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EL INEXISTENTE ALUMNADO ESTÁNDAR

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Sobre el término «promedio»

Es curioso como la ciencia, a veces, sirve para legitimar acciones, apoyándose en la validación de hipótesis, reafirmación de teorías o incluso establecimiento de postulados, que no soportan la realidad palpable pero que resisten perfectamente el el modelo generado desde el análisis estadístico.

Tood Rose, en su libro Se acabó el promedio aplicado a personas, explica cómo el término 'promedio', hace referencia a individuos que no existen. Estas dos reflexiones nos inspiran hoy para que hablemos de un tópico extendido: el estándar como modelo de aprendizaje y defendamos la idea del inexistente alumnado estándar.

En el citado libro, Tood Rose, nos narra cómo en 2002 Michael Miller, investigador de la UC Santa Bárbara, llevaba a cabo un estudio sobre la memoria verbal mediante resonancia magnética.

El experimento de Miller

La imagen por resonancia magnética funcional (FMRI) es el método más extendido para estudiar el esfuerzo que realiza una región determinada del cerebro cuando se le asigna una tarea. En este caso, la memoria verbal. La imagen de una resonancia magnética detecta –gracias al oxígeno que transporta– qué zonas del cerebro reclaman más energía de flujo sanguíneo para hacer su función. Y, en base a eso se colorean en diferentes tintadas.

Desde esta explicación (de carácter divulgativo) para los neófitos en el tema es sencillo comprender el resultado de "las fotografías" realizadas. Se tarta de esos mapas de "la materia gris" donde hay unas zonas más iluminadas que otras.

A buen seguro, hemos visto en muchísimas ocasiones en la red, en libros o en póster de algún congreso estos mapas de los que hablamos, muy parecidos al que mostramos como imagen 1. Sirva de ejemplo éste que mostramos referido a "los mapas cerebrales" que se crean cuando se le ofrecen en distintos momentos a un grupo de estudiantes ejercicios relativos al análisis matemático, al álgebra, a la geometría y a la topología.
inexistente alumnado estándar
Imagen1: Tomada de La Razón 
El experimento que realizó Miller fue parecido: consistía en que a dieciséis voluntarios tomados de uno en uno, se les mostraba sucesivamente un conjunto de palabras, a modo de «bit de vocabulario», mientras se sometían a una resonancia magnética funcional. Durante estas acciones, se recogían imágenes que se iban guardando para poder ser analizadas posteriormente.

Después de un periodo de descanso, se les mostraba a los mismos participantes otra serie de palabras. En esta ocasión, los voluntarios debían presionar un botón cada vez que reconocían una palabra que pertenecía a la primera serie.

Mientras que cada participante tomaba decisiones de presionar el botón cuando había leído alguna palabra de la primera serie, el escáner fotografiaba el mapa de su actividad cerebral marcando la zona que requería mayor aporte de energía.

Una vez finalizado el experimento, Miller, promedió los mapas cerebrales individuales de todos los sujetos para crear un mapa que revelase los circuitos neuronales implicados en la memoria verbal de un cerebro humano sin disfuncionalidad, según narra Rose en su libro.

Una vez tuvo Miller los resultados de los 16 mapas individuales, realizó la intersección de todos ellos para encontrar el mapa cerebral promedio. Siguió así la Teoría de Conjuntos que dice que la intersección de dos conjuntos está formada por todos los elementos que estén, a la vez, en ambos conjuntos.

Plantas, Hoja, Principales, Naturaleza, Medio Ambiente


Al igual que vemos en la imagen 1, Miller observó rápidamente que, en realidad, solo un par de las 16 imágenes individuales se parecían un poco a la imagen establecida como modelo, promedio o estándar. "Quizá si entrecerraba los ojos, un par mapas individuales se parecían al mapa promedio. Pero la mayoría, nada" - declaraba Miller. Todo apuntaba hacia la «inexistencia del cerebro típico", esa relación que, equivocadamente, nos hace establecer los "parecidos a norma". Es más, cuando se detuvo un poco más, Miller observó algo mucho más revelador:
No solo la imagen del cerebro de cada uno de los 16 voluntarios era diferente al cerebro determinado promedio, sino que también eran diferentes entre sí.
Es decir, no existía ningún cerebro que actuara igual que el establecido como promedio.

Primera reflexión educativa que nos lleva a la idea del inexistente alumnado estándar: no hay un "cerebro norma" sino todo lo contrario, la norma es que todos los cerebros humanos sean diferentes.

Hipótesis de normalidad

Otro elemento matemático que nos ha llevado (sin pretenderlo) a la idea cultural de la estandarización es la denominada Campana de Gauss (en honor a Carl Friedrich Gauss que formuló la ecuación de la curva) o de Distribución normal de datos que había sido reconocida, unos años antes, por el francés Abraham de Moivre.

La demostración gausiana establece una curva estándar que se determina en función de la relación entre dos parámetros: su media y su desviación estándar –o típica–.

Es condición sine qua non en cualquier investigación, la necesidad de la verificación de la hipótesis de normalidad para poder aplicar posteriormente los procedimientos estadísticos que, habitualmente, se manejan y que ayudan a su análisis. Pero esto no se hace como un reflejo exacto de la realidad, ya sabemos que la estadística solo es una ciencia que utiliza conjuntos de datos numéricos para obtener, a partir de ellos, inferencias basadas en el cálculo de probabilidades.

inexistente alumnado estándar
Intentaremos explicarlo con otro estudio encontrado como ejemplo, en este caso realizado por Unidad de Epidemiología Clínica y Bioestadística. Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña, sobre una muestra de 100 mujeres de las que se determinó su peso. La distribución normal de los datos se asemeja bastante a la de una distribución normal –en el sentido matemático de la expresión–, lo que nos podría llevar adoptar la campana como la distribución normal y llevarnos a una idea equivocada de lo que es la «normalidad».
Sin embargo, si observamos con atención, el peso «estándar» de una mujer, estaría fijado en 61,5 kg. Lejos de lo que «cabría esperar», no se encuentra ninguna mujer en la muestra que se ajuste a ese «estándar» puesto que el peso de la mayoría de las mujeres es muy diferente a éste que fue determinado tras el análisis matemático.



inexistente alumnado estándar
Ejemplo de un gráfico de probabilidad normal

La función básica de este gráfico "normalizador" de probabilidades consiste en representar, en una misma imagen, los datos empíricos observados frente a los datos que se obtendrían en una «distribución normal» teórica. Si la distribución de la variable es 'normal' –en el sentido matemático de la expresión–, los puntos quedarán cerca de una línea recta. 

Así, fijándonos en el análisis realizado, podríamos decir –sin ser rigurosamente cierto–, que el 68% de la media, a pesar de no ser igual al estándar, se podría considerar dentro de la «distribución normal» –en el sentido matemático de la expresión–. También podríamos decir que existe, como observamos es la misma gráfica, una mayor variabilidad (separación) en los extremos . Un 32% de datos que no se ajusta a la norma y que desechamos en beneficio de aplicar estadísticas sin que se nos distorsione esta distribución que demuestra el modelo matemático de Gauss.

Todo correcto. En cálculos matemáticos, no pasa nada. Son datos. Pero, en la realidad –y en la escuela– esos 32 valores de cada 100, se corresponden directamente con personas con nombres, apellidos y vida.

Segunda reflexión que nos lleva a la idea del el inexistente alumnado estándar: la generación científica de estadísticas promedio han creado (sin ser su objetivo) en la sociedad (incluso científica) la idea falsa de que el promedio es lo normal, lo típico y lo estándar; y anidó, no solo como ciencia, sino también como creencia.

Las cosas como decimos las cosas es como las vemos. Y como las vemos, es dentro del error que supone contemplar la planificación de la enseñanza basándonos en una educación dirigida al inexistente alumnado estándar.

Los estereotipos se validaron en todas las ramas de conocimiento.

Así los estereotipos se validaron en todas las ramas del conocimiento. En Psicología y Pedagogía, Jean Piaget hizo numerosos estudios de la infancia en niños, y la dividió en etapas o estadios que cumplían el promedio de los datos. De esta manera, la ciencia comenzó a comparar el desarrollo real de cada niño o niña con las «etapas del desarrollo en niños» con las que Piaget había definido tras sus investigaciones que han servido a la educación para establecer cuánto se desviaban los datos del desarrollo real de cada individuo entre 0 y 12 años con respecto a los datos que ofrecía el trabajo de Piaget –los cuales se habían validado como «normales»–.

