¿SE PUEDE SER FELIZ ENSEÑANDO?

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-La educación podría ser una fiesta- 
escribe mi compañero Josep Maria Turuguet

¿Se puede enseñar a ser feliz?

La misión moderna de la escuela la definió Delors en 1996 en sus archiconocidos "cuatro pilares de la educación": aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser... a lo que le podemos añadir...aprender a ser felices.

Recuerdo con mucho agrado cuando, hace casi 20 años, el primer día de colegio de mi hija mayor, en el acto de bienvenida, la directora del centro pronunció una frase que me gustó enormemente: "Queremos que este centro ayude a vuestros hijos a ser felices". En aquel momento la frase me emocionó mucho más que si hubiera discurseado .."Queremos que este centro ayude a vuestros hijos a ser ... científicos, escritores, artistas o emprendedores"
Programar la alegría

Francisco Mora, en el libro "Neuroeducación" tiene un capítulo que me llamó la atención. Programando Alegría: Emoción. La emoción es  energía codificada que permanece físicamente en el cerebro límbico y el tronco del encéfalo. Esta energía la señalamos como el combustible que nos mantiene vivos y la que hace que las emociones sean la base más importante sobre la que se sustentan todos los aprendizajes. Dicho esto nos alerta sobre la importancia de este elemento tanto para el que aprende como para el que enseña.

Leí hace unos días a Krigelbach, neuropsiquiatra e investigador inglés, que “la neurociencia de la felicidad y el bienestar están dando sus primeros pasos”, y comentaba que la felicidad se ha puesto el punto de mira de la investigación neuronal para descubrir cómo funciona la felicidad en dos aspectos fundamentales: el placer y el deseo. “La noción de recompensa es un elemento central en estos dos estados de ánimo".

Aprender a ser feliz para ser feliz...enseñando

No es un trabalenguas. Es un proceso básico en la mejora de la escuela. ¿Se puede enseñar siendo infeliz?  En esa triste cadena, todos somos víctimas: los docentes que no son felices enseñando  es porque, quizás,  nunca lo fueron aprendiendo. Claro que ser feliz no fue nunca  una exigencia de la oposición que ganaron.

Uno de las claves del cambio educativo debe pasar, sin duda, por la "formación en felicidad" para sus docentes y que estos impregnen a sus alumnos la felicidad por aprender. No he visto ningún MOOC para ello. No sé si es posible. ¿Se puede aprender a ser feliz? LLamaremos a los neuroeducadores, a los coach, a los psicólogos positivos  a ver si nos ayudan.




Nesitamos recompensas


Mientras tanto, la preocupación de la administración, los equipos directivos, los claustros y de la comunidad escolar, en general,  deberá ser recompensar a  sus profesores para ayudarles a que sean felices: buenas líneas de diálogo y comunicación interna, considerar a cada profesor como individuo y como colectivo, valorar sus puntos fuertes y apoyarle en sus carencias, animarle y apoyarle en sus innovaciones, mejorar sus condiciones de trabajo...en resumen considerarlo  en los tres ámbitos que le constituyen: como trabajador, como profesional y como  persona. Toda acción que  contribuya a reducir un ambiente negativo es un pasito hacia la emoción, hacia el placer,..hacia la felicidad.

A más placer, más calidad. A mayor calidad, más éxito de la escuela. A mayor éxito, mejor clima escolar: Crear un mal clima ayuda poco a ofrecer calidad en las acciones educativas... y provoca síndromes bien conocidos como el burnout.


Cambiar burnout por happiness


No concibo trabajar como maestro y no ser feliz haciéndolo. Bueno, no lo concibo ni como maestro ni como nada. Pero un maestro no se lo puede permitir. No soporto las salas de profesores con docentes que despotrican, desde primera hora de la mañana ...de los niños, de sus familias, del sistema educativo y de la dirección. Tú eres un eslabón. Tú eres padre. Tú eres dirección. ¿Qué haces para arreglarlo?

Hace unos días fui a un colegio a una reunión de trabajo, eran las nueve menos un minuto, entré a la sala de profesores, pregunté por la jefa de estudios y alguien me dijo: debe esperar en la calle, la jefa de estudios no está. He quedado con ella -le insistí- Sí, pero debe esperarla fuera -repitió- Todo se aclaró cuando le expliqué quien era y a qué venía. Para arreglarlo me dijo: ah!! pensaba que era un padre de alumno. Acto seguido pensé: no me gustaría que mis hijos vinieran a este colegio. Y se me presentó: soy el director del colegio. Más tarde, todo el trabajo discurrió distinto (muy bien)... pero la anécdota estaba servida.
La alegría de ser  y sentirme maestro

A nadie le descubro nada si escribo que los estados psicológicos positivos te ayudan a ser feliz. Si eres verdaderamente feliz, podrás hacer feliz a los demás y tendrás éxito en lo que hagas porque sentirás que todos los que están a tu alrededor te ayudan a que así sea, y te empujan a ello. Confían en ti, porque eres feliz y les haces felices.

¿Qué pasaría si los maestros fuéramos conscientes del poder de nuestra felicidad como fortaleza positiva y la pusiéramos al servicio de la mejora de la felicidad de nuestros alumnos? 

Esta pregunta retórica ya tiene respuesta: Un cambio importante en la escuela. 

Esta cambio se llama  la escuela de la alegría motivación: la motivación hacia la tarea a realizar es el factor positivo. La emoción alegría (que se explicita con la sonrisa, con  atentas palabras, con auténticos gestos, ....) que redunda en los beneficios de los alumnos.

Si calidad de la escuela se mide por la calidad de sus docentes, 
entonces no me cabe duda que 
la calidez de la escuela se puede medir también a través de la calidez de sus docentes.


La escuela puede ser un espacio donde no sólo se busque la felicidad, si no donde se encuentre la felicidad.


2 comentarios

  1. Estoy en un curso de psicologia positiva y ayer un compañero nos pasó una copia de tu infografía con las 10 propuestas para docentes. Me acordé de tí y me sentí orgullosa de conocerte. Ahora también te felicito por el artículo entero. Enhorabuena.! Un abrazo :-)

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  2. Gracias Pilar. No sabes lo feliz que me siento cuando las ideas y trabajos que comparto sirven para que entre todos construyamos una escuela mejor...un mundo mejor.

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