EMPODERAR EN SALUD


En promoción de la salud, el empoderamiento es un proceso a través del cual la gente gana un mayor control sobre decisiones y acciones que afectan su salud OMS  (1998)

Empoderar en salud es educar. Educar en salud es un proceso de participación y relación. Participación y relación es el alma de la TRIC.
El concepto de salud, es un concepto vivo, dinámico, en constante cambio y revisión en esta sociedad fluida e incierta que retrató Bauman de forma magistral a través de su inteligente mirada sociológica.
La movilidad hacia nuevos conceptos de salud se comienza a trazar hace ya más de medio siglo. Comenzamos a hablar de educación para la salud a partir de  la definición de salud que en 1949 se hace en el seno de la OMS, cuando se amplía el reduccionismo que suponía equiparar salud a ausencia de enfermedad y hacen que todos comencemos a dirigir una nueva mirada hacia la  salud como  “el estado de completo bienestar físico, psíquico y social, y no meramente la ausencia de enfermedad”. Una definición simple, pero que encierra una buena dosis de complejidad conceptual y condicionantes en su uso.
Para comprender este proceso transcultural busco en  mi experiencia educativa: si ya no podemos entender igual estudiar que aprender, ¿cómo podemos hacer sinonimia entre  “salud” y “dieta de adelgazamiento”? Lo valioso es la salud, al igual que lo importante es aprender. Lo demás,  no pasan de ser molestas condiciones.
Al alejarnos de la reducida mirada de  percibir la salud en términos asistenciales o reparadores de enfermedad, podremos comenzar a considerar la capacidad  que tenemos los ciudadanos de “tomar las riendas de nuestros estados de salud” y responder de forma positiva, mediante acciones individuales y colectivas, a los retos que nos lanza el ambiente: empoderar en salud.
Intentaré argumentar más allá de la ocurrencia. Tradicionalmente  se han considerado 4 los factores que determinan la salud de un colectivo: la biología humana, el medioambiente, el estilo de vida y los sistemas de asistencia sanitaria. En 1974  Laframboise realizó  una investigación1  en la que analizaba el índice de estos factores  en la realidad sanitaria canadiense. Esa investigación  le otorgaba, con un 43%,  un papel preponderante, como causa de  muerte  de los habitantes canadienses a los estilos de vida que practicaban.
Más tarde, Lalonde analizó y comparó estos indicadores con el porcentaje de gasto que el estado  dedicaba a la promoción y mejora de los estilos de vida de   los ciudadanos y puso de manifiesto una gran incoherencia: era la menor de las partidas económicas destinadas a la salud, con  un 1,2%. Álvarez, García y Bonet sentenciaron: “este informe revolucionó la salud pública contemporánea, al impactar de manera conceptual y operativa sobre la manera de abordar y explicar los niveles de salud de las poblaciones y por ende, la manera de formular las políticas ( y prácticas) en salud”

En la sociedad 2.0 ¿cambiamos la mirada?

 Hoy nos sumamos a una perspectiva 2.0 sobre el concepto salud que ya no puede entenderse sino en el marco de una promoción de la salud que pretenda el desarrollo de habilidades individuales y proporcione, a los ciudadanos de nuestro tiempo, herramientas 2.0 y estrategias comunicativas con las que sean capaces de influir sobre los factores que determinan su salud de forma positiva. La web2.o es horizontalidad y, así desde esa horizontalidad, promocionar los cambios necesarios para aprender en salud, para generar y posibilitar entre los ciudadanos opciones e intercambios para un empoderamiento en acciones saludables.
http://www.grupopertiga.org/tag/comunicacion-participativa/

 No hay relación sin participación: la comunicación participativa


... antes de ser el puro objeto de los cuidados, el enfermo es, ante todo, una Relación. Christian Baylon y Xavier Mignot

En la sociedad digitalizada del S XXI ¿Utilizamos las tecnologías TRIC para ampliar el el ecosistema comunicativo de la salud?
No se puede comprender una cultura, una organización, unas políticas y unas prácticas para educar en salud en la que se desprecien las tecnologías 2.0. Si hace años hablábamos que las TIC podrían revolucionar el sistema, hoy este discurso requiere mayor relevancia cuando observamos que continuamos anclados en prácticas comunicativas de otra época: la comunicación vertical, las instrucciones sobre comportamientos y los consejos sobre productos… dejan paso a  las relaciones, la comunicación y el diálogo en un entorno de promoción de la salud que quiera resaltar  la participación, la creación colaborativa y el empoderamiento.