Modelo, Cara, Hermosa, Blanco Y Negro, Juventud



Esta clasificación puso en alerta a pediatras, educadores padres y madres quienes se mostraban preocupados si sus hijos, pacientes, alumnos... se desviaban de los valores propios del «desarrollo promedio», marcado como "el estándar" por la ciencia. Olvidando que no había un correlato en la realidad del ser promedio, y olvidándose del inexistente alumnado estándar.

De la misma forma, los psicólogos franceses Alfred Binet y Théodore Simon desarrollaron, a principios de siglo, un test para determinar la Edad Mental de un individuo. La puntuación en la escala de esta prueba de Binet-Simon ha revelado hasta hoy la edad mental del niño y con ella la medida de la inteligencia, dividiendo la edad mental entre la edad cronológica y multiplicando el resultado por 100. Este algoritmo da como resultado el conocido Cociente Intelectual.

Más tarde, el psicólogo estadounidense Lewis Terman, de la Universidad de Stanford, revisó el test de Binet-Simon, y se modificó con el nombre por Escala de Inteligencia Stanford-Binet (1916) convirtiéndose en la prueba más popular en los Estados Unidos durante décadas, la que aprovechó William Stern, un psicólogo alemán, en 1912, para medir el conocimiento, en base a la Escala de Inteligencia de Alfred Binet y Théodore Simon, entre un grupo de niños con la misma edad para poder compararlos entre sí. Basándose en el análisis matemático proporcionado por la curva de Gauss y en la concepción cultural y científica del término promedio, clasificó a las personas según su inteligencia y creando un sistema de conocimiento dirigido al promedio y a lo falsamente denominado como «normal».


Cachorros, Caniches, Caniches Estándar, Perro, Mascota

Reflexión final. Así hemos llegado hasta hoy.

En el «desarrollo normalizado» de la escuela, los legisladores han tomado siempre decisiones sobre la organización de la escuela, la inversión que hay que realizar en ella y el modelo curricular para atender a las necesidades de los estudiantes basándose en el error de un alumnado promedio o estándar inexistente.

Independientemente de la argumentación más o menos exacta de este post y basándonos en la realidad diaria de la experiencia, los currículos y los estándares de aprendizaje, la clasificación de alumnado por programas, la distribución de aulas por edades, las valcanización de la asignaturas... son elementos de un sistema educativo que nos atenazan y que han sido creados en el ideario colectivo docente desde una concepción que,humildemente, creemos que es errónea:

Determinar las necesidades de aprendizaje de todo el alumnado, en base de las necesidades de aprendizaje de una «persona promedio» que no existe –es decir, del inexistente alumnado estándar–; y, de este modo, planificar la enseñanza bajo un único y erróneo parámetro: la «normalidad».


Normales somos todos...o nadie.

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EL ALUMNADO COMO ACTIVISTA DEL APRENDIZAJE

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Últimamente, hay muchos docentes que nos apuntamos al desarrollo de las pedagogías activas en el aula. La emoción y la sinergia con la que este fenómeno está funcionando es motivo de alegría para todos los que creemos que #otraeducacionesposible, y que la inclusión del alumnado en su proceso de aprendizaje, haciéndole motor del mismo, es un buen camino.

METODOLOGÍAS ACTIVAS
Pero es cierto que  todo lo que se planifica como metodología activa, quizá, no lo es tanto.
Para estar seguros, me suelo hacer preguntas, en modo «metametodológico», que me ayudan a visualizar mejor cualquier desarrollo práctico  basado en la actividad del alumnado.

¿Se centra en el alumno? ¿Por qué lo sabemos? ¿Cuál es la evidencia de «ese centrarse en el alumnado»? ¿Aseguro que cada alumno y cada alumna crece desde su nivel cognitivo, competencial, de conocimientos, de motivación  y de habilidades?
¿Tiene en cuenta y respeta los intereses del alumnado? ¿Qué proceso sigo para saber que eso es así? ¿Les preguntamos sobre sus intereses (de manera sistemática) a través de unas dinámicas tangible? ¿Ofrezco alternativas de elección para que demuestren sus preferencias?
¿Planteo la actividad para ser desarrollada de forma cooperativa? ¿Es así porque diseño «dinámicas cooperativas» concretas para una gran parte de las secuencias de aprendizaje que planifico?
El diseño del espacio y su relación con el aprendizaje ¿favorece que mi aula sea un aula interactiva? ¿Promuevo la comunicación? ¿Está organizada en forma redárquica?
En los ejercicios, actividades, retos y tareas, ¿hay acciones que necesitan la expresión y la comunicación? ¿Propongo usos de tecnología para aumentar y expandir la comunicación y la expresión?
¿Parto de la experiencia del alumnado de una forma evidente? ¿Promuevo un aprendizaje basado en las experiencias?
¿Tengo evidencias de que mi alumnado construye conocimiento? ¿Adquiere sabiduría plasmada en que con lo aprendido «sabe hacer» productos (culturales, humanistas, materiales, tecnológicos, artísticos, científicos...)? ¿Compruebo que estos productos tienen trascendencia  y pueden ser transferidos más allá de los muros del aula? ¿Compruebo que son valorados personal (por mi alumnado) y socialmente (por el contexto)?
¿Utilizo recursos variados? ¿Promuevo una socialización «rica» y empoderante para el alumnado? ¿Uno contenidos formales e informales y conecto, de forma fehaciente, aula y mundo real?

Las metodologías activas (nótese el plural) son un conjunto de modelos, secuencias y estructuras organizativas de aula que tienen raíces constructivistas  como base pedagógica. El constructivismo proporciona a las metodologías activas soporte científico y nos ofrece a los docentes pautas para que podamos comprender y dominar cómo se produce el conocimiento humano, así como la estructura y el proceso con el que se desarrolla.

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Puntos de unión

Cinco puntos de unión de las metodologías activas con las teorías constructivistas.

1

El mundo real es único y complejo. Los referentes reales  del aprendizaje son múltiples y suponen una fuente de información valiosa para constituir «su» realidad.

2

El aprendizaje constructivista resalta tareas auténticas (no abstractas) de una manera significativa en el contexto del alumnado.

3

El aprendizaje constructivista se enfoca  en construir conocimiento dentro de la idea del aprender haciendo.

4

El aprendizaje constructivista toma los entornos de aprendizaje como «entornos de vida diaria» en lugar de «secuencia predeterminada de instrucciones».

5

Los entornos de aprendizaje constructivista fomentan la reflexión en la experiencia.

El aprendiz crece a través de

la acción y la experiencia

Las metodologías activas proponen un proceso de enseñanza que se percibe, y se lleva a cabo, como un proceso dinámico, participativo e interactivo del sujeto (cuyo fin último es aprender para la vida). En contraposición podríamos definir  aprendizaje pasivo como aquel que tiene lugar cuando éste se basa en la repetición y la memorización finalista y pasiva ('memoria a corto plazo' cuyo fin es la devolución de la información en un modelo examen).

INTERMETODOLOGÍA

Desde una perspectiva intermetodológica es evidente que las pautas proporcionadas por el constructivismo no son las únicas a tener en cuenta en el aula. Las distintas fuentes pedagódicas no pueden constituirse en «secta cerrada», sino en «manantial donde beber» y reflexionar sobre las prácticas que desarrollamos los docentes, siendo audaces para observar la necesidad de soporte teórico pedagógico para cualquier práctica (mínimamente rigurosa y científica) que desarrollemos en el aula.
En las metodologías activas se cambia el foco desde la enseñanza al aprendizaje.  Y lo hacemos, no por ser modernos en el discurso, sino porque la acción está en el «otro lado» del docente,  en lo que el aprendiz mueve para que su aprendizaje sea auténtico, es decir, profundo y útil para su vida.
Por ello, es el aprendizaje el que es esencialmente activo, y eso significa que la persona que aprende algo nuevo se pone en acción como única forma de incorporar la nueva información a sus experiencias previas (o sea, conocimiento previo).

Para poner en juego este conocimiento previo la memoria es importante ayudar al alumnado en la capacidad (necesaria para el aprendizaje)  de evocar experiencias, y hacer esa rememoración evidente, tangible o explícita, como inicio del nuevo aprendizaje que desea promover, es esencial como rol docente.


