
Sin embargo, como cita Pedro Mª Uruñuela Nájera en un magnífico documento dentro de las I JORNADES “MENORS EN EDAT ESCOLAR:CONFLICTES I OPORTUNITATS" hay que considerar que el absentismo escolar es la respuesta de un determinado alumno a una situación de aprendizaje que le ofrece el Centro educativo. Es decir, hay que poner el acento del problema en la respuesta educativa y, por tanto, algo tiene que ver con lo que hacemos en los centros educativos.
Argumenta que tres son los elementos que deben revisarse desde el propio centro para analizar
su repercusión en las conductas absentistas: el curriculum, la organización del propio centro y el tipo de relaciones que se establecen en el mismo.
En este sentido me llama poderosamente la atención leer en las CONCLUSIONES DE LA PRIMERA JORNADA REGIONAL SOBRE PREVENCIÓN DEL ABSENTISMO ESCOLAR (2005) que de las 14 propuestas que se realizan , sólo tres de ellas hacen pequeñas ( y lejanas) referencias a este lado del camino:
- Ofertar desde el Sistema Educativo respuestas a la diversidad de intereses, motivaciones y capacidades de los alumnos sobre todo en las edades entre 14 y 16 años. Se propone ampliar la oferta de Iniciación Profesional en los centros educativos, asociaciones y ayuntamiento, y rebajar su edad de acceso a los 14 años.
- Formación del profesorado y los agentes educativos en materia de absentismo escolar, de regulación de conflictos y de habilidades y destrezas de trabajo con absentismo con dificultades de integración social. Potenciación, además, de las Comisiones de Convivencia Escolar y de espacios educativos alternativos para evitar o prevenir las expulsiones de alumnos del centro escolar.
- Abrir los centros educativos al entorno ofertando actividades y otras actuaciones asociativas y/o solidarias que ayuden a captar a los alumnos y acercarlos al centro educativo.
- Reducativa no ajustada a las necesidades socioeducativas del alumno o alumna: - Inexistencia de programas específicos que articulen respuestas concretas para el abordaje de las situaciones absentistas en el centro. - Enseñanzas poco motivantes o fórmulas organizativas y curriculares poco adaptadas a las características del alumnado. - Contenidos no adecuados al nivel de competencia curricular.
- Problemas de relación entre alumnado-profesorado.
- Desencuentro entre los intereses del alumno/a y centro educativo.
- Existencia de conflictos relativos a la convivencia.

De nuevo Pedro Mª Uruñuela Nájera pone el acento justo y plantea cuatro tipo de acciones:
- Acciones preventivas, destinadas a favorecer la intervención precoz que evite la aparición de conductas absentistas.
- Acciones de control destinadas a normalizar la intervención efectiva en los casos de conductas absentistas.
- Acciones de acogimiento destinadas a apoyar el proceso de integración escolar sin interrupciones del alumnado absentista.
- Acciones globalizadoras que aseguren la complementariedad y la coherencia de la intervención con el alumnado absentista de todos los agentes responsables de la mediación: centro, familias, servicios de base, etc.
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