DÍA MUNDIAL DEL CÁNCER INFANTIL: POR UNA HEROICIDAD COLECTIVA

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Hoy, 15 de febrero, es el Día Mundial de la lucha contra el cáncer infantil y el día de la concienciación sobre la importancia de las dificultades y los desafíos personales a los que se enfrentan los niños y niñas, los adolescentes y las familias que padecen esta enfermedad y por supuesto, de concienciación sobre  la lucha que la ciencia mantiene contra esta tozuda enfermedad.
Por estos  motivos  se celebra en todo el mundo el Día Internacional del Cáncer Infantil 2020. Triste pero necesaria celebración que, al menos, una vez al año,  sensibiliza a toda la población sobre esta realidad que viven miles y miles de personas en el mundo.


Enfocar el problema: una heroicidad colectiva

Hoy, después de saber la triste noticia del fallecimiento de uno de mis alumnos de Aulas Hospitalarias (J.V. D.E.P.) me gustaría hacer hincapié en la idea que este combate es de todos. Tengo la absoluta certeza y evidencia de que J.V. fue un valiente, pero solo seremos héroes de forma colectiva.

Ya llevo mucho tiempo en este campo, cuando en 2010  comencé mi trabajo en Aulas Hospitalarias también comencé a tomar conciencia reflexiva del problema. He convivido 8 años con esta enfermedad desde mi acción  profesional y he comprobado como  los últimos años se ha ido enfocando esta celebración centrándonos en el enfermo o la enferma y sus familias: héroes es la palabra más repetida. Disculpen mi atrevimiento, una forma más de descargar responsabilidades en el más débil. Sé fuerte! Eres un héroe! Campeón! Son palabras que camuflan y no nos dejan gritar que
a este monstruo hemos de vencerlo entre todos.

Valientes!

Sin duda!. Todos los enfermos y enfermas de cáncer son valientes. porque afrontan esta realidad cruda con entereza, con actitud positiva, con sacrificio y con un enfrentamiento al dolor sin bajar la mirada,...ni la guardia.

Enfocar el día en la heroicidad de los enfermos minimiza, bajo mi punto de vista, la verdadera intención de este día: la exigencia unánime de toda la población a que las instituciones y empresas sanitarias se conviertan en "el héroe" que  ayuden a salvar vidas. Pero no pueden solas, pues para ello, necesitamos empujar todos para que sea posible:

  • Invertir en investigación como modo de conseguir ganar la batalla.
  • Implicar a las instituciones públicas en la cobertura de las necesidades que presentan los menores afectados y sus familias.
  • Apoyar a las Asociaciones de familiares de niños, niñas y adolescentes con cáncer en la mejora de la calidad de vida del enfermo y su familia.
  • Investigar para generar un diagnóstico a tiempo (que sabemos complejo) pero por ello, insisitir en la  tarea diagnóstica y terapéutica.
  • Proporcionar igualdad de  oportunidades de curación, independientemente del lugar en el que hayan nacido y procedencia social.
  • Crear unidades especializadas de oncología pediátrica, en todos los hospitales cabecera de provincia
  • Ampliar en toda la sanidad la edad para ingresar en unidades de pediatría hasta los 18 años.
  • Establecer planes de seguimiento para que los niños, niñas y adolescentes que superan la enfermedad sean valorados para detectar y rehabilitar aquellas secuelas que les han podido quedar tras los tratamientos.
  • Crear unidades de psicología oncológica en todos los centros hospitalarios que atienda de forma integral a pacientes y familia (padres, madres y hermanos)
  • Promover un registros común y  la declaración obligatoria de esta enfermedad de los nuevos diagnósticos y su evolución, con el fin de tener toda la información en cuanto a zonalización, nº y diversidad de casos, prevalencias y curaciones.
La heroicidad contra el cáncer debe ser colectiva. El cáncer infantil es asunto de toda la ciudadanía. 

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