Cuando moviliza su memoria (sus experiencias previas) también pone en acción y reacción sus propias estructuras mentales, que en muchas ocasiones necesitan ser apuntaladas, reformadas o , incluso, demolidas, para acomodar la nueva información y reconstruir el armazón que sustente el conocimiento a consolidar, colocando las nuevas piezas en lugar sostenible, equilibrado, encajado y con posibilidad de ser de nuevo rememoradas. En este proceso es de suma importancia la guía y el acompañamiento docente que éste ejerce para cimentar un nuevo andamiaje que funcione en el conjunto.
En una metodología activa, al aprendiz hay que ponerlo frente a la nueva información (no a un conocimiento acabado, sino a una información que, por análisis de  sus composición o por síntesis de las piezas que la compone, le ayude a construir su nuevo conocimiento.
¿Cómo? Sócrates nos dio bastantes pistas, y desde entonces sabemos que aprender es, básicamente, un diálogo. Una conversación con él  aprendiz mismo, con la realidad que le rodea y con las personas con las que interactúa. El diálogo, el debate, la confrontación con el objeto de aprendizaje, en reflexión con otros participantes (iguales o diversos)  y con el contexto social donde se sitúa, es generador de acción cognitiva.
Bandura, Vygotsky, Lave y otros también nos dieron motivos de reflexión con las Teorías del Aprendizaje Social. Fernando Trujillo, mucho más próximo en el tiempo y en el afecto, nos ayuda a encajar la idea con una metáfora inspiradora que define como «socialización rica».

Aprender es básicamente un diálogo

Así, pista a pista, paso a  paso,  vamos tutorizando al alumnado para que auto-construya nuevo conocimiento y para que convierta el conocimiento en sabiduría.  ¿Y cómo podemos comprobar que «eso» se produce?
Mediante la observación de que el alumnado es capaz de producir otra acción: la de transferencia de los aprendizajes, bien en situaciones similares a las diversas aplicaciones que hemos aprendido; o bien, haciendo generalizaciones sobre lo que están aprendiendo, anticipando posibles aplicaciones y comparando analíticamente diferentes circunstancias de una manera amplia.
Un enfoque que Robert Swartz denomina de «abrazos y puentes», otra metáfora maravillosa que nos regala uno de  los grandes pensadores de la educación actual.

INCLUSIÓN

A modo de cierre: Inclusión

Un elemento clave  de comprensión del proceso de aprendizaje es la subjetividad del mismo, ya que cada persona lo construye, reconstruye y modifica según sus experiencias propias, las oportunidades de experiencias ricas que le ofrece su entorno, sus habilidades  cognitivas y el nivel de sus diferentes competencias.
Un ambiente constructivista para el aprendizaje desde paradigmas inclusivos, proveerá al alumnado de múltiples representaciones de la realidad, eliminando barreras de acceso, de comprensión y de expresión, que pudieran ocasionar exclusión al aprendiz. El papel del docente «activo» será, por tanto, de promotor, facilitador y creador de oportunidades de inclusión real para todo el alumnado.

Nota

Este artículo ha sido publicado también en INED21, al cual le debo la maquetación del mismo.
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LA VIGENCIA DEL INFORME FAURE

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Desde hace varias décadas, casi medio siglo, la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura —UNESCO— lleva preguntándose sobre la educación que necesitamos, sobre el papel de la educación en cada una de las décadas, sobre si los sistemas escolares son capaces de satisfacer la demanda mundial de educación, sobre si es posible darle a la educación los medios formidables que necesita, sobre cómo debería organizarse el aprendizaje, sobre si...
HASTA LOS VEINTE AÑOS SIGUIENTES

Recurrentemente, cada veintena de años, y por encargo o iniciativa del director o directora de turno de la Organización, un grupo de expertos en las materias que le competen, elabora un informe de enorme relevancia y trascendencia en el contexto educativo mundial.
Suele tratarse de extensos, pero interesantísimos informes, donde se recogen (por medio de complejos análisis de datos sociológicos y educativos recogidos de todo el mundo) y marcan las directrices y orientaciones de hacia dónde caminamos en educación. Estos informes llevan recomendaciones para los países miembros de en qué elementos es necesario poner el acento para el diseño de las políticas educativas nacionales.
Así, cada informe debería constituirse como el libro de cabecera para los responsables de las políticas educativas de cada estado. Recomendaciones que, tristemente, visto lo visto y leído lo leído, las meten en el cajón de los tristes, a que duerman hasta los 20 años siguientes, que vuelven a aparecer en el siguiente informe.
INFORME-FAURE-02-INED21
En esa ignominia de informes valiosos, guiada por vete a saber qué ideologías o intereses, las viejas naciones perpetúan anacronismos en sus sistemas educativos y las nuevas heredan los errores al imitar los modelos de aquellas.
Unos por otros,
como siempre, la casa sin barrer
El último de estos informes ha sido publicado recientemente, en 2015, lleva por título Replantear la Educación. ¿Hacia un bien común mundial? y ha sido coordinado e impulsado por Irina Bokova, Directora General de la UNESCO desde 2009.
Este informe es el heredero de dos informes anteriores. El más cercano en el tiempo (1994) y más conocido, es el titulado La educación encierra un tesoro (conocido popularmente por “Informe Delors”, en honor a su promotor , el presidente de la comisión encargada de su elaboración, Jaques Delors) y otro anterior, menos conocido pero, desde mi punto de vista, el más revolucionario, en tanto en cuanto que supuso el inicio de esta serie de reflexiones que han removido desde los cimientos la educación en sus conceptos clásicos: Aprender a ser. La educación del futuro (o también conocido como Informe Faure, en hornor a Edgar Faure, presidente de la comisión delegada de la UNESCO que se encargó de su elaboración).
Por la relevancia educativa, por sus orientaciones claras y meridianas sobre las necesidades educativas actuales, tengo la intención de reflexionar sobre los tres informes. Hoy comenzaremos por el más antiguo —insisto: y menos conocido—. Me continúa llamando la atención, seguramente porque  evidencia algo que ya empieza a ser recalcitrante: 
Las políticas educativas que desoyen sistemáticamente tanto los informes de los expertos técnicos como las peticiones de cambio de los docentes de "a pie".
EL INFORME FAURE
Hace ya más de 40 años de este informe. Edgar Faure, por entonces presidente de la Comisión Internacional sobre el Desarrollo de la Educación, fue el encargado de elaborar para la UNESCO  el informe que tituló "Aprender a Ser, la educación del futuro". Ya en 1972, este informe recopilaba un balance educativo crítico del momento, pero que fundamentalmente se atrevía a establecer las  prioridades futuras  que debían tenerse en cuenta en el campo educativo en los siguientes años. Como grandes visionarios, los responsables de la elaboración del informe son los padres (podríamos decir cariñosamente, los abuelos) de lo que se ha dado en llamar “la nueva educación”: poner el acento en aprender a ser.
INFORME-FAURE-07-INED21
Patéticamente, medio siglo después, muchos responsables, técnicos y prácticos, se empeñan en remar “contra” esa denominada "nueva educación".
El informe era claro. Edgar Faure ya alertaba al Director General de la UNESCO de aquella época, René Maheu, de que
Para responder a una demanda de educación sin precedentes, frente a tareas inéditas y a funciones nuevas, las fórmulas tradicionales, las reformas parciales no bastan”.
En su carta, Faure advertía de que debíamos separarnos de:
Las falsas soluciones, tímidas y en realidad costosas por su misma ineficacia, y era necesario volvernos  hacia los hechos portadores de porvenir: las actuaciones intelectuales, los enfoques conceptuales recientes y los progresos de la tecnología, en la medida, bien entendido, en que eran implantados en una innovación global.
En mi opinión, este informe supuso un antes y un después de la educación internacional. Fue la antesala de la visualización de la necesidad mundial de un modelo alternativo a la educación, que ya entonces llamaban tradicional, y que, desgraciadamente, ha evolucionado tan poco hasta nuestros días que continuamos adjetivándola con el mismo sustantivo.
Aunque es cierto que la crisis de la escuela tradicional es un fenómeno generalizado y recurrente durante el último siglo y que durante muchos años se siente la necesidad de efectuar transformaciones de fondo a la estructura educativa, lo verdaderamente paradigmático es que su movimiento sea tan lento, que nunca llega (si acaso tímidamente y desde movimientos aislados e independientes) a plasmarse en la realidad de las políticas educativas internacionales. ¿Quizás todos los gobiernos (todos los gobiernos) son conscientes de que “una educación para el ser” es una poderosa “arma de construcción masiva” de libertad individual y colectiva y, precisamente por ello, no quieren ponerla en manos de la ciudadanía?
ARMA DE CONSTRUCCIÓN MASIVA
INFORME-FAURE-06-INED21
Sirva este artículo como homenaje particular a Edgar Faure, pues con este informe comenzó el cambio de mirada hacia la “Otra Educación”. Con él se comenzó a hacer realidad el sueño de que “Otra Educación es Posible”. Una perspectiva que puso la importancia en “el individuo” que aprende, en la persona, en el ser integral…  y cuyo principal objetivo ya era —insisto—, hace 44 años, el desarrollo de procesos que facilitaran el acceso al conocimiento como idea clave para la creación de aprendizajes auténticos y duraderos. Es paradójico que este discurso todavía nos parezca novísimo. Y más curioso que haya quien esté “en contra” de unas evidencias que todos los expertos llevan 50 años reclamando.
Pero seamos positivos. Lo excelente y novedoso es que este informe impulsó la parición posterior de dos conceptos trascendentales para la educación del siglo XXI (a saber, "aprender a aprender" y “aprendizaje durante toda la vida”) como necesidad real de solventar una evidencia que ya era clarísima ya en 1972: la rápida obsolescencia de conocimientos. El reto estaba lanzado: ¿es posible desarrollar una educación integral para la persona (ser y saber) que prepare para el futuro?
Siempre me ha llamado la atención sobremanera que el informe Faure —“Aprender a ser"— ya indicaba innovaciones que hoy nos parecen todavía arriesgadas como estrategias necesarias para estimular el desarrollo de los procesos de pensamiento: entrenar la mente, despertar la curiosidad, activar la motivación a base de  retos que busquen soluciones a los problemas que plantea el entorno… eran los resortes que orientaban a políticos y educadores sobre cómo movilizar el aprendizaje:
Crear ya se convirtió con Faure en la clave del
nuevo aprender
ORIENTACIÓN DEL APRENDIZ
INFORME-FAURE-04-INED21
La realidad que se vivía con las emergentes, entonces, nuevas tecnologías, fueron la evidencia de que “aprender a aprender” debía suponer replantearse constantemente la percepción de la educación, donde la tecnología (ya fluida, ya cambiante, ya veloz…), debía integrarse en los sistemas educativos más como un medio que como fin en sí misma.
Esta percepción venía a cerciorarnos que debíamos alejarnos del reduccionismo pedagógico que supone dedicar los tiempos y los esfuerzos de aprendizaje en dominar técnicas o adquirir información, algo que —ya entonces— se venía venir como ineficaz, al comprender que eran procesos que los alumnos podían hacer por sí mismos. A cambio, la energía intelectual y el tiempo didáctico se puede orientar dentro de una estrategia metodológica cuyo norte sea la orientación del aprendiz hacia la creación, sistematización y análisis de procesos que le lleven a convertir la información (que busca, descubre o posee) en conocimiento.
El popular Informe Delors ("La educación encierra un tesoro"), que sucedería en 1989 al Informe Faure, recogió y replanteó la mayoría de las tesis de Edgar Faure.
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RETOS PARA LA ESCUELA
LA VIGENCIA DEL "INFORME FAURE"
14 retos para la escuela





