De qué hablamos exactamente
Las tensiones
educar no es solo cuestión de espacios, sino de experiencias.
Qué puede aportar esta medida (y qué puede restar)
No se trata de mantenerlos donde estaban,
sino de acompañarlos hacia donde van.
sino de acompañarlos hacia donde van.
Porque lo importante no es dónde, sino cómo. Permanecer dos años más en el colegio puede ofrecer beneficios reales, especialmente en aquellos contextos donde la fragilidad social o emocional del alumnado es más evidente. La continuidad en el entorno escolar permite mantener vínculos ya consolidados con docentes y compañeros, generando una mayor sensación de seguridad y pertenencia. Esta permanencia también suaviza el tránsito entre Primaria y Secundaria, reduciendo esa ansiedad que muchas familias y alumnos experimentan ante el cambio de etapa. Además, al alargar la estancia en un contexto más cercano y conocido, se facilita un seguimiento más individualizado de las trayectorias escolares, lo que puede ser clave para atender con más acierto las necesidades específicas de cada niño o niña.
Sin embargo, también existe el riesgo de que esta medida se traduzca simplemente en una prolongación de la Primaria, sin una adaptación real a las características propias de la adolescencia. Si no se produce un cambio profundo en las metodologías, en la organización de los tiempos y espacios, y en la manera de acompañar el desarrollo emocional, corremos el peligro de encapsular a los alumnos en una burbuja que acabará estallando. Porque, tarde o temprano —y en concreto, en 3.º de ESO—, deberán incorporarse a los institutos de referencia, enfrentándose de golpe a una realidad para la que quizá no se les ha preparado del modo más adecuado.
Ante esta posibilidad, tres preguntas clave deberían guiar la reflexión de cada comunidad educativa
- ¿Tenemos un proyecto educativo sólido para trabajar con adolescentes? No basta con quedarse en el colegio. Hay que tener una propuesta adaptada, coherente, con mirada de futuro.
- ¿Contamos con equipos docentes preparados, bien coordinados y con mentalidad colaborativa?Esta etapa necesita una suma de saberes: la experiencia del profesorado de Primaria y la formación del profesorado de Secundaria.
- ¿Estamos dispuestos a acompañar emocionalmente a los chicos y chicas en esta etapa compleja?No basta con protegerlos. Hay que darles herramientas, confianza, autonomía.
El verdadero reto: mover miradas, no solo mover paredes
Hoy, como ayer, la clave no está en el “dónde”, sino en el “cómo”.Y el “cómo” siempre empieza por mirar al alumnado en el centro.
Puedes excuchar en el Podcast de Onda Regional Transformando escuela sobre este mismo tema aquí: https://www.orm.es/programas/el-mirador/transformando-escuela-la-nueva-egb/
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