El factor Relacional aparece como clave. Su convergencia es tan necesaria en el ámbito de la salud que cuando se produzca de manera explosiva, seguramente, podremos hablar de una nueva época para la educación y promoción en salud: comunicar y participar para empoderar en salud.

Del "poder sobre" y el "poder con"

Es preciso, por tanto,  (re)definir en clave de participación  tanto los conceptos como los procesos socio-saludables y comunicativos para que el desarrollo de este campo sea verdaderamente transformador de la sociedad. Comprender y aplicar las estrategias 2.0 que empoderan, constituye hoy un objetivo claro para promover salud.


Carlos Del Valle, nos inspira y proporciona algunas claves.

Una  comunicación en salud participativa, basada en la TRIC  supondría pasar:

I
De la lógica vertical a la horizontal.

Las tecnologías nos ayudan a encontrar grupos de intereses comunes. Si lo hace en el contrasentido de captar motivaciones para la enfermedad (observemos el valor red para la comunicación en los trastornos del comportamiento de la alimentación), ¿por qué no en la creación de conductas saludables? Son las relaciones en salud horizontales una forma de comunicación participativa para el desarrollo de la salud.

II 

De los productos a los procesos. 

Cuando hablamos de participación en salud no es posible circunscribirlo sólo a la información que necesitamos como producto paciente, sino a los procesos que se pueden y deben desarrollar en entornos de salud, los procesos educativos y de aprendizaje para el desarrollo de estilos de vida saludables. Empoderarnos en salud es una acción que supone ampliar una mirada inclusiva en un proceso desde la salud para la salud.

III

De las propuestas a corto plazo a las propuestas a largo plazo

En las propuestas a largo plazo está el aprendizaje auténtico. Olvidar el “aprendizaje ejercicio” y pasar “al aprendizaje proyecto y servicio”, que lleva implícito compromiso y participación activa.

IV 

De las dinámicas individuales a las colectivas. 

Es un cambio de mirada de entender los procesos como tránsitos de heroes a comprenderlos en clave ubuntú (soy porque somos)

V


De las condiciones de las entidades que financian a las necesidades de las comunidades. 

Las instituciones no proporciona participación. Es un criterio institucional “de protección” absurdo pero del que nadie renuncia. La comunicación-información-noticia no es suficiente. Abrir a modelos participativos de ciudadanos interesados, de pacientes experimentados, de especialistas en salud comprometidos es esencial en este camino de desarrollo hábitos de salud.

VI

Del acceso a la participación. 

Del ver pasivo al hacer activo. Se trata de una salud en clave 2.0. Ya no somos sólo usuarios si no que somos hacedores de salud y creadores de entornos saludables. Somos creadores y consumidores de información. Creamos y compartimos conocimiento en salud. 

VII

De la instrucción difusional a la educación comunicacional.

La inoperancia de las campañas publicitarias es manifiesta porque están circunscritas en el tiempo. Son aprendizajes de usar y tirar. La alfabetización mediática para la salud necesita sistema, constancia y uso.

Aportar, compartir y divulgar el conocimiento, a través de los medios actuales y tecnologías emergentes es ya una cotidianidad en muchos ámbitos sociales, ¿por qué no en el ámbito de la salud?

En resumen


Empoderar  en salud no es una actividad estática y responsabilidad de un solo grupo social, es una actividad colectiva de cambio constante donde la clave la podemos encontrar en el verbo participar. En este proceso las TRIC se configuran como elemento pintiparado para conseguir los objetivos  de desarrollo de las sociedades en salud.

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