NOTAS Y FUENTES

NOTA: Este artículo es una reedición del original publicado por mi en en julo de 2016 en INED21, maquetado por Iván Serafín.
  • Aprender a ser.
  • Faure"Aprender a ser", cuarenta años después LINDA D´AMBROSIO. EL UNIVERSAL . Mayo de 2012.
  • Edgar Faure (18 de agosto de 1908 - 30 de marzo de 1988) fue un político, escritor y académico francés. Varias veces ministro y presidente de la Comisión Internacional sobre el Desarrollo de la Educación de la Unesco en 1972.
  • Carta del Presidente Edgar Faure al Sr. René Maheu, Director General de la Unesco, 18 mayo 1972.
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VOLVER A LA PEDAGOGÍA

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#VolverALaPedagogia

Hace un tiempo que me cuesta trabajo escribir. Hace tiempo que las reflexiones que solía hacer se debaten entre salir a la pizarra o quedarse en el cuaderno de notas... y es que me produce desasosiego la red. Me causa cierta tristeza la tensión que percibo.

La red,

¿es territorio hostil a la mejora?

En la red twitter hemos encontrado los docentes de este primer cuarto de siglo el espacio para hacer crecer nuestro magisterio. Twitter es la red que representa la comunicación total por antonomasia: con toque profesional (si se desea), con capacidad de elección y filtros para elegir tus relaciones; breve, concisa y expansiva a la vez; con posibilidades de etiquetaje, clasificación y curación intuitiva –que se realiza de un vistazo para seleccionar y descartar temas–. En fin, una serie de característica que la identifican como una red útil.
La comunicación es la mejora innegable de nuestro tiempo, la aportación de esta era a la historia de la humanidad.

ADICTIVO

La otra universidad

Cada día, aprendemos de –y con– otros docentes en red; tantos que nuestro  PLN  se convierte en  inabarcable y -por dedicación- en 'adictivo. A mis alumnos y a mis alumnas de la Facultad de Educación, de Grado Primaria les animo a utilizarla como «la otra universidad», seguramente más real y más viva que la ancestral institución. En esta Universidad eliges, no solo los temas, también los profesores a los que «seguir» sus clases.
La red no debería servir para aumentar los egos docentes. No es necesario adular con el archirrepetido ¡eres un crack!, pero tampoco, por supuesto, insultar o acosar. La red nació para compartir y, por ello, en la red siempre hay que exigir respeto y agradecimiento con las generosas aportaciones que se comparten desde una filosófica básica: lo que no se comparte... se pierde.
La red todo lo magnifica. Ser inspirador en cursos, charlas o talleres está muy bien, pero no olvidemos que tenemos un campo extenso muy cerca, en nuestros centros de trabajo.  ¿Se puede ser líder en la red y no liderar en tu espacio físico?
Para una charla prêt-à-porter, mejor en vídeo. ¿Hablamos de horizontalidad, de aprender haciendo y de interacción como principio para prender? No seamos ingenuos.

La gente no se transforma 

escuchando charlas de innovación. 

Lo hacen en el hacer, en desarrollar la voluntad de cambio y en construir cultura. Hay que inspirar y acompañar en continuo. Por ello , es necesario también echar una mirada al mundo 1.0 Es  sano y productivo aprender junto a  los que están a nuestro lado. Compartir aulas. Entrar en las clases de otros. ¿Innovamos? Pero esto no se vende. Los lobby educativos «nos pillaron el pan bajo el brazo».
Mi claustro twitero me inspira y aplaude, pero mal inspirador soy si no consigo que mi claustro real me abrace y valore.

TERRITORIO HOSTIL

¿Hay bandos en educación?


Sin embargo, hay cierta sensación en todos los foros de que la red se ha convertido en territorio hostil para docentes, un terreno pantanoso para la evolución (lógica y natural) que debería recorrer la educación. Twitter , lejos de convertirse en el ágora de nuestro tiempo (global, abierta, democrática y fluida), un  espacio para debatir, confrontar  y argumentar ideas, se utiliza como batalla entre bandos educativos: malos tiempos para la lírica.
Durante algún tiempo he dejado en barbecho este campo blog. En realidad, continúo en parón todavía. Hoy me asomo como el que saluda, en un tono más intimista que profesional.  Y es que no me siento cómodo en la confrontación. En esta confrontación civil docente, casi fratricida, que hemos abierto maestros contra maestras y viceversa. Troll contra gurús y viceversa. Maestros inspiradores en red contra maestros inspiradores en el aula, o viceversa.

EL CENTRO DEL DEBATE

Poner la pedagogía en el centro del debate

y de la construcción educativa.

