DIALOGAR CON TUS ALUMNOS SOBRE EL CÁNCER Y OTRAS ENFERMEDADES.

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Son numerosas las consultas que me realizan muchos compañeros sobre este tema. La pregunta suele ser parecida a esta: tengo un alumno con una enfermedad grave, o con cáncer, y sus compañeros me preguntan y quieren saber. ¿que hago?


Mi condición de maestro hospitalario, me ha "obligado a" hacer tutorías con los compañeros de las aulas de referencia de mis alumnos hospitalizados en oncología infantil y otros servicios hospitalarios.  Esta situación me ha hecho ir pensando y aprendiendo  sobre cuestiones que  hoy , por medio de este post,  pongo en común con todos mis compañeros red para que os ayuden a tomar las decisiones oportunas en vuestra propia aula. Siempre con el deseo que os sean de ayuda en el día a día, de ampliar conocimiento y de crear cultura docente sobre esta materia, tan rara ... y tan común.

Dialogar con tus alumnos sobre el cáncer y otras enfermedades

Hablar con los alumnos sobre un compañero  que tiene  cáncer o cualquier otra enfermedad que podemos considerar compleja,   puede ser difícil, pero no imposible. 
Utiliza una máxima: es mejor hablar abiertamente sobre ello que ignorarlo. Padres, tutores y responsables educativos de un niño pueden y deben ser los responsables de ese dialogo.  La segunda máxima: naturalidad.
Si un compañero tiene cáncer o esté enfermo, los niños saben que algo va mal: no viene a clase y todo el mundo habla y cuchichea sobre lo que le ocurre. Los niños a menudo escuchan conversaciones por casualidad. Tienen una tendencia a preocuparse más si sienten que se les están ocultando aspectos  importantes. No nos engañemos, no hablar del cáncer o cualquier otra enfermedad compleja no les protege, sino  todo lo contrario, les hace vulnerables  porque les perturba y desestabiliza emocionalmente, porque sienten que es “tabú” y que sus  creencias acerca de quese trata de una situación trágica”,  son totalmente ciertas, aunque no sea así.

10 Consejos para dialogar con tus alumnos sobre el cáncer y otras enfermedades

  1. Escuchar más que hablar. Hacer ejercicios de escucha activa al hablar de cáncer o enfermedades les proporciona la seguridad de que sus dudas son interesantes y no se trata de pequeñeces de niño.
  2. No adelantar  respuestas. Ellos no necesitan saber aquello que no les inquieta.  Solo sus preocupaciones son importantes.
  3. Ponerte a su nivel. No pretendas nunca  responder  de manera técnica. Cuanto más técnica sea la explicación más difícil de entender  y creerán que es más grave. Es obvio que los niños más pequeños necesitan una explicación más simple, sin embargo ten en cuenta que una explicación más detallada ayuda a reducir los sentimientos de impotencia y miedo de los niños mayores. 
  4. Buscar mediadores  efectivos. Las imágenes,  los relatos autobiográficos de adolescentes o pequeños videos para niños que hablen sobre el tema y que les genere dudas o cuestiones a reflexionar suelen ser un buen vehículo que para centrar y concretar el diálogo.
  5. Buscar aliados entre los propios alumnos. Busca aliados entre otros compañeros para que unos y otros se ayuden en sus dudas.  Compañeros que han tenido experiencias próximas en su entorno y que poseen conocimientos del tema basados en su propia experiencia. Es muy positivo quedarse en un papel de guía de la conversación. ¿Hay algún compañero o compañera que le puede ayudar?
  6. Hacer siempre refuerzo con devoluciones positivas bajo el esquema de “entonces lo que quieres explicarle a tu compañero es que …”
  7. Practicar autodiálogos mediados. Recuerda que mejor respuesta a su propia competencia sobre el tema es  la que  ellos mismos son capaces de configurar. Un esquema orientativo que te puede ayudar en los autodiálogos mediados puede ser : ¿y tú que crees?¿ a ti que te parece? . De nuevo el refuerzo positivo mediado es básico para reafirmar su creencia y que se convierta en conocimieno: “Entonces lo que tu opinas es que ….”
  8. No dejar  nunca dudas en el aire. No permitas respuestas inexactas que causen más desasosiego. Insiste en la dinámica planteada  hasta conseguir la respuesta que deseas. Si no llega, no dejes la duda abierta. Es el momento de intervenir con una  respuesta tajante,  exacta y adecuada.
  9. Usar el término cáncer cuando sea necesario. Con toda la naturalidad posible. Sólo  advierte que hay cientos de enfermedades con esta denominación y que no todas tienen la misma causa y los mismos efectos.
  10. Crear un ambiente de normalidad. Hacer ver que las emociones en relación al estado de salud de nuestros compañeros, importan en el aula y  que tengan muchos sentimientos sobre el tema,  a veces incluso diferentes de uno otro, es un hecho normal  que nos ocurren todos.
RECUERDA: Los niños no están aislados, comparten información con compañeros. Dialogar sobre el tema les evita información confusa y errónea que puede ser transmitida entre ellos.



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