no siempre tienen la misma visión de enseñanza. Respetable. Faltaría más. (Aunque en realidad...deberíamos ser capaces de ponernos de acuerdo en un modelo). Si no es así, organizarlas de un modo concreto a cada sesión, supone un cambio permanente de mobiliario no muy eficaz para el aprovechamiento del tiempo de aprendizaje, para el aprovechamiento de esas sesiones minúsculas de 50 minutos oficiales y unos 40 reales.
Organizar con criterio
Pero no se trata de recolocar por recolocar. Siempre debe haber un criterio. La organización del aula acompaña al proceso de aprendizaje y refleja como un espejo el tipo de enseñanza que se despliega en ella.
Una metodología activa requiere de una organización mínima del espacio, del mobiliario y de los recursos y medios que potencien la acción de aprendizaje que se desea desarrollar, que nos es otra que los alumnos sean los protagonistas de su propio aprendizaje.
¿Cómo puedo activar el aula para conectar con el aprendizaje?
Seguro que hay muchas más (bilbiotecas, patios, pabellones deportivos...) pero en mi contexto, me van bien estas ideas:- Organizo las mesas en equipos. Esta acción potencia el aprendizaje cooperativo, y así, intento hacerlo realidad lo que tanto se pregona como eslogan. En mi aula "hiperpequeña", las mesas colocadas en grupos de 4 me dejan espacio para deambular entre ellas. ¡Es fenomenal!. Moverme entre los alumnos me sirve para centrar el foco de atención, para mediar en sus dudas o para observar directamente las necesidades de aprendizaje sobre cada grupo, sobre cada persona y tenerlas en cuenta para otras veces. Decía que es fenomenal porque las mesas en hilera (que ocupan más) han perdido su sentido en la época de la comunicación y la interacción. A veces mis alumnos y alumnas hablan demasiado. Pero me calma pensar que el silencio está demasiado sobrevalorado en la enseñanza. Recuerdo aquella genial frase de "si entras en una clase y están todos en silencio, preocúpate...", que yo adapto y continuo añadiendo "porque el aprendizaje que no late está muerto." En las mesas en paquetes de equipo observo que se focaliza la atención sobre el trabajo en el centro de cada grupo de mesas. Es ahí donde deseo que crezca el conocimiento y no en "mi pizarra " y "mi tarima". Los roles que asume cada uno les sirve para autorregular, desarrollar la flexibilidad cognitiva, la atención a sus obligaciones e incluso la memoria. Es decir, el trabajo cooperativo puede reforzar las funciones ejecutivas. Su implementación en mi aula irá poco a poco, siendo realidad.
- En mi aula, tengo el objetivo que las paredes puedan ser pizarras infinitas de expresión del profesorado y del alumnado. Alumnos utilizando pizarras, auto/hetero debatiendo resultados y opciones, y profesorado comentando en masa y paseando entre pares que comentan. Con un poco de tiempo voy a apostar por paredes de papel vinilo adhesivo, que es bien simple o por la pintura de efecto pizarra para extender las posibilidades de escritura vertical , aunque el verde o negro pizarra hace pequeño el espacio. Pero teniendo un aula amplia...es perfecto. Además puede servir de croma. Si esto es complejo o costoso..., siempre podrremos colgar nuevas pizarras que hayan quedado en desuso o crear típico espacios de papel continuo que acompañen a la pizarra de siempre o a la pizarra digital. Son limpios, aunque poco ecológico por aquello de usar y tirar. Pide a los alumnos que en su estuche hayan además de sus útiles habituales, algún rotulador de agua o de tinta de tiza o tizas adecuadas para las distintas actividades. Las grandes pizarras son estupendos espacios flexibles y polivalentes para dibujar, proyectar, debatir/corregir, esquematizar, diseñar, prototipar, comprobar...crear. Si no tienes mucho espacio en pared, puedes cruzar finas cuerdas donde colgar imágenes y trabajos de los alumnos de un lado a otro del techo o a lo largo de una pared. Son muy sencillas de cambiar con pinzas y facilitan renovar el ambiente a cada unidad o preyecto. También uso pizarras tipo "velleda" de aula de un tamaño Din A3 para trabajo de equipo y debates en mesas.
- Tengo abierta una ventana digital. Necesito una pantalla por la que pueda entrar el aprendizaje informal y formal sin distinción. Una Pizarra Digital Interactiva o una simple pared en la que se proyecte la quinta dimensión (la digital) del aula. Las ventanas digitales me sirven para realizar actividades mediadas con TIC. Son motivadoras, despiertan la curiosidad o la sorpresa. Un vídeo de aprendizaje o uno motivador o un cronómetro que favorezca la motivación o la atención...salen en tu pizarra como un kit multiuso imprescindible en el aula. Mi pizarra digital es un laboratorio, una pantalla de cine, un gran libro o atlas, una biblioteca...sus posibilidades son infinitas. Solo hay que imaginarlas... lo demás lo hace la tecnología.