Recuperar la pedagogía, Philippe Meirieu

Hace unos días lancé un tuit con el hashtag #VolverALaPedagogia, inspirado en la lectura del muro de Javier @PsicEduMun muro que se ajusta, en algunas de sus publicaciones, a mis convicciones internas de que existe un terreno de encuentro, un puente de unión o un  lugar de posible conciliación entre las dos líneas (porque hay ruptura)  que separan la innovación y la involución educativa.
A un lado de ellas, encuentro soflamas antipedagógicas y beligerantes contra cualquier innovación o cambio que se huela por la red. Al otro lado, un empecinamiento en pensar que la innovación está en el uso deslumbrante de una tecnología equis ("inspirar no es deslumbrar", escuché a Alvaro González-Alorda, y me encantó)  o en unas metodologías zeta de las que nos quedamos con lo superficial, en «los canvas» y en las recetas.
Necesitamos innovación metodológica, pero también psicológica, social y filosófica. Cambio cultural docente, de políticas y de prácticas,...porque si sólo cambiamos las prácticas, construimos en falso. Necesitamos, en definitiva, un cambio basado (aposentado) en el conocimiento pedagógico generado durante siglos de la humanidad,  contrastado con la evidencia investigadora actual y la aplicación rigurosa  científico-pedagógico de tales evidencias.
En un lado, encuentro mucho confort-mismo y, en el otro, excesiva purpurina. En los debates (cuando no son sosegados) entre unos y otros, no extraigo fundamento (más allá de frases manidas y lugares comunes), encuentro poco argumento pedagógico o psicológico y mucho «me gusta». Escucho en los centros mucho «renegar» de los pedagogos, –como si fueran la peste bubónica– porque hablan de psicología, de tutorías, de método o de sistema (no vaya a ser que se nos contagie de este conocimiento  [el pedagógico] , que parece «prescindible», en la educación).

TODO «PÍLDORA»

Los innovadores no pueden ser islas...

ni los anti-innovación, trincheras

La red tiende a hacerlo todo «píldora». Parece como si fuese cansado leer, reflexionar, comparar, argumentar largo; como si fuese agotador escribir (y describir) los procesos importantes que sustenten el producto, la práctica o la lección impartida.
Los de allí, sencillamente «no comment» nunca sus prácticas. Los de aquí, muestran su «producto final», pero obvian el proceso de adquisición del conocimiento.  [¿Qué es lo esencial compartir para promover cambios?] Los cursos de formación «solicitan recetas». Los talleristas ofrecemos canvas. Nos gusta dar ejemplo, productos finales. Pero ...¿y discutir, debatir, valorar... decidir cómo hacer que nuestra acción educativa se «centre en el alumno»?  Se puede hacer eso en un curso de formación tipo. La innovación son islas. La anti-innovación son trincheras. Del examen de diagnóstico a los fuegos artificiales... ¿no hay terreno intermedio?
Por eso, mi aportación: #VolverALaPedagogía... y que sea ella la que marque la innovación, la evolución, la mejora o el cambio. Que sea ella la que responda sobre qué es conservador / inmovilista o sobre qué es progresista / superficial.

Invito a la reflexión: ¿Qué de clásico hay en lo innovador y qué de actual y emergente hay en lo clásico?

REPROFESIONALIZACIÓN DOCENTE

Es preciso escuchar

y generar espacios mixtos de encuentro


Víctor M. Rodríguez, de FUHEM Educación , que se sumó a #VolverALaPedagogía, escribe en el Diario de la Educación, un artículo sobre «El falso dilema de innovación educativa versus experiencia docente» y afirma que uno de los errores mayúsculos que se comenten en la confrontación innovación / inmovilismo es la confrontación que se hace, de forma acérrima, entre innovación y experiencia docente1. Una confrontación ilógica pues, precisamente solo se puede innovar cuando tu experiencia te permite soltarte las amarras de lo establecido, del aula, de la norma ...y comienzas a utilizar la profesión. La reprofesionalización docente (concepto que me gusta y que he aprendido leyendo, o escuchando,  a pedagogos actuales como Bolivar, Besalú o Jurjo Torres).
Los procesos de innovación y cambio de, por ejemplo, la industria «no se hacen en la cadena de montaje», pero tampoco de espaldas a ella. Es preciso escuchar y generar espacios mixtos de encuentro entre científicos, prácticos y creativos. Siempre he creído que la red era el espacio adecuado para ello. En los tiempos de crispación, no lo veo tanto. Los grupos se «endogamizan», se enrocan en twitts y me gustas indiscriminados. Las Jornadas tienen siempre un mismo color.
¡Qué interesante sería que en unas Jornadas Educativas se pudiera debatir con argumentos entre planteamientos diferentes! Mucho pregonamos sobre la "capacidad crítica" (y autocrítica) de nuestro alumnado y muy poco la desarrollamos entre docentes.
#VolverALaPedagogia pretende reivindicar el conocimiento pedagógico de  todos los docentes como esencia de su profesión. Así, un biólogo, cuando decide ser profesor, deja de ser biólogo y pasa a ser un profesor que sabe y ama la biología como único modo de inspirar a su alumnado, pero que –además– tiene un conocimiento profundo de la didáctica específica y general para poder ser guía y constructor de conocimientos en el aula.



Nota : La maquetación  de este artículo está realizado por Iván Serafín para INED21
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OPORTUNIDADES DEL SISTEMA EDUCATIVO

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Desde hace unas semanas estoy intentando reflexionar y hacer un análisis (más en clave personal que estadística –de eso ya se encargan en otros espacios–) de las oportunidades del sistema educativo español. He de confesar que no me ha resultado fácil.
Me baso para este análisis en la estructura DAFO, con la idea de que nos ayudará a organizar las reflexiones gracias a la matriz cuadrada por excelencia. Aquí prescindo del grafismo, pero no del sentido de su esquema como organizador, que relaciona las características propias internas (Debilidades y Fortalezas) de una organización y las que le vienen dadas por elementos externos a ella misma (Amenazas y Oportunidades).
En una entrada anterior expuse el listado de algunas de las debilidades, que a mi juicio, tiene el Sistema Educativo español. Hoy intentaré centrarme en el extremo paralelo.


DAFO

Tomando el esquema DAFO, me referiré como oportunidades a aquellos elementos, que procediendo del exterior del sistema educativo, (del entorno social, del contexto laboral, del momento político, del tiempo histórico...) le proporcionan al sistema oportunidades para la mejora.

¿Existen?
¿Dónde están esas oportunidades?

Fue Parsons quien definió los subsistemas sociales interrelacionados de los que forma parte la educación: socio-cultural, económico, y político. La relación entre ellos es, como es conocido por todos los que vivimos la educación, compleja en ambas direcciones.
Ahora bien, defender que existe un relación activa entre entre la educación y estos subsistemas no implica dar por hecho que la educación no posea una autonomía que le capacite para filtrar y hacerse resistente a buena parte de esas influencias externas. Sólo pensando así, como postulaba Durkheim, podremos considerar la educación como uno de los pilares fundamentales para promover el cambio social.

Sólo desde una transformación educativa, podremos aspirar a cierta transformación social.

La Educación no cambia el mundo,
cambia a las personas que van a cambiar el mundo
Paulo Freire

Utilizamos la palabra transformación, con la intencionalidad de verla más allá de un simple cambio, un restyle o lavado de cara. Los cambios son temporales y superficiales. Las transformaciones son permanentes porque no admiten la vuelta atrás.
Los sistemas educativos, como dice Margaret Archer, aparecen y evolucionan porque existen grupos sociales que están interesados en ello. Hay un término anglosajón -¿cómo no?- lobbies, que los define. Esto, lejos de ser un aspecto negativo, podemos tomarlo como una oportunidad.
¿Y si fuéramos la propia sociedad en su conjunto nuestros propios lobbies? ¿Y si buscáramos dirigir nuestra propio destino? ¿Es posible una especie de "lobbie" horizontal? DAFO nos da la respuesta: hay oportunidades.

BÚSQUEDA Y OPORTUNIDAD

Oportunidades del sistema educativo

La educación ofrece una posibilidad sobre todos los demás subsistemas sociales: es «autoconstructiva». Es decir, es capaz de educar para aprender a aprender. Así, hacemos este análisis desde una perspectiva positivista de la evolución, indagadora de oportunidades para el bien común, visualizadora de paradigmas que hagan efectiva la idea de educar empoderando. 
Existen oportunidades en la educación para:
  • Mostrar un mundo más allá de las creencias limitantes embebidas a través de los tiempos.
  • Liberar la mente de su programación basada en algoritmos fijos y dejar que fluyan algoritmos libres y novedosos por sus neuronas.
  • Provocar un salto cuántico en ella misma que desafíe la intuición, que no tenga miedo de perder continuidad y que se decida hacia la ruptura responsable.
  • Recentrarnos en el aprendizaje de lo esencial, que no es otra cosa que ser persona.

