Las reuniones con las familias: ¿obligación o devoción?

-
Durante estas fechas del año escolar es común que todos los centros educativos planifiquen "la reunión con padres y madres de principio de curso". Esta reunión  obedece al derecho que establece  la legislación*, a los padres o tutores en relación con la educación de sus hijos o pupilos, a estar informados sobre su progreso en el aprendizaje e integración socio-educativa. También al derecho que, a veces, docentes y familias olvidamos: el de participar en el proceso de enseñanza y aprendizaje de nuestros hijos.


Lejos de querer apoyarme en este post en argumentos legales y en obligaciones, prefiero hacerlo desde la idea de la importancia y valoración positiva  que la mayoría de los docentes otorga a la comunicación con las familias como medio para poder desarrollar una educación de calidad y, también,  del convencimiento que todo el profesorado tiene sobre que establecer lineas  de comunicación abiertas  con las familias que ayuden a mantener un contacto constante  es clave para favorecer  una relación fluida, constructiva  y comprometida. 

Para mi reflexión me voy a situar en la posición en la que he estado en unas cuantas ocasiones, la de padre, y que me ha servido para ejercer una observación y análisis más objetivo de estas reuniones. 

Con desagrado observo que la asistencia de las familias disminuye cada año en sentido inversamente proporcional al aumento de nivel escolar al que asiste su hijo o hija. ¿Ocurre que a los progenitores o tutores deja de interesarnos la educación de nuestros hijos cuando se hacen mayores? ¿Nos paramos a pensar los docentes por qué aumenta la desafección a estas reuniones? Los comentarios de otros padres y madres que me llegan al finalizar cada reunión son siempre de las características de "si hay que ir se va...pero venir pa ná.."

El descenso del interés por estos encuentros es un motivo que muchas veces me he cuestionado. Mi experiencia (como docente, como padre)  me dice que son variados , pero al carecer de datos y de investigación sobre ellos, me voy a centrar en lo que como padre espero recibir de una reunión de estas características:



  • Prefiero que se planteen reuniones periódicas (ordinarias y/o extraordinarias) más allá de las obligatorias de principio de curso. Esto nos permite a los padres hacer un seguimiento continuado del proceso de aprendizaje de nuestros hijos y que las actuaciones educativas, de carácter global, sean más ajustadas a la visión de toda la comunidad educativa.
  • Me siento bien en  las reuniones proactivas, es decir, aquellas en las que "no se nos riñe", sino que se nos propone, que se organizan de forma horizontal y no vertical y estamentaria. En muchas ocasiones me encuentro en reuniones totalmente reactivas, a la defensiva, que pretenden marcar las distancias entre unos, que están en el estrado y otros, que están en los pupitres. Un cambio de escenario, unas sillas colocadas en círculo o, incluso, unos caramelos o pastas para repartir  entre los asistentes denotan cercanía y complicidad. Todos hacemos fuerza desde nuestra posición.
  • Me infunde confianza en el Centro Educativo, en la institución educativa,  que el profesor o profesora asista a la misma con la reunión preparada, estructurada, planificada, casi milimétricamente. Estos gestos me proporcionan "señales" informativas sobre el grado de profesionalidad de aquellos a los que dejo mis hijos durante muchas hora de su vida. A veces, un esquema de la reunión distribuido para todos, proyectado en la pizarra digital o escrito en la pizarra mural..es suficiente para observar "organización" y sistema.
  • Me tranquiliza cuando observo que hay ideas y objetivos educativos compartidos por todo el profesorado, por todo el centro. Me hace descubrir el trabajo interno, de diálogo y de consenso, de trabajo colectivo. No me gusta que se deje en entredicho decisiones  o cuestiones del centro como si fueran cosa de "otros", como si el profesor que tengo delante no hubiera participado en ellas, e incluso ni le importaran. Es agradable escuchar expresiones como opinamos, hemos decidido, creemos...
  • Me gustaría que el profesorado llevara preparada una información general del grupo, un análisis de sus fortalezas y debilidades, que nos posibilite dialogar tanto de las oportunidades de mejora y crecimiento, como de las situaciones amenazantes, para actuar desde todos los frentes, a todas las circunstancias. Un simple  gráfico en power point referido a una encuesta, a la evaluación inicial o a la opinión sobre lo que los alumnos desea para este curso, indica interés en situar al alumnado como centro de la acción educadora.
  • Estaría muy bien que se nos hicieran preguntas, previas a la reunión, sobre nuestras expectativas y deseos,  y que el centro las tuviera en cuenta a la hora del diseño de los objetivos generales del curso. También que esa expectativas e ilusiones se unieran a las que el profesorado y la institución  tiene al respecto. Sintiendo valoradas e incluidas nuestras opiniones nos sentiríamos más "equipo". Sería suficiente con preparar una dinámica sencilla, un intercambio de opiniones en la que todos los asistentes se hayan sentido partícipes o incluso en elaboración de, por ejemplo, el decálogo de los propósitos y/o compromisos de tal curso de la ESO y enviarla a todos por un correo en los días próximos .
  • Me agrada sentir comunión, disponibilidad, flexibilidad,predisposición bidireccional profesorado-familias para tratar temas de interés sobre el aprendizaje de los lumnos/hijos.. Una predisposición que elimina las barrera de los horarios de visitas a padres y de la celebración de todos los encuentros en los espacios del centro. Las tecnologías de la comunicación nos brindan herramientas muy útiles para ello. Una lista de correo para enviar información, pedir opinión, citar; un grupo cerrado en facebook para tener encuentros y/o debates virtuales, ayuda a sentirnos todos incluidos en ese "equipo" que comparte intereses comunes.
En definitiva , me gusta sentir que somos partícipes de un mismo objetivo: la educación de nuestros hijos e hijas, que remamos en la misma dirección, que unimos sinergias, que trabajamos codo con codo y que las instituciones que colaboran en ello son profesionales y de mi máxima confianza.
* Artículo 4 de la Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, reguladora del Derecho a la Educación, modificado por la disposición final primera de la Ley Orgánica 2/2006, de Educación.

No hay comentarios

Y tú, ¿Qué opinas?