PERSONALIZACIÓN DEL APRENDIZAJE
Uno de los elementos que se esgrimen con fuerza como parte del cambio educativo es la denominada “personalizaciòn del aprendizaje”. ¿Cómo podemos desarrollarla? ¿Qué elementos básicos debemos tener en cuenta? ¿Qué significa personalizar? ¿Cómo eliminar la ambigüedad que, en la cultura escolar, se tiene de éste término?
En posteriores artículos, trataré de dar respuesta a cada uno de estos interrogantes. En el post de hoy, comenzaré por el último: individualizar vs personalizar.
I Cambiando conceptos: Individualizar no es Personalizar
Para poder avanzar por el camino de la inclusión (un camino sin retorno en la evolución de la educación en términos de “las escuelas son para todos”) es preciso aclararnos con términos que se utilizan como equivalentes, a pesar de implicar filosofía y acciones educativas diferentes: individualización y personalización.
La expresión “personalización de la enseñanza” es igualada a “enseñanza individualizada” por la mayoría de los docentes. Una confusión conceptual que transforma profundamente los procesos de enseñar y los procesos de aprender que desarrollamos en nuestras prácticas escolares.
Es posible que una de las causas de esta confusión sea inducida por una legislación difusa. Así, por ejemplo, en el Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, en la etapa de la Educación Primaria, elArtículo 9 titulado Proceso de aprendizaje y atención individualizada, utiliza educación personalizada yeducación individualizada como sinónimos, y siempre vinculados a la atención a la diversidad1. Esta misma equivalencia se mantiene en los decretos posteriores que desarrollan la ley.
INDIVIDUALIZAR ≠ PERSONALIZAR
Se trata de una impropiedad léxica legislativa que debemos superar, fundamentalmente, porque proviene de una cultura escolar arraigada en la más rancia pedagogía terapéutica y en el, todavía, excluyente tratamiento de la atención a la diversidad. Una cultura basada en dos perspectivas obsoletas para una pedagogía de siglo XXI: insistir en las dificultades de aprendizaje del alumnado (en lugar de en sus posibilidades de mejora), y centrarse en la enseñanza (en vez de potenciar el aprendizaje).
Este planteamiento legislativo ha generado una estructura sobre los denominados “apoyos” que nos lleva a pensar más en el atención desde el prisma individual que desde la mirada personalizada.
Los planteamientos de la atención individualizada basados en el apoyo a alumnos concretos; en la adecuación de la enseñanza a un alumno en particular; al diagnóstico y tratamiento de necesidades singulares desde una perspectiva terapéutica; en apoyos desarrollados a la manera “uno a uno”… es un planteamiento que ha demostrado su inutilidad: un espejismo que, quizás, consuela al sistema pero no lo mejora. Se trata de un marco conceptual que nos impide ver una realidad en la que todossomos diferentes y diversos y en la que no hay dos individuos iguales.
Planteado así, además, se entiende como una atención “extra”, y lo extra se suele entender como“prescindible”. De esta forma, su organización en los centros educativos se diseña en función de la disponibilidad o no de docentes que puedan realizar los apoyos individuales (en casos de ausencias del profesorado, los profesores de apoyo se convierten en sustitutos, perdiendo así su supuesto papel de apoyo). De hecho, en época de crisis económica, hemos comprobado como se señala “la atención individualizada” como un modelo de excesivos “costes” y es el primer recurso en donde se aplican los “recortes”. En definitiva, un modelo organizativo reduccionista, que, en el mejor de los casos, individualiza la enseñanza, pero nunca el aprendizaje: aislamos y medimos desde propuestas deestructuras de aprendizaje estandarizadas y volvemos reproducir el mismo esquema por el que este alumno fue “diagnosticado” como necesitado de apoyo.
Un espejismo que, quizás, consuela al sistema
pero no lo mejora
Sin embargo cuando hablamos de personalizar sólo cabe hacer referencia a la idea de permitir a los aprendientes, tomados como individuos únicos, oportunidades de tener experiencias educativas y de aprendizaje que se ajusten a sus necesidades e intereses individuales.
Esta perspectiva nos permite no sólo gestionar los recursos disponibles más eficazmente sino también propiciar prácticas educativas que incluyen, al hacer posible la atención de grupos de alumnos en los que cada uno sigue, y consigue, sus propios procesos y metas, conjuntamente con sus compañeros y con orientación de los docentes: personalización para todos.
Esta diferencia conceptual amplía horizontes y va mucho más allá que de un mero desacuerdo terminológico, incidiendo directamente en el corazón de la filosofía educativa, pues conlleva principios y praxis educativas con carácter inclusivo, democrático y participativo.
En el este cuadro expongo la visión de este tema en clave de las 10 diferencias sustantivas entre individualizar y personalizar, que no podemos obviar.
Referencias
1RD 126/2014, de 28 de febrero, en la etapa de la Educación Primaria:
“En esta etapa se pondrá especial énfasis en la atención a la diversidad del alumnado, en la atención individualizada, en la prevención de las dificultades de aprendizaje y en la puesta en práctica de mecanismos de refuerzo tan pronto como se detecten estas dificultades.
Se prestará especial atención durante la etapa a la atención personalizada de los alumnos y alumnas, a la realización de diagnósticos precoces y al establecimiento de mecanismos de refuerzo para lograr el éxito escolar.
La acción tutorial orientará el proceso educativo individual y colectivo del alumnado. El profesor tutor coordinará la intervención educativa del conjunto del profesorado del alumnado al que tutoriza de acuerdo con lo que establezca la Administración educativa correspondiente, y mantendrá una relación permanente con la familia, a fin de facilitar el ejercicio de los derechos reconocidos en el artículo 4.1.d) y g) de la Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, reguladora del Derecho a la Educación.
La intervención educativa debe contemplar como principio la diversidad del alumnado, entendiendo que de este modo se garantiza el desarrollo de todos ellos a la vez que una atención personalizada en función de las necesidades de cada uno“.
Nota del autor
Casi finalizando este artículo, he recordado el excelente trabajo “Individualización, diferenciación, personalización” que realizó en este Magazine el profesor Touron, y que aconsejo leer.
Muy necesaria esta distinción que realiza la autora, para orientar los programas y planes de inclusión educativa.
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