Buscamos...

Que cada alumno como fuente social de conocimiento; el conocimiento como creación colectiva; el aula, como espacio de danza conjunta; el aprendizaje como parte de una maravillosa aventura donde siempre se puede avanzar, donde el miedo al fracaso se sustituye por amor al aprendizaje y donde el tropiezo no sea considerado el camino al fracaso, sino el camino al éxito.


...Los Nuevos Paradigmas del Conocimiento, que eliminan la fuerza de la gravedad de los juicios, permitiéndonos vivir en los soñados mundos del inmortal poeta: «los mundos ingrávidos y gentiles como pompas de jabón».

OPORTUNIDADES

I - Movimiento social y cambio

Seguramente es atrevida esta mirada sociológica, sin la formación necesaria, pero observo —y coincido con mis círculos cercanos— que estamos viviendo una situación de cambio social. Un cambio que en España es visible en una paradoja:
Tenemos la población joven más formada y más preparada tecnológicamente de la historia, pero, curiosamente, con menos posibilidades de desarrollar su propio proyecto vital de forma independiente.
Un contraste sin explicación, un problema, una dificultad ...es una oportunidad. Es así cómo el sistema social ofrece al sistema educativo la oportunidad de ser disruptivo con lo clásico.
Si lo clásico ha sido un sistema vertical, transmisivo y directivo en la educación, podría ser el momento de transitar hacia modelos participativos, comunitarios y asamblearios, donde la información se comparta y el conocimiento se construye de manera colectiva dirigido siempre al bien común.
Una educación centrada en las necesidades de las personas y no las personas acopladas a una educación que adoctrine en intereses ajenos y, a veces, espurios. ¿Habrá mayor ilegitimidad que la educación pública forme a profesionales que diseñen leyes y normas tan inhumanas como las que regulan los desahucios?

II- La revolución tecnológica


Dice Castell que la gran transformación de nuestro tiempo es la emergencia de una cultura digital y de un sistema tecnológico basado en el procesamiento microelectrónico de la comunicación y la información… que cambia todo.
El cambio hacia un sistema tecnológico es una oportunidad para el sistema educativo para repensar su relación con la tecnología. La utilización masiva de la tecnología sin cambio cultural es empobrecedor. Sin embargo , el boom tecnológico que estamos viviendo es una oportunidad para el sistema educativo de abanderarla, tomarla como uno de sus ejes esenciales para propiciar un cambio cultural que revolucione la mente y transforme la sociedad.
La oportunidad es adoptar un sistema que promueva, no tanto enseñar tecnología, sino aprender CON tecnología. Parece preciso y urgente diseñar un sistema educativo, que sí o sí, sea atento al desarrollo de las habilidades tecnológicas de los ciudadanos.
Un educación que ayude a los ciudadanos a conocer y utilizar las Tecnologías de la Información de manera inteligente y desde una visión inequívoca de humanismo digital. Lo virtual y físico no es más que un continuo que forma lo real. Eliminar alguno de ellos es cercenar las oportunidades de desarrollo de las personas. TIC y educación unidas intrínsecamente desde parámetros de sostenibilidad social y de escalabilidad tecnológica. Es decir, la tecnología como elemento de mejora social continua, de empoderamiento personal y de eliminación de brechas sociales, tecnológicas y económicas.

III- La crisis económica y el cambio de perspectiva

Una crisis económica, como fase más depresiva de la evolución de un proceso económico recesivo, conforma un modo de actuar social y económico diferente. (¿Qué nos van a contar?) La crisis económica supone una oportunidad para el sistema educativo para recentrarnos en la persona.
La disrupción educativa vendrá marcada por la promoción de tres bloques educativos básicos: 
  1. La creatividad personal y social, 
  2. la formación en técnicas de resolución de problemas y de resiliencia ante la adversidad y 
  3. la adquisición de competencias de cooperación como modelo de empoderamiento.

El trabajo entre todos siempre es mejor,
y más expansivo, que el de sus parte por separado
  • El desarrollo de miradas y estrategias que directamente velen por una economía sostenible, inclusiva y equitativa para todos los ciudadanos, basada en fundamentos humanistas.
  • La promoción de la preservación de medio ambiente, de la sostenibilidad de los recursos naturales y el diálogo entre lo social y lo natural como elemento de equilibrio y supervivencia de la humanidad.
  • La mirada atenta a la inteligencia emocional, disparador individual para manejar las dificultades, las crisis y los problemas individuales y colectivos.
  • La educación tiene la oportunidad de apropiarse de todos estos valores y llevarlos a la escuela mediante metodologías que doten a las personas de actitudes y aptitudes competenciales hacia el bien común como equilibrio y fundamento de una convivencia pacífica de los ciudadanos y los pueblos.
A cada crisis socioeconómica le corresponde una crisis de política educativa y a cada crisis educativa, una propuesta de revolución
IV -  Los multiformatos de aprendices

Cada uno aprendemos de manera diferente. Es de perogrullo repetirlo, pero debemos insistir en ello: un único modelo no sirve para todos. La evidencia de que cada uno somos diferentes, y formamos por ello una sociedad diversa, es una oportunidad para soñarnos en modo inclusión; una modelo que se viva y aprenda en la escuela.
Diseñar un sistema educativo inclusivo, equitativo y eliminador de barreras para la promoción de todos es una oportunidad que la la sociedad no puede desaprovechar, que ofrece al término educación coherencia y sentido completo. No sólo coherencia, también justicia.
La educación, o es inclusiva o no es educación
Multiformatos que tendrán que ser reflejados también en otros aspectos que conforman el sistema educativo:

  • La configuración de los espacios educativos: espacios educativos más informales, con vuelta al taller, a lo hacedor, a lo maker, a valorar la idea de aprender con las manos (que se aprende dos veces) , donde lo académico esté al servicio de los aprendizaje para la vida, y no la vida al servicio de aprendizaje académicos.
  • Espacios favorecedores del diálogo, la comunicación y la interacción como elementos base de aprendizajes que den cabida en la escuela a los deseos, aspiraciones, anhelos...retos individuales, y a valores compartidos.
  • Multiformatos metodológicos desde el concepto de inteRmetodología. En sociedades cambiantes y complejas como la que vivimos, los alumnos necesitan recursos y herramientas para gestionar el saber y el conocimiento. La escuela tiene la oportunidad de desarrollar y renovar métodos útiles para aprender los contenidos curriculares. Varias de las maneras 'informales' de aprendizaje, tales como el aprendizaje situado, el aprendizaje basado en la experiencia, la participación guiada, ...se han incorporado a las aulas contemporáneas. El sistema educativo tiene la oportunidad de acogerlos en su seno. Desde la práctica lo tenemos claro: han venido para quedarse.
En un post anterior decíamos que cada revolución educativa es recurrente poner en tela de juicio la capacidad de la enseñanza formal para satisfacer las necesidades que tocan a la sociedad de ese momento. De nuevo la oportunidad de que el aprendizaje informal nos sirva como elemento que mejora la educación formal en la escuela se hace más patente que nunca.


Oportunidades hay todos los días. Existe un buen ramillete de oportunidades para la mejora de nuestro sistema educativo. Aquí, unas pocas. En estos tiempos de diseños para un nuevo marco educativo en la legislación española, es momento de aportar. 

Esta ha sido la mía ¿Te animas con la tuya?
El tiempo político nos dice que es momento de aportar...y debe decirles que también es momento de escuchar. Esperamos tus comentarios.
Sólo con opiniones diversas lograremos
un sistema educativo estable, de todos y para todos
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DEBILIDADES DEL SISTEMA EDUCATIVO

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ANÁLISIS DAFO

El análisis DAFO pasa por ser uno de las herramientas más eficaces, y sencillas, para la toma de decisiones sobre realidades complejas. La educación es una realidad muy compleja. En ella confluyen múltiples factores que interaccionan entre sí. Este carácter multifactorial es, quizás, una de las dificultad mayores para el cambio, ya que la modificación de uno de ellos, implica cambios correctivos en los demás: las ruedas de esta maquinaria no siempre giran engrasadas... ni al unísono.
DAFO es una técnica que, a pesar de tener un carácter eminentemente empresarial, cada vez está más extendida en otros ámbitos, como es el caso del educativo.
Imagen

A partir de este post, y en post sucesivos, la rutina mental que define y nombra a la dinámica (DAFO es el acrónimo de Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) me servirá para comenzar a hacer un análisis -muy personal- que me acercará a esta complejidad poliédrica que es la educación. El objetivo: vislumbrar las posibilidades de cambio y transformación que la escuela (y la educación) pueda tener en un futuro. Un futuro que ya comenzó ayer.
Vista la transición que hemos iniciado en la educación, cómo ruedan los acontecimientos, cómo se suman al carro los medios, cómo le interesa a los lobbies económicos, sociales, culturales, tecnológicos..., estoy convencido -espero que más por realidad que por deseo- de que hoy estamos más cerca que ayer del objetivo y que la transformación profunda es, además de posible, imparable.

