Desde mi punto de vista, como mínimo son tres las cuestiones que influyen en que un docente tenga autoridad y que, de hacerla bien, debería contemplar una ley o norma:
- Una de ellas, podría ser obviamente la protección de los derechos del docente, pero no sólo antes padre y alumnos, también ante la comunidad educativa (incluida la administración). Derechos a tomar decisiones, a que se tenga en cuenta a la hora de elaborar currículos, a que se le permita la creatividad educativa...Una ley que obligue a los responsables políticos a valorar a los docentes y a su trabajo, como mejor ejemplo para todos los demás ciudadanos de la sociedad que administran. Por tanto será insuficiente una Ley de autoridad que únicamente contemple mediadas sancionadoras hacia una parte de la comunidad educativa.
- Una ley que como principio establezca la necesidad de desarrollar medidas preventivas en todos los centros educativos, legislando sobre el desarrollo de Planes de Convivencia preventivos, contextualizados e incardinados en el curriculo de todas la áreas.
- Una ley que incluya medidas de apoyo formativo al profesorado para dotarle de habilidades comunicativas personales, a la vez que recursos didácticos y metodológicos profesionales que le ayuden a motiva hacia el aprendizaje y el conocimiento, a enseñar de forma lúdica y significativa y a liderar grupos de alumnos constituidos , habitualmente, por niños, jóvenes y adolescentes, como argumento de autoridad docente
Sin caer en el autoritarismo hay que recuperar la autoridad del profesor.
ResponderEliminar