LA ERA TRIC: Factor R-elacional y Educomunicación

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Gabelas Barroso, J.A., & Marta Lazo, C. (2020).
La era TRIC: factor R-elacional y educomunicación



Mi pequeña aportación a este excelente libro

¿Qué aporta en el campo de la innovación educativa y en el ámbito de la comunicación el Factor Relacional?


La entrada de nuevas formas de comunicar en las aulas ha sido, sin duda, la chispa que ha encendido la mecha de la revolución educativa que llamamos innovación, que no se trata de otra cosa, que una mirada crítica y un replanteamiento de lo que hacemos en las aulas y un repensado sobre su valor y sentido.
La educación como acto comunicativo, “in tempo”, sincrónico, físico, cara a cara, unidireccional, jerárquico y eminentemente receptivo, ha transitado hacia otros modelos de comunicación donde, aun teniendo cabida aquellos, se ha generado un nuevo ecosistema comunicativo donde lo asincrónico, lo digital, lo multidireccional, lo horizontal y democrático, lo productivo…ha generado espacios comunicativos diversos, hasta ahora inauditos en las aulas, extensivos e intensivos.
Comunicar es motivar, es llegar al receptor por medio de su sistema de relacional. Toda estos elementos han configurado la fauna y flora de un ecosistema digital de aprendizaje donde ha sido necesario establecer unas nuevas reglas de relación en un juego que deja claro que educar no es transmitir contenidos ni proporcionar información y que las fichas del juego ya no son manejadas por el enseñante, sino que cada aprendiz tiene capacidad ( y es deseable que la tenga) de manejar las suyas y que, de la interacción de todas esas fichas de intereses, surgen nuevas formas y modelos de juego, donde la autorregulación y la persistencia es esencial para para conseguir el objetivo de educativo: el Factor-Relacional como mediador.
Por ello, quizá el debate educativo se debe centrar preferentemente a cómo integrar los cambios (que son un hecho) y lo elementos que lo favorecen más que entrar en debates estériles de si cambio sí o cambio no. Y es que, la tecnología ha llegado a las aulas para quedarse, para ampliar y sustituir (cuando sea procedente) tecnologías anteriores. Así se ha marcado la evolución de la sociedad a lo largo de la historia. La tecnología no es una moda y, por tanto, no podemos elegir entre utilizarla o no para mejorar el aprendizaje. Se trata de un recurso de gran valor que ha accedido de manera invisible y se ha instalado en las aulas como un medio importante para la relación de todos los actores que participan en cada acción de enseñanza y de aprendizaje.
Gracias a la tecnología, el diálogo y la comunicación se vuelven extendidos, extensivos e intensivos, trascienden los muros del aula, se hacen colaborativos y cooperativos y cobran un rol principal y diferente en el nuevo escenario educativo, donde el protagonismo (entendido como relación de motivación y acción) se ha asumido por el alumnado, quedando el profesor, no como como un “simple espectador”, sino todo lo contrario, como un agente activo e importante cuyo rol es crear elementos de relación, generar procesos, inspirar caminos, ayudar a fijar metas y acompañar, siempre acompañar. Así, esta nueva ecología genera un sistema biológico vivo porque es incierto, cambiante y desafiante y humano.
Es de este modo como el Factor-R se convierte en la vitamina, en el lubricante que hace que todo el engranaje funcione, el que se hace interno en cada uno de los actores y externo en cada uno de los actos educativos
Nada nuevo sobre la mesa que no hayamos vivido en otras etapas. Porque no es nuevo que la pedagogía y la tecnología hayan tenido que readaptarse para iniciar una nueva relación. La aparición de los libros de texto, los recursos audiovisuales, los recursos manipulativos…, por poner un ejemplo, ya obligaron a repensar su papel en el aula, y se convirtieron en medios tecnológicos que han formado parte indisoluble de la escuela, de su evolución y democratización.
En este sentido las tecnologías de la comunicación no hubieran sido diferentes si no estuviesen mediada por el elemento relacional, que si bien anteriormente también estuvo presente en la mediación tecnología y aprendizaje, nunca como ahora se hizo visible, consiguiendo que el instrumentalismo tecnológico de otras ocasiones, se haya disuelto, simplemente porque se ha colocado en el centro del proceso el Factor R: la R de relación, como conexión en un contexto de empoderamiento mediático entre docentes, estudiantes y conocimiento, un sistema de relaciones unidas en el compromiso y la responsabilidad de todos/as con todos/as.
En resumen, la tecnología mediada con lo educativo por el Factor Relacional, como vehículo de desarrollo emocional, inter e intrapersonal y con valor y sentido humanístico del conocimiento.

Desde tu experiencia y trayectoria en el ámbito de la SALUD Y LA EDUCACIÓN y su conexión con el Factor Relacional ¿cómo se pueden desarrollar sinergias constructivas y positivas para la educación mediática?

Ha sido el Factor Relacional el que ha otorgado un nuevo sentido al papel que juegan los medios de comunicación en la educación desde el campo de la promoción de la Salud, al proporcionarnos herramientas para ejercer ese rol activo que desde hace más de 30 años (Carta de Ottawa -1986) se reclama como un derecho que tenemos los ciudadanos: el ser facultados para tomar el control que tenemos sobre nuestra salud para mejorarla.
Comunicación, tecnología y educación en relacionados (Factor R), se convierten en el trinomio fantástico de la comunicación, porque es capaz de generar conocimiento, actitudes y/o comportamientos a favor de la salud, mediante la concienciación, sensibilización, movilización…
En la era de la tecnología de la información y comunicación es un deber de todas las instituciones sanitarias y educativas aprovechar las opciones de accesibilidad universal e inmediata por parte de la población para que cale el mensaje de que la promoción de la salud debe ser un valor en la sociedad en general: el Factor R como elemento esencial en la proporción de una participación activa y consciente de una comunidad que adquiere habilidades y comportamientos para el autocuidado de la salud.
Serán los cambios de comportamiento y la adopción de comportamientos sanos los procesos mediante los cuales los individuos avanzaremos hasta un nuevo modelo de relación con la salud se convierta en parte de la vida diaria.
El hecho es que la sociedad no puede esperar. Es preciso construir puentes que unan las sinergias y espacios comunes, horizontales y accesibles, que nos lleven a un concepto de salud promovida desde una perspectiva diferente: la educomunicación como espacio para aprender, interaccionar, comunicar, compartir y crear salud.
Ha llegado la hora de romper viejas fórmulas incardinadas en el imaginario sanitario, docente y comunicador para enfrentarnos a las nuevas formas de aprender y promocionar en salud, donde tecnología, factor relacional y humanización son, desde mi punto de vista, las claves del nuevo modelo.

1 comentario

  1. La Era TRIC (Factor R-elacional y Educomunicación) destaca la importancia de las relaciones y la comunicación educativa. La tecnología ofrece herramientas vitales para mejorar la calidad de vida de las personas discapacitadas, facilitando la inclusión y el acceso a la información.

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