Volvamos al DAFO. Esta herramienta clásica se utiliza desde dos miradas:

El análisis interno. Hablamos de una perspectiva que afecta al corazón del sistema. Es el análisis que se desarrolla a través de dos de los componentes del cuarteto DAFO: las debilidades y las fortalezas. 
Este análisis es importante para comprender las posibilidades de transformación del sistema, en función de, por un lado, poder rentabilizar al máximo sus puntos fuertes y, por otro, de buscar las formas de sustituir, mejorar, o minimizar, sus debilidades reconocidas,las cuales limitan la consecución de los objetivos que persigue. 
El análisis externo. Hablamos del un estudio que analiza cómo el contexto social, económico, cultural y laboral supone una amenaza o una oportunidad para los objetivos de cambio que se necesitan en educación. 
En cualquier sistema, los cuatro elementos DAFO siempre andan en búsqueda de la armonía. La inclinación de la balanza hacia el lado de las debilidades, o la constatación de un sistema permanentemente amenazado, debilitan la capacidad de mejora, cambio, desarrollo y transformación que ese mismo sistema tendría con un manojo de fortalezas y oportunidades bien distribuidas que favorecieran su desarrollo no traumático.

Imagen INED21

En este post comenzaremos analizando las debilidades del sistema educativo. Es decir, aquellos aspectos que hacen referencia a los rasgos que, aunque bajo el control del propio sistema, son los que limitan su capacidad para alcanzar los objetivos de cambio que perseguimos. Son los siguientes:

1
Currículo

Un currículo continuo, lineal e impuesto...de estructura repetitiva, cíclica, homogénea, monótona y estandarizada, limitador de una pedagogía expansiva y personalizada.

2
Legislación 

Una legislación cambiante, inconsistente, de marcado caracter político, sin acuerdos de base sobre educación, y que continúa sin escuchar a los principales protagonistas de la misma: alumnado y profesorado. Situación que limita enormemente las posibilidades de apoyo sostenido a los cambios que se inicien, arroyados siempre por modificaciones burocracias, administrativas, "cansinas" y desmotivantes.

3
Atención de la diversidad

Un sistema expulsor de la diferencia, desarrollado a través de modelos educativos que abrazan la homogeneidad como valor, reproductores del continuismo social y el "status quo" que limita el diseño de respuestas contundentes que atajen la inequidad social y la exclusión sangrante de la diversidad.

4
Horarios

Una reglamentación horaria cerrada con casi nula flexibilidad, preparadora —y adaptada a modo y semejanza— de modelos laborales. Un horario que limita el desarrollo de metodologías alternativas, que funciona a toque de sirena "de fábrica" y que hace imposible, o disipa, las iniciativas de innovación.

5
Tiempos

Un tiempo cronometrado, pensado para los ajustes del sistema administrativo y laboral de los docentes, pero que limita la posibilidad de repensar criterios que tengan en cuenta las necesidades educativas y psicosociales del que aprende y las de su entorno familiar.

6
Espacios

Un espacio único, anclado al pasado... y amurallado. De paredes impermeables ni hacia el interior...ni hacia el exterior. Un espacio físico incómodo como estancia, emocionalmente poco acogedor, que siempre invita más a salir que a entrar, denominado por mis alumnos: la jaula que te obliga a aprender. Un espacio que limita una innovación educativa creativa a través del diseño de nuevos espacios y mobiliario.

Los espacios Campfire (en español, hogueras de campamento) para la lectura colectiva; los Watering Holes (abrevaderos) para los debates entre alumnos; las Caves (cuevas) como lugares tranquilos para la reflexión; y los Life (vida) para compartir con otros compañeros lo que se ha aprendido...El País, 15/02/2016 

7
Instrucción

Una instrucción vertical, de transferencia bancaria, promotora de bajos perfiles de actividad intelectual; alimentadora de pensamiento "literal". Una instrucción de escaso valor estimulante en sí misma.

8
Convivencia

Un régimen disciplinario de corte militarista, de carácter eminentemente sancionador, que, esencialmente, persigue el error desde modelos acríticos y conductuales. Unas normas reguladas, casi en exclusiva, a través de una lista interminable de prohibiciones. Un régimen que impide la creación de normas procomunes, consensuadas y aceptadas, que eliminen lo estricto, lo absolutista y la falta de implicación en crearlas.

9
Contenidos

Unos contenidos alejados de la realidad (laboral, personal, de ocio , de cultura...) del alumnado y de su sociedad coetánea. Contenidos que, en su mayoría, sólo tienen valor dentro de la escuela, un valor académico y, a lo sumo, propedéutico... para seguir en la academia. Unos objetivos centrados en la posesión de contenidos, que es lo que se mide y valora a modo de resultados acumulados. Unos objetivos limitadores de aprendizaje informal, abierto, plural, alternativo y lateral...

10
Tecnología

Una tecnología considerada farisea, de escaso valor para el aprendizaje, de mala reputación académica, culpada de promover falta de atención y complicaciones en las relaciones, casi siempre expulsada de las aulas. Una acción limitadora de aprendizaje personalizado, enriquecido, aumentado, abierto y expandido.

11
Cultura

Culto al esfuerzo baldío, que considera el aburrimiento como estimulador de la creatividad, de las escuelas de los aprendizajes "en formación silenciosa" y "en cadena industrial productiva", del "para aprender hay que sufrir". Una Cultura que limita las posibilidades de una comunicación abierta y pluridireccional, rica en interacciones, multinivel y multiplataforma. 

12
Evaluación

Una evaluación basada en reproducciones, arquetipos, modelos... Una evaluación en proceso paralelo y finalista del aprendizaje, pero que nunca interacciona con él, que no sopesa modelos, que no metaevalúa procesos, que no contempla marcos de aprendizajes diversos, y que inhabilita la posible toma de decisiones para la mejora y el crecimiento.

13
Oferta educativa

Una oferta educativa muy poco diversificada y excesivamente directiva y determinista, laminadora del pensamiento divergente, de formaciones diversificadas y ajustadas a las necesidades del que se educa.

14
Autonomía

Poca autonomía de centro , que funciona como una maquinaria lenta y burocratizada, con poca agilidad en la toma de decisiones organizativas para posibles mejoras de cada centro educativo.

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Separación escuela y sociedad

Una brecha cada vez más amplia entre escuela y realidad sociocultural y, en definitiva, una creciente separación sociedad-escuela que constituye, sin duda, uno de los principales retos a superar en la educación de este siglo XXI, que está a punto de alcanzar la mayoría de edad.
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VOLVAMOS A LAS AULAS

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¿CUÁL ES EL FUTURO DE LA ESCUELA?

Desde hace años llevamos arrastrando una constante crisis educativa. La vieja aspiración, y el poco avance conseguido, de que la escuela elimine las desigualdades sociales mantiene un residuo de inconformismo que, en épocas como las actuales de convulsiones y crisis humanas, sociales, políticas y económicas, se agudiza sobremanera. Tanto que pareciera que ahora o nunca es el momento de tomar decisiones.

El drama de los refugiados, los fenómenos mundiales y locales de corrupción política y económica –cuyos efectos recaen siempre sobre el débil–, la crisis de valores, las dificultades laborales en un mundo cuyo modelo personal de sostenibilidad es el salarial, el cuestionamiento de la eficacia de las titulaciones universitarias, el desconocimiento de los trabajos que deberá desarrollar nuestro alumnado en el futuro, los criterios que tienen en cuenta para la selección de trabajadores en las oficinas de recursos humanos de empresas como Google... obligan a repensar:
¿Cuál es el papel, y el futuro, de una escuela que deba seguir haciendo posible el acceso universal a la educación para todos? ¿Cómo diseñar una escuela pública que encaje en un nuevo ecosistema social, que sea sostenible y adecuada para esta sociedad que está emergiendo?

