Posiblemente el espíritu de mejora y superación que miles de atletas han demostrado en la última olimpiada, y las miles de potentes imágenes deportivas que nos ha invadido este mes de agosto (que por desgracia ya se agota), me han hecho reflexionar sobre la importancia de los entrenadores en la mejora de las capacidades de los atletas.
Viendo ejemplos como el de Carolina Marín, Ruth Beitia, Maialen Chourraut o el mismísimo Rafa Nadal, se me hace impensable imaginar cómo hubieran conseguido sus éxitos y mejoras sin alguien a su lado que le orientara y alentara.
Como soy poco deportista, para poder pensar sobre ello, me lo traje a mi experiencia educativa, por tratarse de un terreno que practico un poco más.
La idea: la importancia de los maestros como entrenadores en la escuela para una eficaz adquisición de aprendizajes y una necesaria mejora de capacidades.
¿Es posible entrenar los aprendizajes auténticos?
¿Podemos los maestros erigirnos como directores, guía o entrenadores de procesos que tengan por objeto desarrollar una serie de competencias y habilidades de los aprendientes que les sean útiles para desempeñar, para "desarrollar" su propia vida?
Viendo los juegos olímpicos me he preguntado cómo un atleta se prepara para mejorar su marca personal. Cómo es capaz de trabajar meses y meses para trazar una pirueta imposible hasta ayer. Una acrobacia que no estaba creada, que su entrenador jamás había visto. Quizás sí imaginado. Seguramente fue una acrobacia fortuita, que surgió un día desde la capacidad creativa que supone la memoria que el atleta tiene sus músculos. Unos músculos preparados por un entrenamiento continuo, por un proceso que repite una y otra vez hasta que queda integrado en su memoria muscular y cerebral. Una creatividad que sólo es posible sacar de las “rutinas diarias” de un entrenamiento.
Créditos de la imagen: http://mejores.xyz/mejores-entrenadores-personales-de-barcelona/ |
Y veo que con todos ellos siempre hubo un entrenador.
Esta idea me llevó a reflexionar sobre cuales serían las características de un buen entrenador de aprendizajes e intentar dibujar un posible perfil de docente que realmente desee erigirse como entrenador y guía de los aprendizajes de sus alumnos.
Con ellas elaboré esta infografía que comparto, con la certeza de que los buenos entrenadores son los que saben que un día serán prescindibles (recuerdo una entrada anterior titulada "el maestro prescindible") y que el mejor entrenador es el que consigue que su discípulo se convierta en "su propio entrenador".
De todos los puntos... el que veo más importante es el número 7. El entrenador-maestro como motivador!!
ResponderEliminarPara ello, lo primero es conocer a nuestros alumnos, sus necesidades, sus intereses y adaptar ese proceso de enseñanza-aprendizaje a sus características.
Al adaptar ese proceso, estaremos ofreciéndole actividades y retos que supongan cierta dificultad y que sean posibles de alcanzar (las piruetas de las que hablas, si se han propuesto hacerlas es poque conocen su cuerpo y sus posibilidades).
Por todo ello, invito a los maestros (muchos ya lo hacen) a conocer a sus alumn@s, a escucharles y sobretodo a confiar en sus posibilidades.
Un abrazo
Muchas Gracias Aitor. Lo importante es que cada uno encontremos nuestra forma de sumar y aportar para que la escuela pueda caminar y crecer hacia el punto que muchos maestros nos hemos fijado: la calidad.
EliminarDa gusto leerte José Blas.
ResponderEliminarMe siento privilegiada al haber sido alumna tuya. Eres todo un ejemplo a seguir de esfuerzo y dedicación, y cualquier niño que esté en tus manos será afortunado.
Me encanta que me leas. Fue una alegría tenerte como alumna y, te aseguro, que este comentario es de los que me dan energía para seguir dedicando tiempo y esfuerzo en poner mi granito de arena en un empeño, quizás utópico, quizás no tanto: "transformar la escuela". Un beso Alba.
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