- Utilizo todos los trozos de pared, de todas las paredes como grandes expositores. Las paredes son grandes superficies de las que a menudo no sacamos todo el partido que podemos. Cubriendo una pared con papel vinilo es muy probable que te queden espacios libres cerca del techo. Utilízalos para completar con frases optimistas, paradojas y refuerzos culturales, lemas escolares o las mismas normas del aula diseñadas por los propios alumnos. Coloca organizadores gráficos de contenidos clave, secuencias, guías de autoinstrucciones... aprovecha los recursos que complementen el libro de texto, el libro digital y los cuadernos del formato que sean.
- Tenemos un gran pasillo, que es mi aliado. Los pasillos son espacios de aprendizaje que engalanamos y vestimos de fiesta. Salir del aula está bien. El pasillo potencia la exposición porque expresas y compartes con otros. Exponer a otros los resultados de nuestros aprendizajes, de nuestros proyectos ABP, es una de las etapas imprescindibles de cualquier circuito de aprendizaje activo. Muchas actividades pueden tener lugar en los pasillos como un espacio más de aprendizaje.
- Hemos creado un espacio virtual. Que nos sirve de extensión en expresión creación, relación e interacción del espacio físico. Una incipiente googleclassroom ( por medio de la cuenta oficial de Murciaeduca. que también podría haber realizado a través de una Teams de, Microsoft); Una web con Wix, del proyecto ABP #vive_mates, un canal de youtube para el desarrollo de organización flipped classroom, un instagram del proyecto ( #vive_instamates)... En definitiva una ampliación infinita, atemporal, democrática, enriquecedora y participativa del espacio real del aula. Todo en incipiente elaboración y sin datos o conclusiones que os pueda compartir todavía.
- Las ventanas también son espacio educativo. Siempre me gustó pintar en las ventanas. Mis ventanas son altas y escoradas, pero encontraré el momento "porque las ventanas también pintan". Te aconsejo que no dejes de utilizar las cristaleras del aula, si son grandes y accesibles. Las ventanas como espacio para escribir con rotuladores de tinta de polvo de tiza, fácil de usar y de limpiar son muy atractivas. Nos sirven para que el alumnado narre ideas, cree storytelling visuales, dibuje mapas mentales o se ayude con post-its y otras estrategias y recursos en el proceso de aprendizaje.
Estas 6 formas de transformar las aulas en espacios de aprendizaje se condensan en crear espacios adecuados para:
- La ilusión, la motivación, la curiosidad y la felicidad. Por ello, haz partícipe a tu alumnado. Involúcrale en el proceso y proponles el reto de mejorar el diseño de su aula. Seguro que con su ayuda lograrás crear tu propia lista de pautas efectivas. Objetivo: un espacio de todos y para todos. (no en vano los alumnos, las alumnas y el profesorado pasamos en ella una media de 5 horas diarias, más de un tercio de nuestra vida despiertos).
- Interaccionar, dialogar, participar, acordar, trabajar juntos. Que haga posible utilizar al alumnado como capital social; que aproveche la eficacia de las redes de apoyo y el aprendizaje mediado por iguales; que optimice las ideas de cooperar para aprender, del poder motivador de la vinculación del equipo, del movimiento controlado en el aula... todo son ventajas para aprender y desarrollar funciones esenciales para el desarrollo personal de nuestro alumnado.
- Ofrecer posibilidades de experimentar, investigar, manipular, probar, prototipar... El aprendizaje profundo no se consigue sin intencionalidad. Ofrecer la posibilidad de enriquecer el aprendizaje de forma personalizada es un gran elemento que no podemos desaprovechar.
- Incluir a todo el alumnado , no solo para atender los diferentes estilos de aprendizaje, sino también para ofrecer posibilidades universales de acceso a la información y a los contenidos; de permanencia, motivación y persistencia en la tarea de aprender y de finalizar, expresar y hacer visible el aprendizaje de todos en múltiples formas. El espacio puede ser un gran aliado estructural para generar portafolios del talento individual de todo el alumnado. No lo desaprovechemos
Cuando uno sueña solo, es un sueño. Cuando sueña con otros es realidad.
Excelente publicación muy reflexiva !!
ResponderEliminarCada vez me gusta más lo que escribís,
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