MODELOS

En este replanteo irrumpe la disrupción como modelo educativo y con él la transformación de la escuela en otros modelos superadores de esquemas obsoletos e ineficaces que ya nos parecen inservibles.

  • Modelos que contribuyan realmente a educar ciudadanos del hoy y del mañana. 
  • Modelos diseñados para proveer en los ciudadanos competencias (tan poco visibles y evaluables en el hoy y ahora) como la de aprender a aprender.
  • Modelos "empoderadores" de personas, que sean capaces de crear una sociedad más humana y equitativa, a base de crearse y recrearse a sí mismas...
Todo ello nos provoca la sensación, un tanto pavorosa a los maestros con más de 30 años de docencia, que lo que la escuela necesita ya no es una reforma, sino una sustitución. 

Y en este planteamiento, de nuevo, como en otros tiempos, la tecnología se postula como el modelo alternativo a la escuela.

La sociedad se transforma constantemente

Que la sociedad se transforma constantemente no es nuevo, pero quizás sí es cada vez más evidente. Las tecnologías de la comunicación abren nuevos espacios y formas de diálogo y, con ellos, aparecen nuevos escenarios de aprendizaje: Dialogar y aprender como continuum constructivo de conocimiento.
Aumentar la realidad mediante la unión de los mundos virtuales y físicos, más que "complejizar" este mundo, lo simplifica. Las tecnologías generalizan (democratizan, podríamos decir) aprendizajes antes reservados a unos pocos. Es más, no sólo los democratizan, tambien los enriquecen y colaboran para hacer de ellos el más profundo, intenso y útil de los conocimientos.
Ya podemos cerrar con la conclusión de esta primera parte del post: una escuela que se mantenga enrocada en estructuras, recursos y modelos del pasado está abocada a desaparecer.

DESESCOLARIZACIÓN

Aunque no son nuevas la teorías que llevan por bandera lo ineficaz, obsoleto, lento e inútil de los sistemas educativos, es cierto que la tecnología y el conocido como e-learning ha puesto en primera plana las ideas de McLuhan de las aulas sin muros. La desescolarización física parece lógica si damos por sentado lo que siempre ha sido fácilmente comprobable, sin necesidad de convertirse en una postverdad: que la mayor parte de las enseñanzas tienen lugar fuera de las escuelas. Hoy esta afirmación se magnifica si consideramos que la red forma parte de eso que está fuera de la escuela.
Viendo el canal Unicoos, de David Calle, y lo bien valorado que ha sido por los miembros del jurado del Global Teacher Prize 2017, reverdece la idea de que las tecnologías pueden convertir a toda la sociedad y a todos los espacios en un aula inmensa sin muros que hace innecesaria la institución escolar y, puede parecer por el devenir de los acontecimientos, que ésta tienen los días contados.
La convivialidad de I. Illich (como pedagogía de la libertad y la palabra, que permite hablar, reunirse y aprender sin condicionamiento de lugar, hora y contenido, es decir, lo que llamó la escuela libre y autogestionda) se asemeja a las características de las plataformas Moodle, soportes MOOC, cursos on line, con sus chat-tertulias, los hashtag de Twitter, que nos invitan a aprender juntos, o las charlas informales de Hangout y Youtube, que no sólo realizan los que las desarrollan en directo, sino que pueden estar coreadas, en directo y en diferido, por el gran foro virtual que suponen las redes sociales... Un verdadero –y casi infinito– banco de conocimiento donde todo el mundo parece poder tener acceso a todas las fuentes educativas. ¿Serían posibles algunos de estos modelos como sustitutos de la enseñanza obligatoria, primaria o secundaria? 

VOLVAMOS A LAS AULAS


Pero hoy, con este post, quiero poner en valor la acción de los buenos docentes. Su labor en las aulas es insustituible desde el primer momento en que dejan el rol de transmisor de conocimientos y se quedan en el papel –secundario, sí– de facilitador de los mismos.
Igualmente quiero poner en valor el papel de los espacios físicos para aprender. Y no por romanticismo. Simplemente, porque no conozco aprendizajes virtuales que puedan sustituir el cara a cara. Y porque hay acciones educativas en la red que carecen de muchos de los fundamentos pedagógicos que en la escuela ponemos en primer lugar de las prioridades del desarrollo para un aprendizaje de calidad. 

10 Razones para volver a las aulas

1

Los centros educativos son comunidad, barrio y cercanía. Son intereses comunes. Aulas y contexto que pueden retroalimentar en interacción física y/o virtual. Aprovechemos el contacto para crear interdependencia en los aprendizajes y en la construcción colectiva de la sociedad en la que pueden influir nuestro alumnado.

2

Las aulas son espacios de encuentro. Demos oportunidades al diálogo, a la comunicación, al desarrollo del respeto directo (para poder pasar al indirecto), a la interacción física que educa y modera (para pasar después a la virtual, a un modelo de desarrollo social democrático y sostenible en convivencia directa (para poder hacerlo también en la red).

3

El sistema educativo es, por su carácter universal, y la educación, por definición, un derecho común y de acceso generalizado para todos los ciudadanos. Utilicemos el aula para dar la oportunidad de reescribir vidas auténticas y en positivo de las personas que asisten a ellas, que quizás en otros espacios no la tengan. Es preciso ser conscientes que los servicios de la red cada vez son de acceso menos universal.

4

Los centros educativos permiten el trabajo en equipo tanto de alumnos como profesorado que la realidad virtual enriquece. Las aulas son el espacio de crecimiento docente y personal si las consideramos como espacio de reunión, organización y reparto de roles vitales. En el aula se pueden practicar ensayos "controlados" de "recursos personales" de alto valor para la vida de las personas que los desarrollen, que difícilmente se desarrollarían en las plataformas virtuales.

5

El profesorado tenemos la experiencia y la formación necesaria para afrontar mejoras personales e introducir cambios significativos en nuestra labor. Las aulas son nuestro campo natural de acción y la investigación. Es la hora de permitirnos a nosotros mismos hacer lo que sabemos y queremos hacer...y auto-regalarnos confianza, ilusión, innovación ...

6

La inmensa mayoría de los docentes somos profesionales comprometidos con la mejora de los aprendizajes de nuestro alumnado. Los centros, como comunidades de desarrollo profesional y como organizaciones que aprenden, son una oportunidad magnífica de caminar hacia la inteligencia docente colectiva.

7

Los colegios e institutos, como centros de aprendizaje, superan el reduccionismo que supone sólo ser un centro de estudio. Las aulas así, se convierten en el escenario de un fabuloso viaje que nadie quiere perderse.

8

Las aulas como "mesas de mezclas" de la educación formal, no formal y de la educación informal, contiene un alto valor de encuentro y mestizaje de aprendizajes que difícilmente se generan de otro modo.

9

El centro educativo como laboratorio de la realidad cotidiana y como impulsor de soluciones colectivas a problemas comunitarios reales y que interfieren e importan en nuestra vida.

10

Las aulas como lugares abiertos a la comunidad para que aprenda y para aprender de ella, donde el diálogo se constituye como elemento base del aprendizaje conceptual, procesual, actitudinal, democrático, igualitario, transcultural... de deseos, aspiraciones, anhelos y valores.

EPÍLOGO

Compartiré para termianar dos aprendizajes: Con Jose María Toro, he aprendido que los niños necesitan las miradas que mantengan el diálogo 1.0; realidades que sean presencia, significado y vivencia; y contacto visual que implique encuentro con la esencia del ser. 
«Co-razón es reivindicar para la educación un corazón que no está reñido con la razón sino que la contiene y trasciende»
Con Enrique Ludeña aprendo casi todos los días, no en vano es uno de mis autores de referencia educativa. Recomiendo Otras Políticas.
«En este momento histórico, en esta sociedad, no es posible prescindir de la escuela. Mejor dicho, no hay muchos que puedan prescindir de ella. Pero es evidente que la escuela tiene que cambiar. La propuesta es que los cambios vayan orientados hacia un sistema en el que cada persona pueda encontrar el tutor que necesita; es decir, que vayan orientados a conseguir que la educación sea mucho más personalizada».

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